Steven LaBrie, integrante del cuarteto de ópera masculino ‘Il Divo’ habló con SEMANA, “un matrimonio, pero con cuatro hombres”

Tres años después de su última presentación en Colombia, Il Divo, el cuarteto vocal que está revolucionando el concepto del pop operático, regresará a Bogotá como parte de su World Tour 2025. Desde su creación en 2003, Il Divo ha sido sinónimo de sofisticación musical, una fusión entre la música clásica y los grandes éxitos del pop, interpretados con técnica lírica y sensibilidad contemporánea.

Compuesto originalmente por Carlos Marín, Urs Bühler, David Miller y Sébastien Izambard, la agrupación regresa a Colombia renovada junto con el barítono estadounidense Steven LaBrie, quien reconstruyó el cuarteto luego del lamentable fallecimiento de su fundador en 2022.

SEMANA conversó con LaBrie, quien nació y se crio en Dallas, Texas, pero tiene una fuerte herencia latina gracias a la influencia musical de su madre mexicana. El artista de 37 años, formado en la Academia de Artes Vocales de Filadelfia, conversó sobre la gira de la agrupación por Latinoamérica.

SEMANA: ¿Qué significa para el cuarteto la presencia en Latinoamérica y especialmente en Colombia?

Steven LaBrie: Dar conciertos en Latinoamérica es una experiencia muy especial porque el público latinoamericano es muy entusiasta: siempre gritan, siempre graban, siempre cantan con nosotros, conocen todas las canciones. Lo que la gente experimentará en esta gira y en Bogotá son conciertos más conectados con el público, porque el mundo ahora está muy desconectado con todo, la gente entre sí, por los celulares, las redes sociales, la inteligencia artificial. La verdad es que estoy muy emocionado porque esta gira empieza en Latinoamérica, el público más entusiasta del mundo. Incluso, el club de fans me mandó un video hace unos días para agradecerme porque íbamos a regresar y fue muy bonito. Me encanta el público colombiano.

SEMANA: Si alguien sueña con formar parte de Il Divo en un futuro, como seguramente usted lo hizo en su momento, ¿qué características debería tener esa persona?

S.L.: Yo conocí a Il Divo desde hace muchos años. Los escuché cuando tenía como 15 o 16 años; luego, los pude ver en vivo en Washington en 2013. Siempre fueron una influencia. Estar en un grupo es muy diferente a ser solista, porque somos cuatro hombres con opiniones, culturas y gustos muy diferentes. Hablamos mucho de qué vamos a hacer, cómo vamos a cantar, ideas que tenemos, y todos tienen opiniones diferentes. Entonces, tienes que aceptar lo que piensa el otro y acoplar tu idea a la de los demás. Es como un matrimonio, pero con cuatro hombres (risas).

SEMANA: En la larga lista de canciones que han interpretado, ¿cuál ha sido la más desafiante y por qué?

S.L.: Personalmente, debo decir que Hoy tengo ganas de ti de Alejandro Fernández, porque es muy intensa y es una canción muy famosa en muchas partes del mundo. Creo que nosotros hicimos un buen arreglo, pensamos mucho cómo queríamos hacer esa canción, y el resultado fue igual de intenso.

SEMANA: En 2006, Il Divo rompió un récord Guinness. ¿Tienen planeado superar otro en el futuro?

S.L.: El mundo de la música es muy diferente de como era antes. Yo no estaba en el grupo en esos tiempos, pero es diferente grabar un disco ahora. No tenemos ganas de superar algo o ganar un premio, solo queremos hacer música bonita, hacer conciertos y experiencias inolvidables para todos. Esa es la meta para nosotros. Ellos estaban con una disquera en esa época, y eso ayuda mucho porque hay más recursos.

Pero con este disco que lanzamos, Double X, por el vigésimo aniversario, hicimos todo nosotros: el repertorio, los arreglos, elegimos al productor, que también es colombiano, Carlos Fernando López. Trabajamos con él, fuimos todos al estudio para grabar, para tener un proceso creativo completo. Eso es lo que queremos hacer ahora.

SEMANA: ¿Está de acuerdo con la afirmación de que Il Divo está revolucionando la música clásica?

S.L.: Sí, por supuesto, porque nosotros lo que queremos hacer es explorar todas las posibilidades. Por ejemplo, hicimos un cover de la canción Crazy de Gnarls Barkley, que es muy rápida, con mucho ritmo, pero la hicimos más como una balada, con sonidos modernos y clásicos, con orquesta. Creo que hicimos un muy buen arreglo. También hicimos Despacito de Luis Fonsi, que todos conocen como reguetón, pero como una balada. Para mí, lo necesario es tener una melodía muy bonita y un mensaje bonito. Con eso podemos hacer lo que queramos con cualquier canción que exista, y eso podría responder al porqué de esa revolución en la música clásica.

SEMANA: ¿Cuál cree que es el legado de Carlos Marín no solo en la agrupación, sino en la música?

S.L.: Carlos era y es un artista icónico. Es inolvidable y su alma existe con nosotros en el escenario. Yo lo conocí dos veces en el backstage de unos conciertos hace muchos años. Nos saludamos muy rápido, pero no lo conocí como persona. Lo que sí puedo decir es que aprendí de la música escuchando su voz, porque tuve que aprender sus frases, sus armonías. Tengo muy clara su voz en mi mente. Mis compañeros me cuentan historias de él constantemente; tenía una personalidad muy grande, con mucha pasión. Para mí, por ejemplo, al inicio fue muy difícil porque tenía que apoyar a mis compañeros, que estaban muy tristes, desolados por la pérdida de su compañero, su hermano, su amigo. Ellos pasaron 18 años juntos casi todos los días. Como te dije, es un matrimonio. Fue muy difícil para todos. Por eso, la gira de 2022 fue tan bonita, porque quería honrar su legado y ayudar a la gente a procesar esa transición de este mundo al más allá. Creo que él siempre estará con nosotros, con los chicos, porque tienen muchos recuerdos con él. Todo es complicado en este mundo, nada es fácil, pero sin duda él sigue en el alma de la música y del grupo.

SEMANA: En un mercado en el que las plataformas de streaming dominan, ¿qué peso sigue teniendo el formato físico y los conciertos en vivo?

S.l.: Nosotros entendemos eso y por eso el último disco que hicimos; tenemos vinilo y CD. Los vinilos son más para colección, pero hemos vendido muchos porque salieron muy bonitos. La música en vivo es muy diferente a escuchar un CD o canciones en Spotify. Hay un intercambio de energía entre el artista y el público, y entre el público mismo. Muchos seguidores se aprenden el setlist completo y cantan con nosotros como pasa en Latinoamérica, que todos cantan con nosotros y hasta en varios idiomas. Esa es la belleza de la música: que no hay fronteras ni diferencias culturales. Todos viven la misma experiencia y eso me encanta.