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Desconcierto en ‘Desafío Siglo XXI’ por inesperadas decisiones; hubo lágrimas tras verdades que salieron a la luz: “Déspotas”
Un equipo perdió a su capitán y se enfrentaron a una dura conversación.


El Desafío Siglo XXI sigue dando de qué hablar en las plataformas digitales, debido a la polémica temporada que está presentando a los colombianos. Cada capítulo detona nuevas reacciones, llevando a que el público se incline por sus favoritos de cada equipo.
Pese a que el formato siempre ha sido exigente y complejo dentro del juego, la atención de más de uno se posa en las estrategias y movimientos que se hacen en cada grupo, específicamente al momento de poner chalecos de sentencia y los castigos.
En el reciente capítulo, todo se centró en Omega, donde decisiones se tuvieron que tomar tras la salida de Julio, el capitán. Aunque había organización entre los desafiantes, un diálogo expuso el pensar de algunos con respecto a María C, considerada, posiblemente, la más débil.
De acuerdo con lo que se detalló, Katiusta asumió el rol de capitana y puso sobre la mesa los puntos que había que corregir en Omega para salir victoriosos. De igual manera, analizó la distribución de los chalecos, mencionando que había que repensarlo para no cometer errores que los golpearan duro.
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Estas palabras hicieron sentir aludida a María C, quien no se quedó callada y expresó su sentir, teniendo en cuenta que consideraba injusto que sus compañeros creyeran que podían decidir quiénes merecían estar o no en el reality.
“Tengo que mejorar muchas cosas, obvio. Yo asumí mi chaleco, pero eso no quiere decir que yo merezca menos estar acá. No estoy de acuerdo y no lo voy a permitir, porque yo ya fui y me jugué mi muerte... también mi cupo. Ustedes hablan de que son grandes competidores, que no les da miedo nada, vayan entonces a muerte. Ustedes no son nadie para decir quién merece y quién no merece estar acá”, comentó.

La nueva líder, sin pensarlo, tomó la palabra y le respondió, afirmando que la competidora nunca se dejaba decir nada, pues ponía problema por cualquier tipo de conversación que se tenía sobre pruebas, retos y decisiones. Allí fue cuando dio a entender que consideraba justo que ella tomara uno de los chalecos, en caso de quedar sentenciados por los otros grupos.
María C, tras este incómodo instante, se mostró dolida y afectada, hablando con Andrey. Sus declaraciones se centraron en si el desempeño era realmente malo o si no estaba aportando a Omega como ella creía.
“Yo no quiero que pierdan por mi culpa […]. Yo no soy una competidora a diario, pero juro que estoy dando lo mejor de mí y siento que no está funcionando, que ellos tienen una perspectiva distinta a la que yo tengo”, mencionó.
La participante siguió defendiendo su punto y expresando su sentir, señalando a sus compañeros de ser crudos y subestimarla de la manera que no era.
“Me duele que sean tan déspotas, que me subestimen. Obviamente, no me voy a comparar con ellos, pero lo que quieren es que yo me quede callada y no les diga nada”, afirmó, entre lágrimas.

“Si me quieren mandar 20 veces, pues voy. Obviamente, soy una persona del común, pero qué les hace pensar que yo soy menos merecedora de estar aquí”, agregó.
Esta situación generó incertidumbre y desconcierto sobre el futuro del equipo, por lo que hicieron una promesa de decirse las cosas de forma directa y no por las espaldas.