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Vargas Llosa rompe su silencio y niega que los celos hayan sido el motivo de la ruptura con Isabel Preysler
La socialité filipina anhelaba casarse con el escritor, pero el Nobel peruano no lo tenía entre sus planes. La familia del autor dice que ambos eran de “mundos muy distintos”.
El pasado 28 de diciembre, el mundo del entretenimiento se sorprendió con el anuncio de Isabel Preysler, a través de la revista ¡Hola!: “Mario y yo hemos decidido poner fin a nuestra relación definitivamente”.
De esta manera, la socialité filipina de 71 años anunciaba el fin de su relación de 8 años con el escritor Mario Vargas Llosa, de 86, argumentando que el motivo radicaba en los constantes e injustificados celos del autor peruano.
Sin embargo, a las pocas horas del anuncio, el círculo más íntimo de la familia del Nobel de Literatura dejó filtrar a la prensa que otras serían las verdaderas razones de esa separación definitiva.
La periodista española María Patiño, del programa Sálvame, contó que la familia Vargas Llosa le explicó que “Isabel Preysler no ha contado la verdad” ni las verdaderas razones sobre la separación el autor, una ruptura que se especulaba con fuerza en la prensa de España, desde hacía meses, debido a que ya no se les veía en eventos públicos y tomaban vacaciones por separado.
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A mediados de diciembre pasado, y según cuenta ¡Hola!, tras una escena de celos el escritor habría abandonado la vivienda de su pareja, en la urbanización Puerta de Hierro en Madrid, en donde convivían. Vargas Llosa se habría instalado después en su casa en el centro de la capital española. Esta, sin embargo, no habría sido la única gran crisis de una de las parejas más mediáticas y atípicas de la prensa del corazón.
Pero de regreso a Madrid, después de pasar fin de año en París con sus hijos, Vargas Llosa rompió su silencio. Y aunque el Nobel no quiso dar más detalles a la prensa, sí desmintió que los celos hayan sido la causa de su separación. “Los motivos de la ruptura no existen”, aseguró a las afueras de su casa el 1 de enero, preguntado por la prensa.
¿Un cuarto matrimonio?
Según la familia del escritor, Preysler empezó “a tener una importante petición para Vargas Llosa. Y en repetidas ocasiones, desde hace aproximadamente 6 meses, solo tiene un deseo, casarse, pero él no se quiere casar. Se lo vuelve a pedir, porque si el día de mañana te pasa algo yo no voy a ir al funeral como la amante de Mario Vargas Llosa”, le habría dicho al autor varias veces, contó la periodista María Patiño.
La última petición de matrimonio por parte de Preysler se habría producido hace apenas unos escasos días, pero él insistió en su negativa. Y asegura Patiño que esa, en realidad, es la auténtica razón de la ruptura. Una separación sobre la que aún parecen quedar muchos detalles por desvelar.
Entonces, lo que buscaba en realidad Isabel Preysler era un cuarto matrimonio en su vida.
Se sabe que ella llegó a España desde Manila, Filipinas, con solo 17 años por orden de sus padres, que pretendían alejarla de un amor que consideraban inapropiado.
Pero en España acabó en los brazos de Julio Iglesias, con quien tuvo a Chabeli, Julio y Enrique. Luego del cantante, se casó con un noble, Carlos Falcó, y después con un ministro socialista, Miguel Boyer.
El peruano, por su parte, ya tiene a cuestas dos matrimonios: el primero con la escritora boliviana Julia Urquidi Illanes. Se casaron en mayo de 1955, cuando Vargas Llosa estudiaba con muchas dificultades económicas en París. Tenía 19 años y Urquidi era 10 años mayor, además de ser hermana de Olga, la tía política del escritor. Sería a ella a quien le dedicaría una de sus novelas cumbres: La tía Julia y el escribidor.
Su segundo matrimonio sería justamente con una sobrina de Julia, Patricia Llosa, con quien el autor estuvo casado por más de 50 años y con quien tuvo tres hijos.
Dos mundos distintos
Tras el anuncio de la separación, el entorno más cercano del escritor describía a la pareja como “dos personas de mundos muy distintos”. “Eran incompatibles: él interesado por la cultura, ella por el espectáculo y los eventos sociales. Hay un abismo entre ambos”, explicaron. Y a eso agregaron las discrepancias en sus estilos de vida y la falta de planes en común.
También cuestionaban el permanente deseo de Preysler de figurar en los medios y no ahorrar detalles sobre su relación personal con el escritor, situación que siempre habría incomodado a Vargas Llosa.