Entrevista
Diamante Eléctrico presenta Malhablado, su álbum “más oscuro sin que suene oscuro”
En diálogo con SEMANA, Juan Galeano y Daniel Álvarez presentaron el octavo álbum de la agrupación de rock bogotana, que vuelve a la capital de la República tras seis años en México.
SEMANA: ¿Qué ha cambiado desde que sacaron sus primeros álbumes como B, o La Gran Oscilación, a hoy, que estrenan Malhablado?
Juan Galeano: Yo siento que somos una banda que está en constante evolución, que siempre lo dijimos desde el primer día, no nos vamos a repetir, no importa que tan bien nos vaya con un disco, con una canción, no vamos a tratar de repetir ninguna fórmula, lo hemos hecho a nuestra manera desde el primer día. Si uno escucha el álbum Diamante Eléctrico, del 2013, y escucha Malhablado 11 años después, seguramente va a decir son dos casos totalmente diferentes. Pero el que conoce a Diamante sabe que hay como un hilo conductor que junta a todo eso. No es que seamos una banda diametralmente diferente entre los ocho discos. Pero sí siento que en lo personal la diferencia grande.
Daniel Álvarez: De alguna manera, siento que el vehículo de Diamante Eléctrico había muchos lugares, pero yo siento que si empezamos hace 12 años sentados en un sofá y seguimos sentados en un sofá, es decir, hay una inocencia del principio de la relación de los dos, somos amigos, si alguien hubiera grabado y compara las conversaciones, yo creo que es la misma estupidez, pero con un tema diferente, como que hay una inocencia, que es lo que mantiene estas carreras vivas. Y creo que en eso seguimos siendo el mismo par de amigos con admiración mutua. Hay una inocencia que mantiene la carrera, que nos mantiene vivos, porque es que es de lo que se trata esto.
SEMANA: ¿Cómo un contrabajista de la Universidad de Róterdam y un administrador de empresas de la Universidad de los Andes terminan haciendo una banda de rock?
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Juan Galeano: Es una buena pregunta porque ya pasó hace tanto tiempo que ya la gente se le olvida porque nos han visto siempre como paisajes juntos. Pero Daniel tenía una banda y yo venía de ser solista, de trabajar con Andrew Loog Oldham, que es uno de los productores más importantes de la historia del rock, produjo Satisfaction y muchas canciones de los Rolling Stones. Y escuchar la banda de Daniel, que se llamaba Madame Complot, que siempre me encantó.
Y luego nos rompieron el corazón mutuamente y yo terminé como en un hueco muy raro y fueron los años más difíciles de mi vida. Y yo le dije a Daniel ‘hagamos una banda y no importa nada’. Nos sentamos en un lugar a tomarnos un café un martes a las cinco de la tarde, Daniel llegó en traje y corbata. Y yo le dije que no tenía que hacer nada, solo tiene que tocar la guitarra. Yo me encargo de poner la cara y grabar. Y él dijo que sí.
SEMANA: ¿Cuál es el momento en qué se dieron cuenta de que estaban alcanzando cierto nivel de fama y que el proyecto de Diamante Eléctrico era un éxito?
Daniel Álvarez: Yo con Madame Complot hice y deshice de todo, hablamos mucho, eran tiempos que se hablaba más de lo que se tocaba, y se planeaba, que la estrategia y toda la vaina. Apenas empezó Diamante Eléctrico, el primer show fue en Medellín, yo dije “esto tiene minutos de existencia”, y el primer show fue Medellín, y yo con Madame nunca viajé y como esto ya sabe otra cosa desde el comienzo, de que nos juntamos, se sentía que la energía que éramos capaces de generar juntos sobrepasaba por mucho cualquier lugar que hubiéramos estado antes.
SEMANA: Vamos a hablar de Malhablado, su nuevo disco que significa su vuelta a Bogotá. ¿Qué es para ustedes volver a su casa después de tantos años en México?
