Hija de Fernando Hakim, neurocirujano que operó a Miguel Uribe Turbay, habló con SEMANA sobre su padre: “Es un hombre muy humilde, es un orgullo”

Colombia sigue de cerca la evolución del senador Miguel Uribe Turbay luego del trágico atentado del que fue víctima el sábado 7 de junio. Ese mismo día el joven senador fue traslado a la Fundación Santa Fe para ser intervenido quirúrgicamente por un equipo especializado, entre ellos el doctor Fernando Hakim, un destacado neurocirujano colombiano con más de 30 años de experiencia en el diagnóstico y tratamiento de patologías complejas del sistema nervioso central.

El doctor Hakim lidera actualmente el Departamento de Neurocirugía de la Fundación Santa Fe de Bogotá. Su formación académica incluye estudios en la Universidad Militar Nueva Granada y especializaciones en neurocirugía, neuropatología y neurocirugía pediátrica en el Massachusetts General Hospital de Harvard.

El doctor Hakim es reconocido por su enfoque integral en el tratamiento de enfermedades como hidrocefalia, malformación de Chiari, tumores cerebrales y lesiones de la columna vertebral.

Hakim es hijo de Salomón Hakim Dow, neurocirujano colombiano pionero en la descripción de la hidrocefalia de presión normal y creador de la válvula que lleva su apellido; la cual ha sido un avance significativo en el tratamiento de la hidrocefalia, especialmente en adultos mayores.

Su nombre ya había resonado previamente. El neurocirujano lideró en 2023 la intervención quirúrgica del padre de Shakira, William Mebarak Chadid, de 91 años, quien había sido diagnosticado con hidrocefalia de presión normal.

Además, ha sido galardonado en varias ocasiones en el Top Doctors Awards, destacándose como uno de los 50 mejores médicos de Colombia en 2017, 2018, 2022 y 2024.

SEMANA conversó con una de sus hijas, Denise Hakim, quien compartió no solo cómo es su padre, sino también cómo está sobrellevando la coyuntura relacionada con el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay.

SEMANA: ¿Cómo es tener a Fernando Hakim como papá?

Denis Hakim: Pues para mí es un orgullo y para los tres hijos, porque somos tres hermanos, es un orgullo. Y lo más lindo de él es que es una persona muy humilde. Por más de que sea un médico muy prestigioso, es una persona supremamente humilde y es algo que siempre carga consigo. Y que nos lo ha inculcado un montón a nosotros también, adicional a su increíble generosidad. Es una persona supremamente generosa, supremamente persistente y también es algo que nos ha inculcado: la persistencia. Digamos que son los frutos que se ven más adelante.

Y hablo en nombre de los tres hermanos, porque los tres somos emprendedores. Entonces, ninguno tomó el camino de la medicina, al contrario, nos fuimos por el camino del emprendimiento y él siempre nos ha inculcado la persistencia. La persistencia en la vida. Tener a mi papá como papá, pues es espectacular. Él es una persona increíble y adicionalmente una persona que inspira a todos los que lo rodeamos.

SEMANA: Su padre y toda la familia Hakim es muy creyente, cuéntenos sobre esa devoción a San Chárbel.

D.H.: Nosotros venimos de familia libanesa. En el Líbano, en el Medio Oriente, es un país con mucho catolicismo y la gente es supremamente creyente. Está el santo Chárbel, entre otros santos. San Chárbel es un santo milagroso, y es un santo con el cual mi papá siempre ha tenido una conexión especial.

Lo que le pasa a mi papá con San Chárbel es impresionante. Mi papá ha tenido como cinco ocasiones en que le pide algo muy profundo que él necesita, que lo ayude en una cirugía o cualquier cosa, él ora y a sus adentros dice: “San Chárbel, si me estás escuchando, mándame una señal y mándame un trébol de cuatro hojas”. Y van cinco ocasiones en que él mira al piso y está el trébol de cuatro. Y tiene todos los tréboles guardados en un libro, los tiene secos.

Entonces eso es algo demasiado fuerte. Tal vez hay gente que no entienda y de pronto no lo vea como una señal, pero para las personas que tenemos fe, es ese sentimiento de simplemente tener fe y creer en algo superior. Si creemos en esa profunda conexión. Y creo que no es una coincidencia, porque cinco veces que mires al piso y esté el trébol de cuatro, no es usual. Él es supremamente devoto.

Él tiene a San Chárbel por todos lados: en medallitas, en imágenes, en su consultorio. En el Líbano hay una iglesia especial donde está enterrado San Chárbel y hay un aceite milagroso de él, que también es otro amuleto, por así decirlo. Ese aceite tú lo tocas y supuestamente es milagroso. Entonces son todas estas cositas que van alrededor de un santo que tal vez no es muy conocido en Colombia, pero que en el Medio Oriente es tan poderoso que incluso los mismos musulmanes que no son de la religión católica van y le piden, le rezan.

