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“Cierren todo, menos las librerías”: Bélgica considera al libro un bien esencial

Al considerar que la literatura es vital para combatir los aspectos más duros del confinamiento, el país europeo da un estatus destacado al libro y también un rol a jugar en esta segunda ola que ya vive el viejo continente.

AFP or licensors
3 de noviembre de 2020
Una librería en París, una de tantas que se debate entre la vida la muerte, entre cierres y aperturas.
Una librería en París, una de tantas que se debate entre la vida la muerte, entre cierres y aperturas. | Foto: AFP

Bélgica, que endureció su confinamiento para enfrentar la segunda ola del nuevo coronavirus, mantiene abiertas las librerías, considerando el libro entre los “bienes esenciales” pues la literatura ayuda a sobrellevar la angustia de la pandemia.

“Nos parece esencial desarrollar una atención (...) a nivel de la salud mental de todos los belgas. La cultura tiene un papel enorme que desempeñar”, explicó el viceprimer ministro, Georges Gilkinet, al diario Le Soir.

El gobierno del primer ministro Alexander De Croo decidió un “confinamiento más severo” durante seis semanas, ordenó el cierre de todos los comercios no esenciales desde este lunes, pero las librerías podrán permanecer abiertas.

¡Es fundamental leer en confinamiento!", opina François Bellet, un jubilado de Bruselas.



Los libreros de Bruselas, que tuvieron que cerrar las puertas durante dos meses en primavera en la primera ola del virus, dicen estar satisfechos, y señalaron que han adoptado “todas las precauciones sanitarias posibles”.

“El libro corresponde a una clara necesidad en un período de angustia, de incertidumbres, que cada uno se refiere a su propia mortalidad, a la precariedad de la existencia”, dijo a la AFP Marc El Khadem, especialista del departamento de ciencias humanas en la librería Tropismes.

Bélgica, el país donde el virus circula más rápido en el mundo, el gobierno decidió un “confinamiento más severo” durante seis semanas.

Bélgica, con 11,5 millones de habitantes, tienen más de 6.000 enfermos por el coronavirus hospitalizados, más de un millar en cuidados intensivos.

El gobierno belga ya había impuesto a mediados de octubre el cierre de bares y restaurantes, la recomendación del teletrabajo y un toque de queda entre medianoche y las cinco de la mañana.