MEDIO AMBIENTE

Incendios en la Ciénaga Grande ponen en riesgo los bosques de mangle

Pescadores y habitantes de la región alertaron sobre la presencia de conflagraciones en la zona que no han recibido ninguna atención, poniendo en peligro especies como peces y mangles; además de afectar la salud de los residentes dadas las grandes cantidades de humo que se registran.

4 de mayo de 2020, 7:45 a. m.
En la Ciénaga hay muchas hectáreas de manglar secas, que podrían facilitar el despliegue de las llamas. Foto: Guillermo Torres

Habitantes y pescadores de la Ciénaga Grande de Santa Marta advierten sobre la presencia de incendios que están poniendo en riesgo especies nativas como los manglares y generando mortandad de peces; además de la afectación en la calidad del aire que ya empieza a impactar la salud de los residentes en esta época de mayor susceptibilidad por el coronavirus. 

Pescadores del corregimiento de Tasajera, en el municipio de Pueblo Viejo, han informado sobre las grandes cantidades de humo que se están generando sobre la región, sin que ninguna autoridad haya tomado cartas en el asunto. En este municipio no hay cuerpo de bomberos y por eso la dificultad para que autoridades lleguen a atender la emergencia es mayor. 

Mapa de focos de incendios en la Ciéna Grande. 

La bióloga marina y doctora en ecología, quien ha estudiado en detalle los problemas de la Ciénaga Grande, Sandra Vilardy, manifestó que la información allegada indica que detrás de Trojas de Cataca, también conocido como Bocas de Aracataca, uno de los pueblos palafíticos que ha dejado de serlo debido a los crecientes niveles de sedimentación, se registran varias conflagraciones que pueden detectarse por las grandes cantidades de humo que se ciernen sobre la población; sin embargo, no se ha determinado el lugar exacto en el que se registra la emergencia.

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El riesgo, además de la afectación a la salud de los habitantes, es que las llamas comiencen a extenderse de manera incontrolada alcanzando los bosques de manglares nativos que están muy cerca de esta población, en la que habitan unas 25 familias. 

En otro punto de la región también se advierte sobre la misma problemática. En este caso, cerca al río Fundación, uno de los más importantes afluentes que baja de la Sierra Nevada de Santa Marta y que lleva agua dulce a la Ciénaga. Allí los pobladores advierten que el preciado líquido se está contaminando, ha tomado un color oscuro y ha comenzado a generar mortandad de peces. Los residentes de esta zona han hallado babillas moribundas, producto de las afectaciones de las llamas. 

Pescadores de los pueblos palafíticos. Foto: Guillermo Torres 

Vilardy asegura que este no es un tema recurrente y que desafortunadamente este año este problema se agrega a los que ya enfrentan los habitantes de esta zona. Uno de ellos y de los más importantes es precisamente la falta de agua potable. Hace un tiempo también se presentó otro incendio en zona rural de Santa Rita, un municipio que se encuentra en proceso de restitución de tierras, lo que agudiza los inconvenientes para quienes están tratando de recuperar sus terrenos.

A juicio de la experta, estas emergencias se están presentando en momentos en que los habitantes se ecuentran confinados, pero hay otras personas que aprovechan el instante para realizar quemas con el fin de habilitar terrenos para el desarrollo de proyectos agropecuarios, tema que también se ha convertido en un problema recurrente para los habitantes que viven en el perímetro de la Ciénaga y de los pueblos palafíticos, que se encuentran inmersos dentro de la misma, pues el agua no llega debido a las intervenciones que se realizan en los ríos que bajan de la Sierra: Fundación, Sevilla y Aracataca, para tomar el agua para el riego de cultivos. 

Es de recordar que muchas poblaciones que forman parte del perímetro de la Ciénaga Grande se encuentran en la pobreza, no cuentan con agua potable y tienen muchas necesidades básicas insatisfechas. 

Tanto Vilardy como los habitantes de la zona hacen un llamado urgente a las autoridades para que se pongan al frente de la emergencia con el fin de evitar que tome grandes dimensiones y termine causando una problemática ambiental mayor, en una zona que ya sufre de forma inmisericorde los efectos del cambio climático. 

Miles de habitantes de la zona viven de la pesca. Foto: Guillermo Torres