SEMANA: Guardando la justa reserva que merece el caso del senador Miguel Uribe Turbay, ¿Cómo está su papá hoy?

D. H.: Está supremamente tranquilo. Creo que va dentro del profesionalismo de su profesión. Y dentro de su conocimiento. Hoy precisamente que hablé con él, me dijo que muchos amigos lo han llamado para preguntar cómo estaba él, porque claro, hay que ver también ese trasfondo de cómo está el doctor. Y él me dijo que estaba tranquilo, que Miguel es un paciente más. Y es la forma en que lo tiene que ver, ¿no? Porque también los médicos deben tratar a todos sus pacientes por igual. No es el único paciente que tiene hoy. Es el más famoso, por decirlo de alguna manera, pero no el único.

Mi papá es una persona muy profesional. Está muy tranquilo. Tiene una inteligencia emocional impresionante, y es algo que él recalca un montón. Y eso también me gustaría mencionarlo: su inteligencia emocional es impresionante.

SEMANA: Usted y sus hermanos no solo son hijos de Fernando Hakim, sino también nietos del reconocido médico Salomón Hakim, ¿cómo ha sido crecer con ese legado familiar?

D.H.: Es espectacular y es muy lindo porque para nosotros es normal. Digamos que como crecimos en este ambiente, para nosotras es normal. Pero cada vez uno se da más cuenta de dónde viene. Y venimos de una familia totalmente científica. Nuestro abuelo siendo Salomón, y nuestro papá siendo Fernando.

Es muy lindo ver casos donde las personas se te acercan y te dicen que gracias al invento de tu abuelo, ellos se salvaron o el hijo se salvó. Y no es solo el invento de mi abuelo, sino que mi papá de pronto los operó o ha sido el médico tratante. Entonces es espectacular, es un sentimiento muy lindo que uno siente de orgullo. De orgullo, ciento por ciento.

Mi papá tuvo un gran profesor a su lado durante muchos años que fue el encargado de inculcarle toda la medicina de manera muy linda, como una vocación. Nunca como un trabajo con un signo de plata, por así decirlo. Al contrario, muy de vocación. Muy de querer servir. De servir al otro.

SEMANA: Hablemos de su madre, ella también es un gran pilar en la vida de su padre y de ustedes.

D.H.: Mi mamá también es médica, ella es santandereana. Entonces venimos de una mezcla de familia cultural libanesa y santandereana. Mi mamá es una persona espectacular, superamorosa, superexigente a la vez. Tiene muy claro la exigencia, pero siempre siendo muy amorosa.

Ella es médica oftalmóloga. Se conocieron con mi papá estudiando medicina. Construyeron nuestro hogar. Somos mi hermana Ivette, la mayor; estoy yo, y mi hermano Salomón, que es el menor.

SEMANA: ¿Cómo está su mamá hoy?

D. H.: Mi mamá está bien, superbién. Supremamente prudente con toda la situación. También con una inteligencia emocional impresionante. Ella es el ciento por ciento de apoyo de mi papá. Siempre dicen que detrás de un gran hombre hay una gran mujer y esa es mi mamá. Es el ancla de mi papá.

SEMANA: Ustedes vienen de un legado científico y médico, pero no se fueron por ese camino, ¿Cómo nace su proyecto personal?

D. H.: Es curioso, pero viene de la misma raíz: venir de una familia libanesa donde la mesa y la comida es superimportante. Todo gira en torno a la mesa. Mi mamá, siendo una supercocinera desde chiquita, nos inculcó la cocina como parte de nuestra vida. Y afortunadamente hoy en día puedo decir que vivimos de nuestro hobby.

Hakim’s Pastry empieza porque empezamos vendiendo brownies en la universidad, en segundo semestre, y nunca paramos. Mi papá, siendo súpergeneroso, hacía que el negocio fuera rentable porque siempre nos compraba los brownies que sobraban. Durante cinco años cocinamos desde la casa. Ya después la casa no daba basto. La última fecha especial fue un día del padre y entregamos como 350 cajas, una locura. Y ahí dijimos: “No, esto ya no es un hobby. Esto ya es un negocio.”

Entonces montamos una planta de producción que ya lleva más de cuatro años. Tenemos una empresa que da empleo a 20 personas, que toca corazones, que vende momentos, no solo postres. Hakim’s es una empresa con propósito. Una empresa con corazón. Somos dos hermanas emprendedoras, valientes y llenas de sueños, y eso se ve reflejado en cada caja que entregamos.