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El cambio demográfico está replanteando las prioridades sociales en Colombia: “Tal vez se necesite menos dinero para la infancia”
David Escobar Arango, director de una de las cajas de compensación familiar más importantes del país, habló de los nuevos desafíos que está sorteando el sector.

El rol de las cajas de compensación familiar en el desarrollo social del país parece quedar cada vez más en evidencia. Son las cuartas instituciones en las que más confían los colombianos, solo por detrás del SENA, la Cruz Roja y el Ejército, según Sabemos, un estudio del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga (ICP) y YanHass.
Por supuesto, ganarse ese lugar no ha sido fácil. Lo han hecho consolidando programas que le han permitido a millones de colombianos acceder a iniciativas de educación, salud, vivienda, turismo, empleo o cultura.
Precisamente, Comfama, la caja de compensación más antigua del país y que opera principalmente en el departamento de Antioquia, realizó recientemente su Asamblea General, en la que, además de presentar su informe de gestión del 2024, expusieron las oportunidades y desafíos para la organización.

Las palabras de David Escobar Arango, director de Comfama
Uno de los mensajes centrales de David Escobar Arango, director de Comfama, fue un llamado al Gobierno y a los diferentes actores de la sociedad a abandonar los extremismos ideológicos. “Este no es un momento para imponer, sino para buscar argumentos y construir futuro juntos. Las cajas de compensación hemos sido islas de confianza en medio del mar de desconfianza que a veces es Colombia”, destacó.
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A propósito, SEMANA habló con él para entender los nuevos retos que están afrontando.
SEMANA: Usted ha enfatizado mucho en la importancia de matizar y abandonar los extremismos ideológicos, ¿por qué?
David Escobar Arango: Las cajas de compensación son la cuarta institución con más confianza del país. Estar ahí es un honor y una responsabilidad. Cuando hablamos de matices, hablamos de confianza. Somos un laboratorio de cómo este país puede funcionar bien: demostramos que se puede hacer buena educación, buena empresa o buena salud, y además lo hacemos trabajando con todos: con el sector social, con los empresarios y con los gobiernos, sin importar nuestra posición frente a muchos temas.
SEMANA: En Antioquia es evidente el cariño de la gente por Comfama, ¿cómo lograron ese vínculo tan cercano con la comunidad?
D. E. A.: Esta fue la primera caja de compensación del país. Eso deja huella. Acompañamos a las familias desde la gestación de sus hijos hasta la educación continua de los adultos mayores. Para mí hay tres instituciones que son parte del alma de Antioquia: EPM, la Universidad de Antioquia y Comfama. Hay amor, orgullo, pero también mucha exigencia. Y eso nos gusta. Hemos sido muy buenos prestando servicios, pero también comunicándolos. Por ejemplo, todo el mundo tiene un recuerdo en los parques de Comfama, pero cada vez se mencionan más las bibliotecas, las casas, los cursos, los centros de salud… Además, en los últimos años, nos hemos expandido a municipios, y dentro de Medellín estamos abriendo sedes más pequeñas pero más cercanas a los barrios. Hemos cumplido lo que prometemos, y por eso nos quieren.
SEMANA: Comfama cumple ya más de 70 años de historia, ¿cuál es su visión para que sean más décadas de trabajo?
D. E. A.: Nuestra gran visión para Colombia es tener un país con una clase media consolidada. Los países son su clase media: la que crea, la que cuida la democracia, la que emprende. Y esa clase media no solo es económica, es multidimensional. Además, como cajas de compensación familiar no esperamos instrucciones. Como entidades privadas sin ánimo de lucro, nos adaptamos a los desafíos del momento. Hay dos grandes retos: el cambio demográfico —menos niños, más adultos mayores— y el cambio en la estructura del trabajo, cada vez más independiente y flexible. No esperamos a que nos regulen, sino que porponemos iniciativas que atiendan esas problemáticas, como sedes y servicios especializados para adultos mayores, y programas para independientes o freelancers en sectores como medios, cultura, software o música. Somos una especie de programa traversal de las empresas, pero que apoya las políticas sociales del estado en diversas áreas.

SEMANA: Entonces, ¿qué esperan de un gobierno?
D. E. A.: La palabra clave es coordinación. Hemos trabajado con 16 presidentes y trabajaremos con todos. Lo que pedimos es que los gobernantes acompañen debidamente las mejoras de las instituciones. Por ejemplo, con el cambio demográfico, así como hay que repensar las pensiones, hay que revisar qué reglas de juego hay que replantear en la compensación familiar, tal vez haya que repensar si se necesita menos dinero para la infancia, pero más para los adultos mayores. También necesitamos flexibilidad regional en el empleo, porque cada zona del país tiene necesidades distintas.
SEMANA: Hablando de empleo, uno de los grandes desafíos del país es la informalidad, ¿qué están haciendo desde Comfama al respecto?
D. E. A.: Precisamente estamos trabajando para impactar directamente la informalidad. Un ejemplo es nuestra expansión en zonas rurales como Urabá. Tenemos Comfama Regiones, que ya atiende a más de medio millón de personas. Nos acercamos a alcaldías y empresas locales para desplegar servicios en salud, educación, empleo, recreación y asistencia técnica. Además, llevamos diez años creciendo en afiliación de independientes. Hace cuatro años teníamos 18.000 afiliados independientes, hoy tenemos más de 41.000. Hace diez años, eran solo 3.000. Hoy somos la segunda caja del país con más independientes. Ellos encuentran en la caja oportunidades para sus negocios, para su bienestar. Y si me preguntas por una nueva frontera de la compensación familiar, diría que es el trabajo independiente.
SEMANA: ¿Cómo están manejando la crisis que enfrenta el sistema de salud?
D. E. A.: Somos prudentes en el corto plazo, pero profundamente optimistas a largo plazo. ¿Cómo hemos resistido este “invierno” de escasez de recursos? Cuatro cosas: trabajar con las EPS, con el gobierno, ser eficientes y usar tecnología. Tenemos 52 centros de salud y una clínica en Urabá, la más importante de la región, que atiende incluso a pacientes del Chocó y Córdoba. Lo que hemos hecho es buena gerencia. Frente a la reforma, hemos estado en la mesa, dando nuestra opinión y esperando que el Congreso tome la mejor decisión. También celebramos las decisiones de la Corte Constitucional ordenando al gobierno a aportar más recursos. Porque si hay un derecho fundamental es el de la salud, y es deber del gobierno garantizarlo.
El impacto de Comfama en Antioquia
Estas son solo algunas de las cifras más destacadas de los programas de Comfama:
- En 2024 impactaron a cerca de 4,3 millones de personas, gracias a los aportes de 123 mil empleadores.
- Sus ingresos, incluyendo las filiales, llegaron a 2,8 billones de pesos.
- 100.962 personas consiguieron trabajo gracias a la gestión de Comfama.
- Iniciaron las operaciones en Cerro Tusa, en articulación con la Gobernación de Antioquia y Activa.
- 5.180 estudiantes matriculados en la red de colegios Cosmo Schools.
- 81.225 millones de pesos invertidos en obras de infraestructura y proyectos de tecnología en 2024. Para 2025 esta inversión será de 146.308 millones de pesos.
- Inauguraron tres festivales culturales: Animación, en El Retiro; Vibra Urabá, en Apartadó, y Filosofía, en Envigado.