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Cartagena invierte en atención integral para habitantes de calle y mujeres vulnerables. Estos son los resultados
La ciudad concentra esfuerzos en mejorar la inclusión y el desarrollo social, generando oportunidades y promoviendo el bienestar comunitario.
Cartagena avanza en la implementación de programas sociales que buscan transformar la vida de poblaciones vulnerables. Desde la atención integral a los habitantes de calle hasta la inserción laboral de mujeres de bajos recursos, la ciudad lidera iniciativas que priorizan la dignidad, el desarrollo humano y la inclusión.
Uno de los programas prioritarios es el de los habitantes de calle, que tiene como objetivo brindar soluciones integrales a esta problemática social. Hasta el momento ha logrado atender a 180 personas en situación de calle a través del hogar de paso Segundas Oportunidades.
En este lugar, los beneficiarios reciben alojamiento nocturno, alimentación, atención médica y psicosocial, formación laboral y la posibilidad de reconstruir vínculos familiares. Ana Milena Jiménez, Secretaria de Desarrollo Social del Distrito explicó que el programa incluye jornadas de caracterización, donde se expiden certificados para que estas personas accedan a servicios de salud, incluso sin documentos de identificación.
“Durante las intervenciones también les ofrecemos atención médica, peluquería, vestuario y un trato digno. La idea es generar un cambio positivo en su apariencia física y en su autoestima”, destacó Jiménez. Además, se realizan búsquedas activas para ofrecerles ingreso al hogar de paso, con capacidad para 80 personas donde reciben alimentación, ayuda psicosocial, y formación técnica.
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Entre las acciones destacadas del programa están las 72 jornadas de sensibilización en puntos críticos de la ciudad, promoviendo la confianza y motivando la aceptación de la oferta institucional. Además, se han realizado 21 jornadas de atención integral, en alianza con el sector salud, que han incluido servicios como medicina general, odontología, pruebas de VIH y tuberculosis, vacunación, y kits de aseo personal.
A la fecha, cuatro habitantes de calle han iniciado procesos de desintoxicación en clínicas especializadas, un logro que, según Jiménez, ha sido posible gracias a la articulación con EPS, el Hospital Universitario de Cartagena y la Arquidiócesis local. Esta última ha sido clave al ofrecer un comedor de día y acompañamiento espiritual. El programa también se ha centrado en la formación laboral, capacitando a 50 habitantes de calle en sublimado y estampado de prendas de vestir. Este enfoque fomenta la autonomía y reinserción laboral de los beneficiarios.
Las intervenciones se concentran en zonas como el Centro Histórico, el mercado de Bazurto, la Bomba del Amparo y la Terminal de Transporte, donde se registra mayor habitabilidad en calle. Aunque algunos prefieren mantenerse en esta condición, el programa ha logrado reintegrar a varios beneficiarios con sus familias. “Una vez ingresan al hogar de paso, se dignifican al bañarse, vestir ropa limpia y dormir en un lugar cómodo. Esto les da fuerza de voluntad para cambiar”, afirmó.
Iniciativas como la Ruta Cultural por el Centro Histórico, Cine al Parque y jornadas deportivas también han fomentado la inclusión social y cultural, destacando el derecho de estas personas a disfrutar del patrimonio y las actividades recreativas de la ciudad. “El próximo 11 de diciembre, durante la cena de Navidad en el Parque Centenario, compartiremos los testimonios de quienes han comenzado una nueva etapa en sus vidas gracias al programa”, detalló Jiménez.
Impulso Violeta: empoderando a las mujeres
Otra de las iniciativas destacadas es Impulso Violeta, que forma parte de la estrategia “Crece Cartagena”, la cual busca fortalecer las capacidades técnicas y laborales de mujeres en situación de vulnerabilidad. Jiménez explicó que la convocatoria atrajo a 800 mujeres, de las cuales 250 fueron seleccionadas por pertenecer a la categoría A del Sisbén, ser madres cabeza de hogar o cuidadoras, y tener interés en oficios como manicure y pedicure, maquillaje, gastronomía, trenzado y coctelería.
“Buscamos que las participantes se especialicen en un arte u oficio que las inserte rápidamente en el mercado laboral. Para esto contamos con alianzas con expertos reconocidos en cada área, como salones de belleza, restaurantes y gremios como Acodres, Asotelca y Asobares”, aseguró. Cada curso, con más de 40 horas de duración, combina aprendizaje práctico y liderazgo.
Los resultados son notables: de las 250 mujeres que iniciaron el proceso, 211 completaron con éxito su formación, representando una tasa de retención del 85%. Todas recibieron kits básicos para cada categoría, que incluían desde secadores profesionales hasta equipos de coctelería.
“El seguimiento posterior es clave. A mediados de diciembre se espera un informe detallado sobre las mujeres que han logrado vincularse formalmente a negocios en sus respectivas áreas. Para garantizar la sostenibilidad del programa, la Casa de la Mujer Heroica continuará ofreciendo capacitaciones mensuales”, añadió Jiménez.
El impacto del programa trasciende la formación, ya que muchas mujeres participaron en eventos de la ciudad, como La Muralla Soy Yo, Vive tu Plaza y las fiestas de la Independencia. Estas experiencias han generado ingresos y estrechado vínculos con sectores productivos, como la hotelería y la gastronomía.
La funcionaria también destacó la innovación del programa “Violeta al Volante”, orientado a formar mujeres como taxistas. “Queremos ampliar estas iniciativas que no solo son técnicas, sino transformadoras, porque generan ingresos y empoderan a las mujeres”, afirmó.
Alianzas que construyen
Ambos programas se sustentan en la colaboración con entidades públicas y privadas. En el caso de habitantes de calle, donaciones de hoteles y empresas privadas han sido fundamentales para garantizar insumos como toallas, sábanas y kits de aseo. Además, con una máquina sublimadora donada, algunos beneficiarios ya han comenzado a formarse en sublimación de suéteres.
Con todas estas estrategias Cartagena demuestra su compromiso con la construcción de una ciudad donde nadie se quede atrás. “Estos programas se replicarán cada año, consolidando una Cartagena más inclusiva y solidaria”, concluyó Jiménez.
*Contenido elaborado con apoyo de la Alcaldía de Cartagena.