Especial Liderazgo Empresarial Femenino
La arquitecta que transformó la Utadeo: “Encontré un equipo que creyó en mis ideas”
Liliana Álvarez Revelo ha consolidado un modelo de liderazgo que pone a las personas en el centro y recalca la importancia de seguir creando espacios para visibilizar la capacidad de las mujeres en la educación del país.

Con una trayectoria de 25 años en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, Liliana Álvarez Revelo, vicerrectora administrativa, ha construido un legado con la transformación administrativa de la Institución. Arquitecta de profesión y líder por vocación, su paso por la Universidad ha estado marcado por la consolidación de procesos estratégicos y una gestión basada en la escucha, la empatía y el trabajo colaborativo.
¿Cómo inició su camino en la Universidad Jorge Tadeo Lozano?
LILIANA ÁLVAREZ REVELO (L.A.R.): Llegué como residente de obra con la constructora encargada del módulo 7. Pronto me ofrecieron quedarme en el área de Desarrollo Físico. Era muy joven, pero ese fue el punto de partida de un camino que hoy suma 25 años. Después estuve al frente de la Jefatura de Mantenimiento por una década, pasé a la Dirección Administrativa y desde hace seis años soy la Vicerrectora Administrativa.
De la arquitectura al liderazgo estratégico, ¿cómo vivió esa transición?
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L.A.R.: La arquitectura me enseñó a planear, ejecutar y transformar espacios. Desde la gestión administrativa he podido ampliar esa visión, liderando procesos, personas y proyectos. Sigo vinculada al desarrollo físico, pero encontré en la planeación y el trabajo colaborativo una vocación profunda. Ese equilibrio me ha permitido liderar con sentido estratégico.
¿Qué transformaciones ha impulsado durante estos años?
L.A.R.: Desde el plano físico, hemos desarrollado espacios emblemáticos como el Edificio de Artes y Diseño, el CIPI y TadeoLab, dentro de un plan de transformación del centro de Bogotá. Pero el cambio más significativo ha sido organizacional: pasamos de un modelo funcional a uno por procesos, certificado en ISO 9001:2015, con más de 20 procesos activos con cinco servicios clave. También transformamos áreas como atención a la comunidad universitaria, aprovisionamiento y gestión documental. Uno de los hitos ha sido la creación de las Células Ágiles Utadeo, una metodología que impulsa la innovación desde equipos interdisciplinarios.
¿Cuál ha sido el mayor reto desde su rol como vicerrectora?
L.A.R.: Sin duda, asumir el cargo dos meses antes de que comenzara la pandemia. Fue una prueba compleja desde lo humano y lo operativo, que exigió una rápida adaptación y una gran capacidad de escucha y colaboración. Sin embargo, en medio de ese escenario tan desafiante surgió una de las iniciativas que más satisfacción me ha dado: las Células Ágiles Utadeo, que decidí impulsar como una herramienta de gestión para movilizar equipos interdisciplinarios en torno a soluciones concretas que mejoraran la experiencia de estudiantes, docentes y administrativos. Aunque al principio hubo temores, encontré personas que creyeron en la idea y me ayudaron a hacerla realidad. Hoy, esta iniciativa es reconocida dentro y fuera de la Universidad, y para mí representa un logro profundamente significativo.
¿Cómo definiría su estilo de liderazgo?
L.A.R.: Me identifico con un liderazgo cercano, humano y colaborativo. Creo en la importancia de escuchar, confiar y construir en equipo, entendiendo que cada miembro de este es fundamental. Siempre les digo que somos como una mesa: si una pata falla, todo se tambalea. Liderar también implica conocerse a uno mismo, reconocer fortalezas y límites, y entender que como seres humanos podemos equivocarnos.
¿Cómo ve el liderazgo de las mujeres en el sector de la educación?
L.A.R.: Las mujeres siempre han tenido un papel protagónico en la educación, especialmente en la básica y media, donde históricamente muchas instituciones han sido lideradas por rectoras. Sin embargo, en la educación superior nuestra presencia en cargos directivos ha sido menos visible, aunque eso está cambiando. En Utadeo, por ejemplo, tuvimos nuestra primera rectora mujer en 2012, y desde entonces se han fortalecido los espacios para el liderazgo femenino. En la Vicerrectoría, incluso, hemos sido más mujeres que hombres. Creo que las mujeres somos rigurosas, comprometidas y transformadoras, pero aún necesitamos visibilizarnos más. El camino está abierto y las condiciones, cada vez más, nos invitan a ocupar estos espacios con confianza.
¿Cuál considera que es el legado que deja desde su liderazgo?
L.A.R.:Más que un legado, me siento satisfecha de haber demostrado que cuando se lidera con las personas, escuchándolas y trabajando a su lado, es posible alcanzar metas institucionales y transformar realidades. Mi apuesta ha sido y seguirá siendo poner en el centro a quienes dan vida a la Universidad: estudiantes, profesores y administrativos. Si logramos que su experiencia en la Institución sea más fácil, más humana y más significativa, estaremos haciendo bien nuestra labor. Liderar también es saber soltar, confiar y permitir que otros crezcan, y eso, para mí, es parte esencial del legado.
¿Cómo proyecta a Utadeo en la próxima década?
L.A.R.: La imagino como una universidad aún más innovadora, con un modelo educativo en constante evolución que responda a los desafíos del entorno y forme líderes íntegros, críticos y profundamente humanos. Desde la gestión, seguiremos fortaleciendo procesos con apoyo tecnológico -incluida la inteligencia artificial-, pero siempre con un enfoque centrado en las personas: estudiantes, profesores y administrativos. Nuestro reto será mantenernos a la vanguardia sin perder de vista lo esencial, que es transformar vidas desde la educación.
*Contenido elaborado con el apoyo de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.