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María Carolina Hoyos habla de los cuatro milagros que han rodeado a su hermano Miguel Uribe Turbay
La hermana del senador habló en SEMANA sobre el doloroso atentado contra Miguel Uribe y los milagros alrededor del senador y precandidato presidencial.

En medio del caos, el dolor y la incertidumbre que dejó el atentado contra Miguel Uribe Turbay, su hermana María Carolina Hoyos ha encontrado cuatro señales que, para ella, son milagros. Milagros que no solo le han dado esperanza, sino que han transformado su fe y la de miles de colombianos que, junto a su familia, claman por la vida del joven senador.
A través de un conmovedor testimonio, María Carolina le contó a SEMANA los días más oscuros que ha vivido desde el asesinato de su madre, Diana Turbay, hace 35 años. Hoy, el ataque contra su hermano ha reabierto heridas, pero también ha encendido una llama de esperanza que ella llama “milagros”.
Los milagros que han rodeado a Miguel Uribe

Milagro 1: La rapidez de la atención médica
De acuerdo con la hermana del senador, el primer milagro, dice sin dudar, ocurrió apenas minutos después del atentado. “En una ciudad tan convulsionada como Bogotá, Miguel estaba montado en una ambulancia a los 10 minutos”, recuerda con asombro.
En un sábado por la tarde, cuando muchos servicios suelen estar a medio ritmo, él llegó a un centro médico con todos los especialistas necesarios esperándolo: “el traumatólogo, el neurocirujano, el anestesiólogo… como si Dios los tuviera listos”.
Milagro 2: El tipo de sangre
El segundo milagro, tan concreto como vital, fue la disponibilidad inmediata de sangre. Miguel es A+, un tipo no tan común. Y, sin embargo, cuando la necesitó con urgencia, estaba ahí. “Esa coincidencia no es menor. La sangre estaba, era su tipo, en el momento justo”, afirma María Carolina, convencida de que fue otra señal divina.

Milagro 3: La mano de los mejores médicos
El tercero está en las manos de quienes lo atienden. Para ella, no son solo profesionales, son “un ejército de ángeles”. Ser trasladado a la Fundación Santa Fe y quedar bajo el cuidado del doctor Fernando Hakim, a quien describe como “una eminencia”, ha sido otra muestra de que Miguel no está solo. “Él está en manos de los mejores. Y eso, en Colombia, en un caso de emergencia, es un milagro en sí mismo”, afirma.


Milagro 4: El poder de la oración colectiva
Pero quizás el más poderoso de todos los milagros es el cuarto: la fe de un país entero. Millones de personas se han unido en cadenas de oración virtuales, como una marea de esperanza que inunda la vida de la familia de Miguel. “He estado en rosarios con más de tres millones de personas conectadas. Eso es algo que nunca había visto”, cuenta emocionada. Para ella, esa fuerza espiritual, esa solidaridad masiva, “ha sido una vitamina” que le ha permitido mantenerse de pie.
Una historia entre el dolor y la esperanza

La historia de María Carolina está atravesada por la tragedia. Perdió a su madre, Diana Turbay, a los 18 años, en un intento de rescate tras un secuestro. Tres décadas después, vivió un déjà vu doloroso: el atentado contra su hermano ocurrió mientras ella estaba en Europa. Como entonces, abordó un avión con una noticia desgarradora: Miguel se estaba desangrando. Como entonces, llegó a un hospital. Pero esta vez, cree firmemente, el desenlace será distinto.
“Estoy absolutamente convencida de que mi mamá está allí, cogiéndole la mano a Miguel, y que no se irá hasta que el milagro no se consolide”, dice con la certeza que solo da el amor más profundo.
Miguel, que fue como un hijo para ella cuando nació, es hoy el centro de su universo. Le canta las mismas canciones que su abuela le cantaba a ella. Le habla. Le ora. Y se aferra a una promesa: esta vez, la historia no terminará en tragedia.
En medio del ruido político y social del país, María Carolina solo tiene oídos para una cosa: la vida de su hermano. “Mi bosque es Miguel. Mi voz es Miguel”, afirma. Para ella, el dolor y el amor han sido fuerzas transformadoras. Y si algo le ha dejado este episodio, es una certeza más fuerte que el miedo: “Yo creo en los milagros”.