Gente

María Elisa Camargo se sinceró sobre su situación sentimental y contó que condiciones tiene que cumplir un hombre para ser su pareja, “que no se anule ante mí”

La actriz María Elisa Camargo habla sobre su llegada a Hollywood, su conexión con Colombia y la música. También sobre las condiciones que debe cumplir un hombre para salir con ella.

Lorena Mahecha S.

Lorena Mahecha S.

Productora periodística

12 de julio de 2025, 8:07 a. m.
María Elisa Camargo habló con SEMANA sobre su llegada a Hollywood
María Elisa Camargo habló con SEMANA sobre su llegada a Hollywood. | Foto: Giorgio Del Vecchio

María Elisa Camargo vive la actuación como una travesía de resistencia, pasión y amor. Aunque nació en Ecuador, su sangre y corazón laten también con acento colombiano, gracias a sus raíces familiares y a una carrera artística que floreció en Bogotá. Desde sus primeros pasos en Factor X hasta convertirse en protagonista de importantes novelas, su versatilidad la ha llevado a cruzar continentes y conquistar nuevos formatos.

Hoy, tras casi una década viviendo en Los Ángeles, Camargo celebra su llegada a Hollywood. SEMANA conversó con la actriz sobre su trabajo con el reconocido actor Josh Duhamel, su pasión por la música, el teatro y el amor.

SEMANA: ¿Cómo llegó la oportunidad de trabajar en Hollywood y en Off the Grid junto a Josh Duhamel?

María Elisa Camargo: Pues todavía estoy digiriéndolo. Es de esas cosas difíciles de asimilar porque llevo casi nueve años viviendo en Los Ángeles persiguiendo ese sueño. Cuando le has metido tanto, y se ve tan imposible por tanto tiempo, es verdad que uno ya está a punto de tirar la toalla. Vivir en una ciudad tan cara, tan hostil a nivel espiritual y social, donde las conexiones humanas no son prioridad, es muy duro. Ahora, por fin se está dando esta época de “cosecha”. Con Off the Grid y también con Call of Duty estoy atravesando un momento increíble. El rodaje de esta película fue un proceso superinteresante, aunque más bien fue una crisis de ansiedad de un año.

Me gané el papel en medio del paro histórico de actores. Hollywood ya estaba difícil, con una crisis económica y de contenido, donde la gente consume más series en plataformas. Eso redujo mucho la oferta laboral. Encima, estaba esperando mi trámite de ciudadanía, entonces no podía salir del país. Me quedé atrapada en un país que no me daba trabajo. Además, me había quedado ilíquida por haber terminado de pagar un apartamento en la Florida, pensando que pronto llegaría otro proyecto y no llegó por un año.

SEMANA: ¿Y entonces cómo llegó ese casting?

M.C.: Fue el único casting en todo ese semestre. Ya estaban vinculados los nombres de Josh Duhamel y Greg Kinnear, que estuvo nominado al Óscar. Cuando llegó la oportunidad, pensé que no había posibilidad, pero igual le metí todo. Ese casting lo hice con las uñas. Estaba en Miami, sin mis luces, sin lector en inglés. Me tocó improvisar, reaccionar a respuestas que imaginaba. Un amigo me ayudó a montar el audio y, aun así, el director Johnny Martin vio algo en mí.

Imagínate que un director que ha trabajado con John Travolta, Al Pacino, Nicolas Cage vea algo en mí que otros no habían visto. Él me defendió a capa y espada cuando otros querían reemplazarme por alguien “más conocido”. Él me hizo un callback para hablar sobre valores y familia. ¡Eso en Hollywood es rarísimo! Él quería trabajar con gente ‘humana’ y eso cambió mi experiencia por completo en Hollywood.

SEMANA: ¿Qué aprendió de todo este proceso?

M.C.: Que a veces el momento más improbable se vuelve realidad. Me tocó confiar en mí, incluso cuando no había señales externas que lo justificaran. Fueron meses de ansiedad, de pensar que todo se iba a caer. Pero lo logré. Y todo porque alguien se tomó el tiempo de ver quién soy realmente, como actriz y como ser humano.

SEMANA: ¿Cómo fue trabajar con Josh Duhamel?

M.C.: Fue hermoso. Hice la tarea y estudié a todos mis compañeros, a Greg, a Josh, a todos. Vi entrevistas, películas, me estudié todo. Cuando finalmente llegué al set, Josh estaba grabando con el director y cuando terminó la toma, le dije: “Disculpa mi acento de Misisipi”. Y él: “¿Pero tú de dónde eres?”. “Colombiana”, le dije. “¿Y por qué no hablas latino? Si eso es lo que está de moda”. Y yo: “Gordo, deja así”. La experiencia de trabajo con Josh fue maravillosa. Me escuchó, respetó mis ideas, me permitió brillar. Fue una relación de tú a tú. Nada de estrellitas. Josh es supersencillo. Hasta se reía cuando le decía: “¡Lo primero que encontré sobre ti es que te tiras pedos en command!”. De verdad, fue un ambiente que me permitió entrar en paz, bajar la ansiedad y dar lo mejor.

