CIUDAD

Construcción de ciudad sostenible

El desarrollo sostenible es un concepto que surgió hace varios años debido a las crisis ambientales que se dieron en el mundo. Hoy es una de las ideas que más se trabajan en Colombia.

2 de noviembre de 2018
| Foto: Comercial

La noción ‘ciudades para un territorio sostenible’ surgió a partir de la crisis mundial que se dio por la supuesta ausencia de petróleo en los años 70, que llevó a la creencia común de que en 20 o 30 años se agotarían las reservas de crudo. De allí se generó en la industria del petróleo una tendencia por el manejo más eficiente de los combustibles, a la par que se intensificó la explotación, al nivel que hoy existen reservas almacenadas para 100 años en el planeta.

Así se generó una problemática que incluía temas ambientales y sociales desde donde nació la comisión Brundtland, que dedicada al desarrollo del medio ambiente, lanzó el informe ‘Nuestro futuro común’, en la década de los años 80, en el que se difundió por primera vez el término desarrollo sostenible y se definió como aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones. Todo esto termina desprendiendo una conciencia global hacia la sustentabilidad ecológica en la que se busca generar procesos amigables con la naturaleza.

Esta tendencia mundial generó corrientes ambientalistas de protección al planeta, acompañada del desarrollo de investigación sobre el cambio climático, la capa de ozono, el manejo de la basura y los residuos industriales, entre otros; generando una serie de medidas sistemáticas y globales en búsqueda de mitigar las consecuencias de las alteraciones ambientales.

Todas estas reflexiones empezaron a aterrizarse fuertemente en Colombia después de la Constitución Política de 1991, hasta el punto que se creó un Ministerio del Ambiente, que es el encargado de velar y supervisar que las actividades productivas no dañen las condiciones del ambiente y se conserven zonas de protección a ríos, quebradas, yacimientos de agua y paramos, entre otros ecosistemas estratégicos.

Impactos en el territorio

Hace algunos años las ciudades no eran tan importantes como el campo, ya que este último era la zona de producción de alimentos y de movimiento comercial. Después de las dinámicas de transformación urbana, la ciudad cobró relevancia, ya que se convirtió en centro de producción.

Para Alexander Niño, coordinador de la maestría en Urbanismo y Desarrollo Territorial de la Universidad del Norte, y experto en la materia, se ha venido dando una desconexión entre la ciudad, el campo y el territorio: “La ciudad empezó a desarticular al territorio, hasta el punto que este se convirtió por una parte en la fuente de alimento y materias primas; y por otra, en un inmenso espacio para el depósito de basuras. Entonces, las ciudades crean mecanismos como rellenos sanitarios donde arrojan residuos que terminan dañando el suelo, el agua y el aire; que junto con la producción de sustancias químicas peligrosas y procesos industriales de tecnología generan altos niveles de contaminación”.

De manera opuesta a la tendencia depredadora de la ciudad sobre el ambiente, han surgido ideas para que los centros urbanos generen mecanismos que disminuyan el daño ambiental creando estrategias entorno al desarrollo sostenible. Así, las ciudades instalan plantas de tratamiento de agua residuales, generan procesos de reciclaje de basuras y aumentan los controles sobre las emisiones de gases industriales.

“En ese concepto de concordia con el ambiente, es donde empieza la reflexión profunda para entender las dinámicas en relación con los procesos metabólicos que puedan darse entre la ciudad y el territorio. Esto implica reconstruir a la ciudad como un organismo armónico, que genere una relación solidaria con el territorio, es decir, que consume materias primas para sus estructuras y genera residuos, que ahora deben ser fácilmente absorbidos en un nuevo ciclo ecosistémico” afirma Alexander Niño.

La academia

Desde la maestría en Urbanismo y Desarrollo Territorial de la Universidad del Norte se ha venido trabajando el tema de las ciudades y el desarrollo sostenible, cuya base disciplinar busca que las personas cuestionen los temas urbanos y cómo estos se relacionan con el territorio, teniendo en cuenta metodologías para la evaluación y la planeación urbana, para construir y emplear instrumentos que les permitan la búsqueda de la armonía de estas dinámicas del territorio y proponer nuevas alternativas.

Por ejemplo, en una de sus investigaciones desarrollada en el cerro de La Popa, en Cartagena, se identificó a una comunidad que enfrenta una problemática de pérdida de calidad ambiental y deforestación en medio de la ciudad.

“Allí se identificó al cerro como un ecosistema estratégico que provee servicios ambientales valiosos para la comunidad, el trabajo de campo y las conclusiones demuestran que La Popa genera alimentos de uso cotidiano para la gente, además, existe una clara conciencia sobre la necesidad de conservar este espacio por parte de la comunidad. Asimismo, se resalta que existe una distancia entre las políticas de planeación y la realidad social, por lo que este tipo de investigaciones ayudaría a la administración Distrital para generar procesos de planeación participativa” concluye Niño.

Así, la Universidad del Norte ofrece desde los procesos de investigación de su maestría en Urbanismo y Desarrollo Territorial, una importante alternativa para que profesionales, comunidades y entes administrativos aprendan a reconocer que el ambiente tiene una serie de servicios ecosistémicos, que bien cuidados ofrecen diversos recursos como alimentos y espacios ambientalmente valiosos, mejorando la armonía entre la ciudad y el territorio.