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Toman radical decisión en el ‘Desafío siglo XXI’ por delicado tema de participante; noticia dejó frío a más de uno
El formato anunció un movimiento inesperado dentro del juego.


En uno de los episodios más recientes del Desafío siglo XXI, los seguidores del programa fueron testigos de una de las pruebas que más revuelo causó entre la audiencia: el temido Box Rojo. Esta competencia se caracteriza por su alto nivel de exigencia física, ya que combina fuerza, contacto directo con el oponente y gran resistencia ante los embates del rival.
Aunque la prueba correspondía a la etapa de Sentencia y Hambre, los equipos procuraron mantener la estrategia y el control para obtener la ventaja de esta fase. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos colectivos, una participante en particular se robó la atención del público debido a un inconveniente físico que comprometió su rendimiento.
Se trató de Cami, la exlíder del equipo Alpha, quien no logró culminar su participación debido a una dolencia que se agravó durante el reto. Por decisión de la producción, la creadora de contenido fue retirada para ser puesta en reposo, mientras sus compañeros enfrentaban con intensidad a los equipos Beta, Omega y Gamma, en busca de una victoria que parecía indispensable.

Aunque se mostró fuerte y decidida a seguir, la producción optó por darle prioridad a su salud y se tomó el camino de que abandonara la competencia, evitando que los daños en su pie fueran peores.
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De hecho, el equipo del Desafío siglo XXI anunció la salida de Cami, asegurando que por orden médica era lo correcto. La participante tuvo que dejar la competencia en pleno inicio, mostrándose clara en que sabía que era lo que debía hacer, pues su extremidad se vio comprometida.
En un diálogo, que fue compartido por la cuenta oficial del Desafío, la ahora exdesafiante comentó lo que ocurrió fuera de cámaras, hablando con el médico para entender la magnitud de su lesión. El especialista le informó que tuvo un esguince grado tres, el cual debía esperar para saber si se operaba o se manejaba distinto.
“Yo tuve un esguince grado tres, el doctor me dijo que tengo un esguince alto y bajo y tuve una ruptura de ligamento, es decir, algo grave. Me dijo que en dos meses me veía y ahí se determinaba si tocaba operar”, afirmó, explicando el daño que tuvo.
“Me mandaron 30 terapias a ver si mejora, o si no, se mira la posibilidad de una operación, pero ese fue el diagnóstico que me dieron”, agregó.
En la charla, admitió el temor que sintió al ver que algo pasaba en su cuerpo tras dicha caída, por lo que intentó mantener la calma y esperar a que el dolor bajara. Aunque recibió advertencias de sus colegas de equipo para llevar mejor la prueba, estaba en un estado “automático” que no le permitió seguir las recomendaciones y falló.
“Ahí se ve que yo intenté mover el pie y yo decía ‘no puedo, me duele mucho’. Después fue el paramédico, me tocó, como que se sentía algo raro y el pie empezó a hincharse y él me dijo ‘no, no puedes seguir en esta competencia’”, comentó.