Salud
Este hospital público de Bucaramanga ingresó al ‘ranking’ de los mejores del mundo. ¿Cómo lo logró?
Se trata de un reconocimiento que refleja el esfuerzo por brindar servicios de salud de alta complejidad en el nororiente colombiano.

El Hospital Universitario de Santander, ubicado en Bucaramanga, se consolida como referente en la prestación de servicios médicos de alta calidad, beneficiando a más de cinco departamentos en el nororiente del país.
De hecho, el hospital ingresó en el ranking World’s Best Hospitals 2025 de Newsweek y Statista, un logro que reconoce la innovación médica, la seguridad del paciente y la excelencia de sus servicios médicos.
El teniente coronel Ricardo Hoyos, gerente del hospital desde abril de 2024, aseguró que las proyecciones para este año responderán a un modelo sostenible, enfocado en la adquisición de equipos médicos y la expansión de la atención médica a todo el departamento.
“Nuestro objetivo es claro: mantener la acreditación en salud y aumentar el porcentaje del sello de no discriminación”, explicó Hoyos. El hospital obtuvo la acreditación en salud en 2024, un reconocimiento que tiene vigencia hasta 2028. El reto es conservar los estándares de calidad para renovar esta certificación.
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Recibir este reconocimiento no es fácil. “Entre las 10.000 IPS de Colombia, solo 60 obtuvieron la certificación, y de ellas, 18 son instituciones públicas. Eso nos convierte en un referente de calidad en el servicio que ofrecen los hospitales públicos”, afirmó Hoyos.
El sello de no discriminación es otro logro significativo del hospital. En 2024 alcanzó un 97,4 % de no discriminación y ahora espera completar el 2,6 % restante para obtener la puntuación perfecta.
“Además de conservar la excelencia que fomentó la administración pasada, queremos que al final de esta gerencia el hospital cuente con nuevas acreditaciones”, aseguró. Actualmente, el hospital se prepara para cumplir los 44 criterios requeridos para certificarse como hospital universitario en 2027.

Un hospital sostenible
“Aunque el hospital cumple tres años sin riesgo fiscal, la sostenibilidad financiera sigue siendo un desafío. El 60 % de los ingresos proviene de entidades de salud como Nueva EPS, mientras que el 40 % restante depende de los desembolsos de Adres y de la cartera de migrantes, cuyos pagos suelen retrasarse”, expuso el gerente.
Frente a esto, y para cumplir sus obligaciones, como el pago de nómina de más de 2.270 empleados, el hospital adelanta la solicitud para agilizar los desembolsos que cubren la atención de poblaciones vulnerables. Además, presentó una solicitud ante el Ministerio de Salud para la financiación de nuevos equipos médicos.
“Queremos ser cabeza de red sin llegar al colapso de nuestro sistema médico. Lo lograremos con la adquisición de equipos especializados que aumenten la oferta de servicios en la región”, aseguró Hoyos.
El Hospital Universitario de Santander ampliará la red de angiografía primaria, procedimientos para estudiar los vasos sanguíneos; de electrofisiología, indispensable para identificar cambios eléctricos en el corazón, y de quimioterapia, con la compra de un acelerador lineal.
Hoyos aseguró que “al finalizar esta gerencia el hospital también contará con la dotación necesaria para prestar el servicio de cirugía cardiovascular, ese será uno de nuestros máximos logros”.
Para que estos avances tengan un impacto real, el hospital seguirá ofreciendo un servicio médico oportuno, humanitario y sin barreras, beneficiando a pacientes que llegan desde todas partes de Santander, Arauca, Norte de Santander, Bolívar, Cesar y de la región del Magdalena Medio.
“La inclusión es para todos, tanto para los pacientes como para nuestro personal”, aclaró Hoyos, destacando que lo más gratificante de su labor ha sido justamente contar con un personal calificado e inclusivo. Por ejemplo, cuenta con personal con discapacidad auditiva que atiende procedimientos de parto y fisioterapeutas con esclerosis múltiple.
Atención médica que trasciende
En 2024, el Hospital Universitario de Santander firmó un convenio con el ICBF para una campaña de prevención de la desnutrición en niños menores de cinco años y madres gestantes. A través del programa 1.000 días para cambiar el mundo, el hospital llevó alimentos a 19 municipios de Santander, beneficiando a más de 900 familias.
“No nos limitamos a cumplir la entrega de alimentos. También brindamos atención médica primaria en las veredas y territorios de difícil acceso, realizamos jornadas de vacunación y remitimos a los pacientes graves a los centros médicos más cercanos”, recordó Hoyos.
Debido al éxito de esta iniciativa, a finales de marzo se renovará el convenio con el ICBF con el propósito de beneficiar a más familias y extender la cobertura a los 87 municipios de Santander.