Empresas con equipos diversos aumentan sus ingresos hasta un 15%

El 60 por ciento de las compañías en Colombia ya cuentan con políticas de inclusión y diversidad, según la ANDI, una cifra que viene en aumento, si se tiene en cuenta que en el 2021 la cifra era del 21 por ciento.

De esta manera, las empresas le apuestan a un crecimiento económico sostenible, sin dejar a nadie por fuera de la ecuación, en entornos más equitativos, seguros y libres de discriminación. Así lo describió Felipe Cárdenas, presidente de la Cámara de la Diversidad, quien, además, explicó que la gente tiene necesidades distintas y reconocer eso permite construir diferentes soluciones para atenderlas.

“Crear entornos que generen inclusión empresarial y autonomía económica no solo es rentable, sino que no hacerlo perjudica los negocios y limita su crecimiento. Discriminar es un mal negocio”, dijo Cárdenas. Estas transformaciones se traducen en cifras: según McKinsey, las empresas con diversidad de género en sus equipos de trabajo crecen sus ganancias en un 15 por ciento.

Manuela Gómez, abogada y asesora del Grupo de Sexualidad Diversa de la Universidad Eafit, advirtió que implementar políticas de este tipo en el sector empresarial tiene un impacto bastante positivo, debido a que permite la consolidación de equipos más plurales. Esto también lo evidenció la firma Brain & Company en un estudio donde reveló que cuando los equipos comerciales son diversos, las ventas crecen en 19 por ciento.

Desde la justicia social, dijo la experta, hay una garantía de los derechos fundamentales, teniendo en cuenta que la inclusión en las empresas abarca la diversidad de género y sexual, de raza, de capacidades, generacional, cultural, religiosa, nacionalidad, entre otras.

“Se genera la posibilidad de que las personas se sientan más acogidas y libres, lo cual les garantiza el derecho a la libertad de expresión. Hace que los empleados sean más propositivos, sin miedo a manifestar sus opiniones, ideas o creencias. Sin duda, las empresas también mejoran en cuanto a la satisfacción, porque cuando un trabajador siente que sus derechos son respetados, se siente más valorado, lo cual genera más compromiso y una cultura de pertenencia”, explicó Gómez.

Otra fortaleza es que se reduce el riesgo de conflictos jurídicos porque al cumplir con las leyes que garantizan los derechos fundamentales, se minimizan las posiblidades de que se presente acoso o discriminación al interior de la empresa.

Según un informe de Deloitte, el 76 por ciento de las personas quieren trabajar en empresas que fomenten la diversidad, lo cual incrementa los niveles de retención de talento, evitando sobrecostos en contratación de recurso humano.

Uno de los elementos importantes para que las personas desarrollen ese sentido de pertenencia son, por ejemplo, los grupos de diversidad e inclusión donde se promueve el intercambio de experiencias entre las mismas personas. También es clave la promoción de talleres y capacitaciones para generar más empatía y respeto por los derechos al interior de las organizaciones.

“Cuando estas políticas trascienden el ambiente laboral tienen un impacto en la vida de los empleados en todos los ámbitos, trascienden del entorno laboral y van a todos los ecosistemas de los trabajadores”, precisó la abogada.

Por su parte, Cárdenas agregó que las empresas necesitan comprometerse en generar e impulsar espacios para nuevos liderazgos y hacer que los equipos de trabajo respondan a visiones diversas de la realidad, esto enriquece el impacto de los negocios.

La materialización de las políticas de inclusión y diversidad es un desafío constante para las empresas. El gran reto es que ocurra y trascienda más allá de la reputación corporativa, porque en el centro están los derechos de muchas personas.

“El escenario de la diversidad y la inclusión nos enseña a ver al otro y a la otra, para ser capaz de cuidarle como lo necesita. Por eso esta conversación es fundamental, porque tiene la capacidad de crear mejores empresas con mejores personas”, concluyó Cárdenas.