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Especial Casa Propia: los tres departamentos en los que vale la pena invertir

Quindío, Bolívar y Magdalena se convirtieron en un imán para colombianos y extranjeros que quieren invertir en vivienda. Este fenómeno ha generado empleo, desarrollo urbano y economías más prósperas. El sector se muestra optimista.

23 de agosto de 2025, 11:00 a. m.
Bolívar es una de las tres regiones que más impulsan la inversión extranjera en el sector vivienda.
Bolívar es una de las tres regiones que más impulsan la inversión extranjera en el sector vivienda. | Foto: iStock

En Colombia el sueño de tener casa propia dejó de limitarse a las grandes capitales. En los últimos años, algunos departamentos han dejado de ser simples escenarios turísticos para convertirse en verdaderos polos de atracción de inversión nacional y extranjera en vivienda, con un impacto directo en el empleo, el desarrollo urbano y el tejido social.

En esta lista se destacan departamentos como Quindío, Bolívar y Magdalena. Tres lugares que comparten ventajas competitivas como la belleza de sus paisajes, buena conectividad, políticas públicas que estimulan la adquisición de vivienda propia, gremios activos y un creciente flujo de compradores no residentes que ven en estas tierras mucho más que un lugar para vivir.

Quindío, una inversión segura

Entre montañas de café y arquitectura colonial, el Quindío ha encontrado la fórmula para seducir a quienes buscan un segundo hogar o una inversión segura. Gloria Milena Arango, gerente de Camacol Quindío, lo resume en tres palabras: paisaje, conectividad y calidad de vida.

La región no solo ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad por su paisaje cultural cafetero. También ofrece estabilidad económica, seguridad, hospitalidad y excelentes conexiones aéreas y terrestres. El resultado es un mercado inmobiliario en el que los compradores no residentes tienen un peso significativo.

Entre 2024 y 2025, 876 unidades de vivienda nueva en Armenia fueron adquiridas por personas que viven fuera del país, esto equivale al 22 por ciento del total de las ventas. El motor detrás de muchas de estas operaciones son las remesas: en el primer trimestre de 2025 el departamento recibió 70,92 millones de dólares, la cifra más alta del Eje Cafetero. Una inversión que se traduce en 144.819 millones de pesos, que además generaron 1.059 empleos directos y 2.540 indirectos, con un efecto dominó en 34 subsectores de la construcción.

El impulso, sin embargo, no se limita a lo económico. El Quindío también ha abrazado la sostenibilidad: Colombia ya es líder mundial en certificaciones EDGE y el departamento se ha convertido en referente nacional, gracias a los desarrollos inmobiliarios centrados en la innovación y el respeto por el medioambiente.

Camacol y las gobernaciones tienen un papel clave como embajadores de sus territorios para seguir estimulando la construcción.
Camacol y las gobernaciones tienen un papel clave como embajadores de sus territorios para seguir estimulando la construcción. | Foto: Getty Images/iStockphoto

El sector público también mueve sus fichas. Lina Marcela Roldán, gerente de Proyecta –empresa pública para el desarrollo territorial–, explicó que se ha estructurado una política desde 2024 sobre tres ejes: legalización y titulación, vivienda nueva (VIP y VIS) y mejoramiento habitacional urbano y rural. Además, a través de programas como ‘Cambio mi casa’ se han beneficiado 350 familias en nueve municipios, y gracias a un empréstito de 23.000 millones de pesos se financiarán 600 unidades nuevas y 350 mejoramientos. Finalmente, los procesos masivos de titulación buscan formalizar 20.000 predios, con impactos que van desde el acceso a servicios hasta el fortalecimiento fiscal.

Bolívar, un caso de éxito

En la Región Caribe, Bolívar juega una partida distinta pero igual de exitosa. Cartagena, joya patrimonial y puerto natural, ha reforzado su posición como uno de los destinos más atractivos del país para la compra de vivienda. Írvin Pérez, gerente de Camacol Bolívar, lo atribuye a la combinación de historia, playas, desarrollos modernos y un mercado abierto a compradores globales.

En 2024 se vendieron 3.401 unidades de vivienda No VIS en el departamento. De ellas, el 30 por ciento fueron proyectos con habilitación para alquileres temporales, un gancho para quienes apuestan por arrendamientos vacacionales. Según el gremio, el 20 por ciento de las ventas corresponden a compradores no residentes, en su mayoría de Estados Unidos y España.

Un factor determinante ha sido el acuerdo 143 de 2024, que otorga exención del impuesto predial por cinco a diez años y beneficios en valorización escalonada. Gracias a estas medidas, el segmento No VIS movilizó 2,27 billones de pesos en inversión, entre 20 y 25 por ciento provenían de compradores externos. Las remesas también han sido protagonistas: el departamento recibió 217 millones de dólares en el último año, con un claro predominio de envíos desde Norteamérica.

La zona norte de Cartagena concentra casi el 70 por ciento de las ventas del segmento medio-alto, respaldada por infraestructura moderna y precios competitivos del metro cuadrado. Además, ha crecido el interés por los lotes residenciales, que permiten una compra progresiva ideal para segundas viviendas o para proyectos turísticos.

Magdalena, mercado en expansión

En el Magdalena el panorama es otro, pero el resultado es bastante similar: inversión creciente y un mercado diversificado. Santa Marta, con su ubicación estratégica entre el mar y la Sierra Nevada, combina microclimas estables, historia –es la ciudad más antigua de América– y joyas naturales como el Tayrona.

Javier Quintero, gerente de Camacol Magdalena, señaló que más del 60 por ciento de los compradores en proyectos premium provienen de Bogotá, Medellín o del extranjero. Las licencias de construcción No VIS han crecido 8 por ciento anual en promedio, con un acumulado de 14 por ciento en los últimos 12 meses.

El impacto económico es notable: 76 por ciento de las unidades No VIS vendidas en tres años fueron adquiridas por no residentes, equivalentes a más de 10.000 viviendas. El volumen de negocio es de 7,19 billones de pesos, con 5,4 billones aportados desde fuera del departamento. Solo en el último año, estas operaciones generaron 21.249 empleos especializados y reforzaron industrias locales como arquitectura, ingeniería, turismo residencial y comercio.

Motores inmobiliarios

Luis Felipe Henao, exministro de Vivienda, ve en estas regiones un ejemplo claro de cómo el turismo y el patrimonio cultural pueden convertirse en motores inmobiliarios. Sin embargo, plantea la necesidad de una ley de segunda vivienda con incentivos fiscales similares a los que impulsaron el sector hotelero, y subraya que la clave para sostener esta tendencia se soporta en tres ejes: seguridad jurídica, seguridad física e infraestructura básica.

Para Henao, Camacol y las gobernaciones tienen un papel clave como embajadores de sus territorios, con ferias internacionales, alianzas con ProColombia y estrategias para capitalizar un tipo de cambio favorable. Lo cierto es que Quindío, Bolívar y Magdalena demuestran que la vivienda puede ser mucho más que un techo: es motor de empleo, catalizador de desarrollo y una herramienta para proyectar a Colombia como destino residencial global.