Esta es la primera candidata a Miss Universo 2023 que es casada y con hijos

Hasta la más reciente edición, las candidatas a certámenes nacionales o internacionales como Miss Universo, que se realizará en El Salvador el próximo 18 de noviembre, tenían que ser solteras y sin hijos. Ahora, en cambio, pueden ser casadas, divorciadas, embarazadas, con hijos, así como mujeres trans reconocidas legalmente.

Michelle Cohn Bech es una guatemalteca que representó a la ciudad capital en el certamen de Miss Universo Guatemala. Es modelo, presentadora y la primera representante del país en este concurso que también es madre de familia.

Su coronación se dio el pasado 6 de agosto, en donde participaron 16 concursantes de varios departamentos y municipios de ese país, según el diario Prensa Libre.

Fue así como Cohn, de 28 años, hizo historia al convertirse en la primera madre de familia en participar en el concurso de belleza más famoso del planeta.

Cohn, modelo y empresaria, tiene un hijo y una hija con su esposo, Andrés Matheu. “El universo me dio una oportunidad y aquí la aprovecho de todo corazón y con muchas ganas”, publicó en español en Instagram poco después de su coronación.

“Hace poco más de un año hubiera pensado que esto era imposible y hoy estoy aquí buscando ser la primera madre en representar a Guatemala ante el universo. Aquí estoy hoy, demostrando una vez más lo que podemos lograr las mujeres”.

No es la única

Hasta el momento, 39 países han anunciado a sus representantes, pero aún faltan muchos más concursos nacionales, incluso en India, EE. UU. y Tailandia. Sin embargo, lo cierto es que ya existe una mujer que quiere seguir los pasos de Michelle.

Este es el caso de Yoselyn Porras que, con 27 años, es la primera mujer casada y con hijos que se presenta como candidata a Miss Costa Rica, gracias al reciente cambio de criterio de los certámenes de belleza.

Lejos queda ya su coronación en 2013 como Miss Teen Mundial, con apenas 17 años, recuerda en su casa de Alajuela, ciudad vecina a San José, mientras prepara junto a Sarah, su hija de cuatro años, un pan artesanal antes de salir a una sesión de fotografía de un patrocinador del concurso, que se realizará el 16 de agosto.

“Es muy enriquecedor ver cómo ya la inclusión hacia las mujeres y hacia los diferentes géneros que tiene nuestra sociedad ha ido creciendo”, dice Porras a la AFP. “La mentalidad de las personas debe ir cambiando, debe ir evolucionando, es parte de. El mundo avanza y uno tienen que ir avanzando con él, no puede quedarse atrás”, agregó.

Ella ya les había cerrado las puertas a los certámenes de belleza. Lejos quedaba su corona juvenil. Su carrera como esteticista, sus estudios de gastronomía y su familia la tenían ocupada y con la mente alejada de las pasarelas.

Pero, el cambio de criterio le dio una nueva oportunidad. Al filo de la edad máxima exigida (28 años) tiene en la edición de este año la oportunidad de coronarse Miss Costa Rica y representar al país en Miss Universo.

Enfrenta a otras nueve candidatas en Costa Rica, pero para ella su participación demuestra que las mujeres pueden hacer “infinidad de cosas”. “Ser mamá, ser esposa, ser ama de casa, tener una carrera, ser estudiante y aún así, estar en un certamen de belleza. Eso hace que todo sea integral”, afirma.

Tener marido e hijos “no te debe frenar, sino más bien te debe impulsar” a “participar o anhelar poder cumplir ese sueño que yo siempre he tenido (...) de representar a mi país en un certamen como Miss Universo”.

Dice que su rol de madre la llevó a participar. Porras considera que el talento de una mujer no solo debe “físico”, sino que se debe analizar que sea “integral, madura”.

“Todas las mujeres tenemos nuestra belleza de maneras diferentes. Que sepa demostrar esa belleza no solo externa sino también internamente, que tenga un mensaje positivo para toda la sociedad”, agrega.

Se trata de principios que pretende dejar plasmados en su hija Sarah, que le ayuda con la masa de los panes que hornean para tomar con café junto a su marido, Álex Moreira.

“Dentro de unos años esa pequeñita que está chiquitita de cuatro años, cuando sea grande a sus 15, pueda decir ‘qué orgullo el de mi mamá, de ver cómo ha triunfado, cómo se ha esforzado, cómo ha logrado cumplir un sueño. Yo quiero ser como ella’”, indica Porras.

Con información de AFP*