Cultura

La gestora cultural que quiere convertir a Valledupar en el Nashville del vallenato

Con un amor profundo por sus raíces, Julieth Peraza, cofundadora de la Fundación Cocha Molina, ha creado un modelo cultural que mezcla educación, tecnología y tradición, formando a miles de niños y jóvenes como músicos y guardianes del folclor.

21 de mayo de 2025, 6:47 p. m.
Julieth Peraza, escritora y gestora cultural, impulsa proyectos artísticos y educativos centrados en el folclor vallenato por medio de la Fundación Cocha Molina.
Julieth Peraza, escritora y gestora cultural, impulsa proyectos artísticos y educativos centrados en el folclor vallenato por medio de la Fundación Cocha Molina | Foto: Inspira Productora/Fundación Cocha Molina

Desde el vibrante corazón del Caribe colombiano, en Valledupar, la cuna del vallenato, Julieth Marcela Peraza Torres, escritora y gestora cultural, impulsa proyectos artísticos y educativos centrados en el folclor vallenato por medio de la Fundación Cocha Molina, una organización sin ánimo de lucro que lleva música, identidad y esperanza a cientos de niños y jóvenes de la región.

Peraza no solo se dedica a preservar el legado del vallenato, sino que también busca resignificarlo por medio de la pedagogía, la inclusión y la innovación. Con una firme creencia de que el arte puede transformar realidades, ha creado una propuesta cultural que fusiona tradición y tecnología, historia y futuro. “Nuestro sueño es que Valledupar se convierta en el Nashville colombiano, la capital de la música. Y vamos por buen camino”, afirma con entusiasmo.

Desde 2020, su fundación ha sido un semillero de ideas transformadoras. Uno de sus logros más recientes es el cortometraje Sueña en grande, que se inspira en el cuento Nada está completo. La historia nos lleva a la infancia del maestro Gonzalo Arturo ‘El Cocha’ Molina, ganador de las categorías Rey Vallenato Aficionado, Rey Vallenato Profesional y Rey de Reyes, del Festival de la Leyenda Vallenata, quien es esposo de Peraza. Este proyecto fue realizado por estudiantes del Sena, sede Cesar, como parte de un ejercicio pedagógico que busca inculcar en las nuevas generaciones el valor de la identidad, la superación y la música como herramienta de cambio.

Su voz firme y su visión clara la han convertido en un referente de empoderamiento femenino en un género que históricamente ha sido dominado por hombres. “En este género, las mujeres hemos sido más musas que protagonistas. Nos han invisibilizado. Pero nosotras también tocamos este acordeón, y cuando lo hacemos, cambiamos el alma de nuestra tierra”, afirma con convicción.

Una de sus iniciativas más innovadoras es el Programa Cocha Molina, que nació en plena pandemia, cuando su hijo imitaba a su padre tocando el acordeón desde el teclado de un computador. De esa imagen cotidiana surgió una plataforma de educación virtual que tiene como objetivo ofrecer programas de formación artística, enseñando vallenato a través de medios digitales, comenzando con clases iniciales en teclado y, luego, migrando al instrumento tradicional. Hasta ahora, más de 3.000 niños y jóvenes se han formado en esta escuela, desarrollando habilidades musicales que van más allá del aula.

Pero ella no se detiene ahí. Es cofundadora del primer museo interactivo de música vallenata del país, un espacio donde la tecnología, la emoción y la pedagogía se entrelazan para contar la historia del folclor a través de una experiencia inmersiva. “Aquí los niños tocan, sienten y aprenden que esta música también les pertenece”, destaca. El Museo Cocha Molina, que ha sido declarado Bien de Interés Cultural del Cesar, se ha convertido en un atractivo turístico y cultural en Valledupar.

Museo interactivo de la música vallenata en Valledupar
Museo interactivo de la música vallenata en Valledupar | Foto: Fundación Cocha Molina

La historia que acompaña a Peraza inspira no solo a aquellas mujeres que anhelan deshacer los techos de cristal, sino a quienes creen en el poder del arte como herramienta de transformación. “Yo quiero seguir creando escenarios en los que las nuevas generaciones, sobre todo las mujeres, encuentren su lugar en la historia musical del Caribe”, concluye.