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Ecologizadores metropolitanos, la red ciudadana que promueve el cuidado del medioambiente en el Valle de Aburrá

Más de 300 mil personas de los diez municipios del Área Metropolitana del Valle de Aburrá han participado de esta iniciativa que incluye capacitaciones y experiencias que contribuyen a adoptar hábitos más amigables con el entorno.

3 de mayo de 2021
Medellín desde el cerro El Picaho, al occidente de la ciudad.
Medellín desde el cerro El Picaho, al occidente de la ciudad. | Foto: David Estrada.

Isabella López, estudiante del colegio de la Universidad Pontificia Bolivariana, y León Manrique, coordinador de la Red de Mesas Ambientales de Medellín, no se conocen, pero ambos cumplen con dos de los requisitos para formar parte de la red de ecologizadores metropolitanos del Valle de Aburrá: viven en esta subregión antioqueña y tienen interés en participar en iniciativas de protección del medioambiente.

Esta posibilidad está activa desde 2016. Andrés Felipe Álvarez, subdirector de Planeación Integral del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, explica que la idea es lograr que la ciudadanía se convierta en aliada de la gestión ambiental de la entidad, a través de acciones culturales y educativas. A lo largo de estos cuatro años se han sumado a la iniciativa cerca de 385.000 habitantes de los diez municipios; casi el 10 por ciento de la población total del territorio metropolitano. Solo en 2018, el programa contó con más de 230.000 participantes.

Manrique se vinculó hace dos años a través de las redes de ecohuertos y de mercados campesinos de Medellín. Desde entonces, ha recibido formación en temas ambientales. “Lo que más necesitan las comunidades es formación, por eso en los ecohuertos y las mesas ambientales nos interesan mucho estas capacitaciones. Para nosotros estos encuentros son un espacio de integración y sensibilización. Hay convocatorias en las que hemos tenido hasta 180 personas inscritas”, detalla Álvarez.

López se sumó a esta iniciativa hasta 2020 como parte de un grupo de 25 estudiantes que realizaría el Servicio Social Estudiantil implementado por la UPB. “Es un requisito que exige la institución para graduarnos y también un compromiso de la institución en su desafío de desarrollo sostenible”. Después de participar en encuentros de formación ambiental, los estudiantes ecologizadores debían formular proyectos en los que se plantearan soluciones para los problemas ambientales de sus entornos.

“Es una forma diferente de realizar la labor social, una manera más dinámica y educativa. No se trata de ir y trabajar únicamente. Los temas de cada capacitación son tratados desde distintas perspectivas y explicados por profesionales que saben muchísimo; además nos inculcan un principio muy importante de cuidado y protección del ambiente”, detalla López.

Corresponsabilidad ciudadana

Álvarez explica que el Área Metropolitana del Valle de Aburrá lleva más de 25 años trabajando temas de educación y cultura ambiental en este territorio, y con la red de ecologizadores metropolitanos se quiso reforzar el compromiso y la corresponsabilidad de los más de cuatro millones de habitantes del Valle de Aburrá. Esto es clave para atender los principales desafíos de la región como la calidad del aire, la protección del recurso hídrico y la adecuada disposición de residuos sólidos.

“Con esta red se pretende transformar el comportamiento de todos los ciudadanos, generando hábitos que contribuyan a tener un medioambiente sano”, apunta Álvarez.

La estrategia involucra a comunidades, instituciones educativas, empresas públicas y privadas mediante eventos, foros, talleres, encuentros en los que se comparten conocimientos y experiencias.

En 2020 el programa llegó a 29.800 ciudadanos. Una de las comunidades favorecidas fue la del corregimiento de San Cristóbal, en Medellín, donde cerca de 30 integrantes de la Mesa Ambiental de esta jurisdicción participaron entre los meses de mayo y julio del ciclo de educación ambiental dictado por profesionales de la Unidad de Educación y Cultura de la subdirección de Planeación Integral.

“Valoramos mucho el conocimiento compartido en cada sesión. Hay personas de la mesa que son campesinos, que tienen su tierra y cada tema es un aporte, por ejemplo, el de ecohuerta es vital ponerlo en práctica”, manifiesta Luz Dary Paniagua López, ingeniera ambiental integrante de la mesa.

La red se soporta en tres ejes de acción: competencias humanas, construcción de estilos de vida saludables y responsables con el medioambiente y transformación de los comportamientos.

El programa ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá fue reconocido, en 2020, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), como una buena práctica desde el componente educativo por promover el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La Unesco valoró la iniciativa como una estrategia que fomenta el análisis crítico de los problemas ambientales y genera una reflexión sistémica que permite tomar decisiones colaborativas en responsabilidad y corresponsabilidad ciudadana.