Sostenibilidad
De aceite usado a productos de aseo: un ciclo virtuoso de la gestión empresarial
‘Yo soil’ es solo uno de los programas de responsabilidad social del Grupo Altum. Se trata de un proceso de economía circular con productos generados en la operación. Esta organización también se interesa por destacar el papel de la mujer en sectores masculinizados como la seguridad privada.

El sector empresarial tiene un gran compromiso con la sociedad, pues el impacto generado a los trabajadores se puede replicar también a sus familias. Bajo esta premisa lidera Ana Rocío Sabogal, CEO del Grupo Altum, un holding de 40 empresas, 18 de las cuales están en Colombia, enfocadas en la prestación de servicios de vigilancia y outsourcing.
“Trabajamos en diferentes líneas de responsabilidad social que le apuntan a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, cuenta. Una de ellas es el programa ‘Yo Soil’ que recicla aceites de cocina empleados en la operación de las diferentes compañías, para convertirlos en productos de aseo como ceras y jabones que son empleados también en la operación. “Adicionalmente estamos educando a las personas en el uso de estos insumos que son altamente contaminantes”, agrega Sabogal.
Mujeres en seguridad: liderazgo, intuición y transformación del sector
Pero además del programa de economía circular, ‘Yo soil’, el Grupo Altum trabaja también por seguir posicionando el liderazgo femenino, particularmente en el sector de la seguridad privada en compañías del holding como Vise Ltda o Segurtec. Desde roles operativos hasta altos cargos de liderazgo, la presencia y aporte de las mujeres han dejado de ser una cuota para convertirse en una verdadera transformación.
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Una muestra de este cambio es el programa IPP Mujeres, que significa Intuición, Percepción y Protección desde las mujeres. Este modelo reconoce las capacidades propias del género femenino como un valor agregado en la gestión del riesgo. “Las mujeres, por naturaleza, somos protección. Seguridad es protección”, afirma Sabogal, al destacar que esa esencia se traduce en prevención e intuición, claves en la labor diaria del sector.
Las empresas del grupo en Colombia cuentan con más de 12.000 personas contratadas en el sector de servicios de seguridad, y aproximadamente el 40 por ciento del personal operativo son mujeres. Una cifra considerable si se tiene en cuenta que hace pocos años su participación era mínima y, en muchos casos, vista con escepticismo.
Más revelador aún es que el 80 por ciento de las gerencias de las empresas de seguridad están ocupadas por mujeres. Un dato que rompe estereotipos y consolida la confianza que han ganado a fuerza de resultados.
Este liderazgo no se limita a lo administrativo. Las mujeres están presentes en todas las áreas del servicio: son escoltas, supervisoras, guías caninas, operadoras tecnológicas. Muchas han hecho carrera: empiezan como guardas y ascienden a cargos de coordinación, dirección o gestión administrativa. “No es por cumplir una cuota, es porque realmente hemos encontrado un potencial importante en ellas”, aseguran desde la organización.
El enfoque femenino ha demostrado ser complementario al masculino. Su perfil preventivo, su alta capacidad de análisis y su intuición natural son hoy reconocidos como ventajas competitivas en la prestación del servicio. “Esas condiciones son muy útiles a la hora de gestionar riesgos, hacer análisis o plantear soluciones”, destaca la CEO de la organización.