La historia de pasión y resiliencia que empodera a las mujeres en el Valle del Cauca

En Buenaventura, tierra de diversidad y cultura, Cristina Gutiérrez comenzó a construir su sueño desde los 16 años. Con una curiosidad innata por el maquillaje, dio sus primeros pasos empíricamente, maquillando a sus compañeras de colegio. Pero lo que inició como un pasatiempo pronto se transformó en una pasión que la llevó a capacitarse en cursos especializados y seminarios. Hoy, Cristina es emprendedora y terapeuta capilar certificada, con un enfoque en soluciones innovadoras para el cuidado del cabello.

Cristina relata que su interés por la belleza evolucionó cuando comenzó a notar los retos que enfrentan muchas mujeres con cabello crespo o dañado. “Quería cambiar la forma en que mis clientas veían su cabello y ayudarlas a mejorar su salud capilar sin recurrir a tratamientos agresivos”, comenta. Así, se adentró en el estudio de tratamientos capilares, trabajando con dermatólogos y expertos para comprender a fondo las necesidades del cabello.

A pesar de las dificultades económicas, Cristina apostó por su formación. “Mis padres no podían apoyarme económicamente, pero trabajé duro. Hacía hasta cuatro alisados al día y, aunque terminaba a las tres de la mañana, logré reunir el dinero necesario para mi primer kit de productos”, recuerda.

Un centro que empodera mujeres

Cristina lidera el centro capilar Lyos, ubicado en la Calle 65 #64-16 Cali, pero también tiene sede en Buenaventura, donde ofrece tratamientos personalizados, estética capilar y terapias especializadas. Su enfoque no solo está en la estética, sino en promover la salud del cabello y educar a sus clientas sobre el cuidado responsable. Además, brinda soluciones para mujeres que enfrentan problemas severos de caída de cabello, siempre con un enfoque honesto y basado en resultados reales.

“Yo no vendo promesas. Soy clara con mis clientas: si su cabello está muy dañado, no recomiendo tratamientos agresivos. Prefiero empezar con productos suaves que fortalezcan el cabello antes de tomar decisiones más drásticas”, asegura.

Cristina es consciente de que su camino no ha sido fácil, pero se ha convertido en un ejemplo de resiliencia. “Quiero decirles a las mujeres que no se rindan, que no se limiten. Con poco se pueden lograr cosas grandes. Yo empecé con un curso de maquillaje y hoy lidero un negocio que ayuda a muchas mujeres a sentirse bien consigo mismas”. Además, enfatiza la importancia de la disciplina: “Dejé las fiestas y me enfoqué en mi trabajo. Lo que parecía un sueño lejano, hoy es mi realidad”.

Un futuro lleno de luz y soluciones

Esta emprendedora no solo ve su trabajo como un negocio, sino como una forma de transformar vidas. Inspirada en los conceptos de “luz” y “soluciones”, busca seguir innovando en el cuidado capilar, expandiendo su alcance y promoviendo el bienestar de sus clientas.

Es por esto que está trabajando fuertemente para llevar sus productos bajo la marca Lyos al país norteamericano, por lo que continua capacitándose para seguir ofreciendo servicios de calidad y seguir cambiando la vida de muchas mujeres.

Su historia es un recordatorio de que la pasión y el esfuerzo pueden superar cualquier obstáculo. Cristina Gutiérrez es, sin duda, una emprendedora que está dejando huella en el mundo de la belleza capilar.