Un millón de nuevos árboles para la Amazonia

Un millón de nuevos árboles crecerán en la Amazonia con prioridad en las zonas de mayor deforestación. Comunidades campesinas e indígenas, madres cabeza de familia, gobernaciones y alcaldías unieron esfuerzos bajo el liderazgo del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI, para producir y sembrar plántulas de especies forestales, frutales y palmas.

Esta iniciativa denominada Reactivación económica-Sembratón en la Amazonia colombiana es liderada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y busca contribuir a la meta de sembrar 180 millones de árboles en Colombia. Además generará ingresos económicos para las comunidades, representados en 40.000 jornales, en los departamentos de Caquetá, Guaviare, Vaupés, Putumayo, Amazonas, sur del Meta y Guainía.

Luz Marina Mantilla Cárdenas, directora del Instituto SINCHI, advierte que “a través de la siembra de los árboles se contribuye a prevenir la deforestación de los bosques primarios y secundarios, y se recupera la biodiversidad”.

La producción de plántulas para la Sembratón en la Amazonia se concentrará en principio en dos departamentos: Guaviare, en donde se producirán 400.000 plántulas en el vivero de la Estación Experimental El Trueno del Instituto SINCHI, ubicada en el municipio El Retorno; y en el sur del Meta, con la participación de la Asociación de Campesinos Productores del Bajo Ariari y la construcción del Vivero de Puerto Concordia se producirán más de 210.000 plántulas al año de especies maderables como cedro, flor morado, araguaney y yopo.

“Es un esquema de trabajo comunitario organizado. Algunos campesinos dejaron sus motosierras para buscar otras alternativas y son los encargados, además, de elegir las semillas, con el acompañamiento científico y técnico del SINCHI”, explica Bernardo Giraldo, investigador asociado del Instituto.

“Para las comunidades también es un incentivo que a futuro puedan aprovechar de manera sostenible los bosques”, concluye Uriel Murcia, coordinador del Programa de Modelos de Sostenibilidad e Intervención.

Otro de los impactos positivos del proyecto, resalta Mantilla, es su efecto multiplicador en la educación ambiental y en la actitud de las poblaciones hacia la protección de los bosques.

Lea también: Así se renovará Barranquilla para ser el sueño suramericano en el año 2100

Lea también: La revolución educativa de Guachené