Especial inversión extranjera
Infraestructura: el talón de Aquiles de Colombia para seguir atrayendo inversionistas extranjeros
Expertos analizan este y otros desafíos del país para aprovechar nuevas oportunidades como lo han hecho Brasil y México. El panorama es optimista.
Los retrasos burocráticos y la falta de un marco regulatorio sólido están frenando los proyectos de energías renovables, que representan una gran oportunidad para atraer inversión extranjera al país. Si se quiere mantener este impulso, se deben mejorar los incentivos tributarios y la colaboración entre Gobierno, comunidades e inversionistas, además de superar desafíos asociados a la seguridad y la falta de infraestructura.
Mauricio Cárdenas, exministro de Hacienda, señaló que la inversión en Colombia ha caído desde 2022 debido a la desconfianza en el entorno económico. “El alza de tasas de interés buscó evitar el recalentamiento, pero la incertidumbre regulatoria ha golpeado sectores clave como infraestructura, maquinaria y vivienda”, aseguró.
El economista comparó a Colombia con Brasil y México, que han aumentado su inversión en estos años. “Ambos países aprovechan oportunidades globales para expandir la producción de energía y alimentos, así como para captar mercados que Estados Unidos está desocupando en China, pero Colombia no ha capitalizado estas tendencias debido a la falta de pragmatismo y apoyo al sector privado”, añadió.
El problema no parece estar relacionado con la orientación política, como podría pensarse, ya que tanto Brasil como México están gobernados por líderes de izquierda, al igual que Colombia. “En el país el sector privado enfrenta hostilidad, con reformas que endurecen la regulación, aumentan la tributación y cambian las reglas de juego, limitando su participación en sectores clave como infraestructura, salud y servicios públicos. Esto refleja un entorno dominado por una ideología estatizante que, a nivel global, está en desuso”.
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Paola Caballero, directora de Invest in Oriente Antioqueño, explicó que México y Brasil son mercados más grandes que ofrecen costos de mano de obra y producción más bajos, representando todo un desafío para atraer ciertos tipos de manufactura y ensamblaje. “México, en particular, se beneficia de su proximidad a Estados Unidos, el mercado más grande del mundo, consolidándose como un destino clave para el nearshoring. Aunque Colombia está mejorando su infraestructura con proyectos como los de 4G y la futura entrada del Puerto Antioquia en Urabá, todavía enfrenta desafíos en comparación con las redes de transporte y zonas industriales maduras de México y Brasil”, añadió.
Por su parte, Cárdenas añadió que el turismo es la excepción, con un crecimiento sostenido. “La inversión en hotelería ha crecido, en parte porque el sector ha estado protegido de las políticas estatizantes, permitiendo un desarrollo bajo condiciones favorables para la inversión”, añadió. Para el exministro, el éxito del sector debe servir de modelo para la economía.
“Colombia puede aprovechar las tensiones geopolíticas para atraer inversión en manufactura, especialmente ahora que Estados Unidos busca acercar la producción a sus costas, pero necesita implementar decisiones clave, especialmente en materia tributaria, y crear estímulos similares a los de México para atraer a estas empresas”, dijo.
Las reformas tributarias recientes, como la implementada en 2022 y las discusiones sobre posibles nuevas reformas, reflejan la necesidad de garantizar un entorno jurídico más predecible para los inversionistas, opinó Carmen Caballero, presidenta de ProColombia. En cuanto a infraestructura, señaló que aunque la conectividad en Colombia está en expansión, aún requiere mejoras para reducir costos y aumentar la competitividad.
“El desarrollo de proyectos en transporte ferroviario, aeronáutico, fluvial y vial es crucial para una logística eficiente”, añadió. Adicionalmente, aunque la fuerza laboral es de calidad, es necesario mejorar la educación técnica y el bilingüismo para sectores como tecnología y manufactura.
Hoy las oportunidades son numerosas y variadas, pero es clave alinear la oferta de técnicos y profesionales con las necesidades del mercado y estructurar una estrategia que fortalezca la vinculación entre sectores e instituciones de formación para atraer inversiones.
Profesionalizar el talento humano
Actualmente existe una debilidad en la formación de técnicos en sectores como tecnología, energías renovables y manufactura avanzada. Por eso, el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) está mejorando la formación en estas áreas para preparar a los egresados para los desafíos de estas industrias. “El Sena actualiza constantemente su catálogo de formación para que responda a las necesidades del sector productivo y social”, comentó Jorge Eduardo Londoño, su director.
Con 118 centros en 33 regiones, el Sena colabora con organismos internacionales y multinacionales para alinear el currículo con las inversiones extranjeras en sectores específicos. “Esto asegura que la formación técnica y tecnológica sea pertinente y de alta calidad”, añadió Londoño.
La entidad también impulsa la internacionalización y el diseño de programas basados en la demanda, con alianzas público-privadas y actualización constante de instructores. “Estas acciones optimizan la formación y refuerzan a Colombia como un destino atractivo para la inversión extranjera”, explicó Londoño.
Actualmente, el Sena gradúa 75 % de los tecnólogos, 50 % de los técnicos y 18 % de los profesionales de educación superior en Colombia. “Los sectores con alta demanda de técnicos incluyen la industria automotriz, energías renovables, tecnología, agroindustria e infraestructura”, reveló su director.
Las alianzas internacionales incluyen 244 movilizaciones y más de 3.600 participantes en formación especializada. “Esto ha fortalecido redes de conocimiento en áreas clave como hotelería, turismo, transporte, logística, comercio, ventas y minería”, concluyó Londoño.