María Elisa Camargo hace el papek de Katherine Obregón en Escupiré Sobre sus Tumbas
María Elisa Camargo hace el papek de Katherine Obregón en Escupiré Sobre sus Tumbas | Foto: CARACOL TELEVISIÓN

SEMANA: ¿De dónde viene esa relación tan estrecha con Colombia?

M.C.: Soy muy colombiana, duélale a quien le duela (risas). Soy hija de un boyacense de Tunja y una santandereana de Bucaramanga. Nací y me crie en Guayaquil, pero mi hogar era totalmente colombiano. No solo por mis papás, sino por toda una colonia de colombianos, en su mayoría caleños, que se establecieron en Ecuador por el boom de las camaroneras. Mi papá les construyó una urbanización de 17 casas y cada una fue ocupada por amigos suyos, también colombianos. Sus hijos eran como mis primos; vivíamos como una gran familia.

SEMANA: ¿Y cómo fue ese paso a Colombia?

M.C.: A los 17 me fui a Bogotá a estudiar Economía en Los Andes. Hice cinco semestres, pero siempre tuve ese bichito artístico dentro de mí. Mientras estudiaba, participé en la primera versión de Factor X con Farina, Yina y otros. Eso marcó el inicio de mi carrera artística en Colombia. Después vinieron novelas como La marca del deseo y Floricienta. A partir de ahí comencé a diversificar y a rebuscarme todo; como siempre, he sido muy echada pa’lante.

SEMANA: ¿La música sigue siendo una parte activa de su vida?

M.C.: Sí, aunque hoy estoy enfocada ciento por ciento en la actuación, nunca he abandonado la música. He tenido la fortuna de estar en proyectos en los que ambas cosas se cruzan, como en Tarde lo conocí, donde interpreté a Patricia Teherán. También canté la canción principal de Escupiré sobre sus tumbas. La música sigue viva en mí, solo que ya no la persigo como antes.

SEMANA: ¿Cómo está su corazón hoy?

M.C.: Estoy muy feliz, enamorada, y lo mejor es que no es alguien del medio. He aprendido que dos actores juntos es una receta difícil. Esta industria es inestable y a veces uno termina sintiéndose mamá del otro. Yo necesito admirar a mi pareja. No por su dinero, sino por su fuerza, su inteligencia, su capacidad de sostener su vida y tener claro su propósito.

SEMANA: Entonces, ¿qué necesita un hombre para conquistar a María Elisa Camargo?

M.C.: Debe tener carácter. Yo soy muy alfa, entonces necesito a alguien fuerte, seguro de sí mismo, que sepa ponerme en mi lugar si hace falta. Que tenga un universo propio, potente, que no se anule ante mí. Mis relaciones son transaccionales: ¿qué traes tú a la mesa? Porque yo traigo muchas cosas. Y no hablo de plata, sino de experiencias, comunidad, oportunidades. Además, que me haga reír, que sea inteligente, con visión y que esté ocupado con algo que le apasione.

SEMANA: ¿Cómo maneja la privacidad en sus relaciones?

M.C.: Para mí, el amor es un cofrecito sagrado. No me vas a ver posteando “feliz San Valentín” ni subiendo fotos románticas. No lo necesito. Si esa persona está en mi vida, saldrá por ahí en una foto de grupo, pero no me interesa poner esa parte en el centro de lo público. Prefiero mantenerlo íntimo.

SEMANA: ¿En qué otros proyectos está trabajando este año?

M.C.: Estoy en plena grabación de una serie en México y quiero aprovechar esta inercia para reconectar con ese mercado. Ya viví cinco años aquí y quiero regresar desde otra perspectiva, ahora haciendo series prémium y cine. Después, en agosto, me iré a Los Ángeles, porque allá también quiero consolidar mi carrera. Estoy en una etapa en la que puedo escoger qué hacer. Ya no acepto proyectos solo por dinero. Quiero que tengan sentido artístico.

SEMANA: ¿Qué viene respecto a su participación en el videojuego Call of Duty?

M.C.: Mi personaje va a evolucionar y a formar parte del elenco oficial de esta gran franquicia. Ha sido un reto gigante porque estás en un espacio vacío, actuando con pura imaginación. Sobre el mundo del gaming debo aceptar que me compré un PlayStation porque quiero hacer streaming y conectar con la comunidad gamer, pero jugarlo bien todavía es un desafío. ¡Estoy en eso!