Juan Galeano: Pues es vital, yo creo que era lo que necesitaba en mi corazón. Todo el mundo pregunta por qué me devolví de México, porque hay tanta gente de renombre en México, que nos lleva años luz en industria, en lugares para tocar, en arte, en cultura, en mil cosas, pero somos bogotanos y la tierra llama de alguna manera, y es un poco reclamar esa localidad que durante seis años dejamos atrás por buscar claramente nuevos horizontes y oportunidades nuevas para Diamante. Creo que se lograron cosas en nuestros corazones, para poder decir qué chimba sería volver a Bogotá con un disco con estas características nocturno, chapineruno, oscuro, melancólico, groovero y creo que tiene el disco tiene todo esto.
Daniel Álvarez: Tal cual y no sé si esto suene muy de administrador, pero hay que ser local para ser global, eso es una de las grandes lecciones de la globalización. Y es muy cierto, antes, yo podía meter el gol de llegar a México y decir yo soy de tal lugar, pero fresco, vengo a hacerla acá. Hoy en día, lo primero que te piden a ti cuando viajas son tus credenciales locales. Cuando tú tienes a todo el continente tan conectado en los hitos de crecimiento de cada lugar, ahí, sí que haber la pena volver a casa y hacer toda la talacha de desarrollar todo eso, porque y te lo van a validar por fuera, es como decir materia en tu país.
Y también tiene un tema personal, fue muy bonito el momento que Juan se fuera, porque me dio a mí un crecimiento particular en Bogotá y dentro de la banda. Y cuando iba a volver, me acuerdo de que la frase que dijimos fue “venga y sea rey”, uno por fuera de la casa definitivamente puede llegar a muchas cosas, pero el reino de él estaba acá y fue como, venga y reclame su localidad.
SEMANA: Además de las canciones, los vídeos también son muy bogotanos, ¿qué es Bogotá para ustedes?
Juan Galeano: Como decía al principio, como es un poco reclamar esa localidad desde ser bogotano, no es como que vamos a pretender ser bogotanos, es como que vivimos en Chapinero donde está la acción, somos personas nocturnas, yo más que Daniel que acaba ser papá, pero digamos esa visceralidad de la noche y de lo impredecible la noche, yo la sigo sintiendo todos los días aquí en Colombia, somos una banda que suena a Bogotá, somos una banda rola y orgullosamente rola.
Siento que lo que se conoce de Colombia por fuera no es Bogotá, aun siendo la capital y que todo el mundo siempre viene a Bogotá. Pero Bogotá es la capital y siento que el espacio que tiene la música rola dentro de la música colombiana que se escucha por fuera, es mínimo y es algo que quisiéramos cambiar. O sea, seguramente es difícil porque los exponentes de allá son Shakira y J Balvin, cosas que son muy comerciales. Entonces siento que hay que reclamar un poco más de localidad de Bogotá dentro de lo que es conocido dentro de Colombia y por fuera.
SEMANA: ¿Qué vamos a encontrar en Malhablado que sea diferente a todos los otros álbumes?
Daniel Álvarez: Malhablado, es el hack definitivo de algo que suena muy fiestero, pero está absolutamente roto y lleno de tierra, como que es un disco muy aterrizado, muy visceral, pero uno lo oye, le da play y lo pones en cualquier casa y dice como es un disco de fiesta. Eso es lo más grande que uno puede hacer con el arte, eso es meter del gol a la gente, decir que es para bailar llorando, como decimos nosotros, estás pasándolo increíble y no quieres reparar en que dice la canción, pero si le paras bolas te va a volar la cabeza.
Este disco es el más oscuro sin que suene oscuro. El de mayor desamor, sin que suene al mayor desamor, tuvo varias canciones bonitas en Malhablado, como Ella no es así, que tú dices ‘mira, una canción linda’ y no, engañado otra vez, porque resulta que la letra te lleva en otro lugar. Entonces, como que ya en buenas canciones, empezamos a meter una cantidad de goles de que te pone a bailar, pero no tienes ni idea que la canción temática está en un lugar supremamente oscuro. Entonces es el disco más crudo empacado en algo que te sorprendería si realmente fueras varias capas más abajo