Con esta tarea entendió la utilidad del álgebra y el cálculo, a los que sumó la programación. Así empezó a convertirse en una experta en riesgo financiero y en los modelos para determinarlo.

Decisiones financieras con toque femenino

Con una mente analítica y habilidad para traducir datos complejos en decisiones estratégicas, está líder del Banco de Bogotá ha construido una carrera sólida en el sistema financiero, combinando técnica, visión y empatía.

Redacción Semana
18 de junio de 2025

Hace parte del reducido grupo de personas a las que en el colegio les gustaron las derivadas, las integrales y la estadística. Pronto supo para qué servían y cómo usarlas.

Sin embargo, a la hora de elegir carrera no buscó Economía o una Ingeniería, porque no quería dedicarse por completo a los números, sino un camino intermedio: Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales. Las prácticas en el Ministerio de Hacienda terminaron de aclararle el panorama y se encarriló por los temas financieros.

Comenzó su carrera en una comisionista de bolsa. La primera asignación que recibió fue un ‘chicharrón’: una nueva directriz de la Superintendencia Bancaria que exigía medir el riesgo de las entidades financieras en el mercado de valores.

“Tenía que hacer unos modelos para saber cuánto podría perder la empresa al invertir en deuda pública, sin arriesgar su patrimonio –recuerda–. Mi jefe me entregó unos libros y la norma, y me dijo que mirara cómo cumplíamos”. Y cumplió.

Con esta tarea entendió la utilidad del álgebra y el cálculo, a los que sumó la programación. Así empezó a convertirse en una experta en riesgo financiero y en los modelos para determinarlo.

En la maestría en Banca y Finanzas que hizo en España le fue muy bien en los temas de valoración y riesgo. Se destacó tanto en las aulas de AFI Global Education que un profesor la invitó a quedarse en Madrid para trabajar en una empresa hermana de la institución educativa.

Cinco años después, le ofrecieron ser socia. Como no se veía formando familia en España, regresó a Colombia. Por su experticia, no tardó en integrarse al sector bancario, en el que ha trabajado los últimos 15 años –incluido el Banco de la República–, siempre en cargos directivos.

Toda su carrera la ha dedicado a los procesos para establecer a quién se le aprueba o no un crédito y cuánto pueden entregarle. Y por el camino ha desarrollado la habilidad de comunicar conceptos complejos de manera sencilla. “Desde muy temprano tuve que interactuar con presidentes, juntas directivas y otros stakeholders, generalmente hombres, para explicarles en poco tiempo los riesgos a los que está expuesta su entidad, una información clave para tomar decisiones estratégicas”.

Desde hace año y medio es la vicepresidenta de Riesgo del Banco de Bogotá, cargo que le exige mantenerse actualizada en temas financieros y tecnológicos. Allí se mueve con soltura entre los “nerds” de su equipo y el mundo directivo, gracias a lo que ella considera su toque femenino: “Las mujeres somos hábiles relacionándonos con otros, siendo empáticas”.

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