Liderazgo
Cómo encontrar el valor diferencial para marcas personales y empresariales
Los líderes que conocen su valor diferencial actúan con autenticidad, seguridad y visión de servicio para sí mismos y los demás, dice la psicóloga Tatiana Ravé, experta en diferenciación de marca personal y empresarial.

Descubrir el valor diferencial de cada persona y de cada empresa es clave tanto en el desarrollo de marcas personales auténticas como en la construcción de marcas corporativas coherentes y genuinas que se conecten emocionalmente con sus públicos y fortalezcan su cultura interna.
Eso hace posible Tatiana Ravé, directora de WT Psicólogos, quien ayuda a personas y empresas a descubrir su valor diferencial en un mundo cada vez más competitivo, en el que “la visibilidad no garantiza relevancia y la exposición no implica autenticidad”, como ella dice, sino en el que cada quien pueda “encontrar aquello que lo hace verdaderamente único”.
Psicóloga y consultora experta en marca personal y diferenciación estratégica, Rave utiliza una metodología que integra análisis psicológico, narrativa identitaria y visión de negocio.
La primera estrategia la denomina ‘Marcas personales con valor diferencial’, con la que ayuda a mirar con otros ojos la historia de aquellos profesionales que tienen logros importantes desde el hacer, pero que se encuentran desconectados de su ser, con un sentimiento de vacío interior.
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“La marca personal no se construye desde lo que uno quiere parecer, sino desde lo que uno realmente es”, afirma la experta. No solo se forja en el éxito, sino desde los momentos de quiebre, las necesidades emocionales no resueltas y los patrones inconscientes que se repiten; por eso, es importante trabajar con toda la historia de la persona.
“Lo que antes fue vulnerabilidad hoy se convierte en capacidad única de aportar valor”, afirma Ravé, para explicar que la estrategia permite a las personas transformar sus experiencias difíciles en fortalezas, reconociendo el valor de lo que han aprendido a hacer de forma natural para superar las adversidades y convirtiéndolo en el eje de una marca personal auténtica, coherente y con propósito.
“No es suficiente tener talento o experiencia. Hay que saber quién eres, qué aportas al mundo y cómo contarlo de forma coherente”.
La segunda estrategia, a la que llama ‘Empresas con identidad y cultura coherente’, apunta al fortalecimiento de la cultura interna, la marca empleadora y el liderazgo humano de las organizaciones que asesora. Su propuesta recalca que la verdadera diferenciación empresarial no está en copiar tendencias, sino en recuperar y potenciar la identidad de esa misma organización.
Para ello, acude a procesos de employer branding (promoción de imagen positiva), y de liderazgo y bienestar organizacional, con el fin de alinear la estrategia de negocio con el propósito profundo de la empresa. Esto genera conexión entre los equipos y fomenta entornos donde las personas se sientan vistas, valoradas y comprometidas.
“Una empresa con propósito claro, liderazgo humano y cultura coherente no solo atrae talento, lo retiene, lo desarrolla y lo convierte en embajador de marca”, señala.
El valor diferencial es clave tanto para marcas personales como empresariales: “En las primeras permite proyectar autenticidad y propósito; en las segundas, fortalece una cultura humana y un liderazgo coherente y virtuoso”, concluye.