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Catalina Gómez abrió su corazón sobre duro momento que vivió en su matrimonio: “Perdí tres bebés”
La presentadora relató cómo fue atravesar esta experiencia en medio de su deseo de tener varios hijos.
Catalina Gómez se ha consolidado como uno de los rostros más emblemáticos del programa matutino Día a Día, transmitido por Caracol Televisión, gracias a su destacada participación en este espacio que lleva más de dos décadas al aire. La presentadora, oriunda de Antioquia, logró ganarse el afecto del público con sus intervenciones, donde compartía útiles consejos y recomendaciones relacionadas con temas de estilo de vida.
Con una trayectoria de más de diez años dentro del formato de entretenimiento, la comunicadora dejó una huella profunda en el desarrollo del programa, convirtiéndose en una figura clave para los televidentes. Su carisma y habilidad para conectar con la audiencia han hecho que tanto sus aportes en pantalla como sus ausencias sean motivo de atención, despertando interés constante en torno a su vida personal y profesional.
Sin embargo, recientemente, Catalina Gómez desató toda clase de reacciones en plataformas digitales, debido a una entrevista que concedió a Laura Acuña, para su formato La sala de Laura Acuña. A pesar de que no suele conceder esta clase de espacios, la presentadora abrió su corazón y contó una experiencia que vivió, precisamente cuando estaba buscando ser mamá.
En la charla, la integrante del matutino de Caracol navegó por su vida y llegó al punto en el que habló sobre su sueño de ser mamá, atravesando etapas complejas. La paisa relató cómo fue su primer embarazo, además de las pérdidas que sufrió dentro de su matrimonio.
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“Ese proceso tuyo también fue muy complicado. ¿Antes de tener a Emilia tú perdiste un bebé?”, preguntó Laura Acuña, a lo que ella respondió: “Fue entre Emilia y Cristobal, perdimos tres bebés”
“¿Qué pasaba, Cata?”, añadió la comunicadora.
Catalina Gómez indicó que su vida pasó por una transformación importante, aprendiendo a ver las situaciones desde distintas perspectivas. Aunque no fue fácil, construir su familia tomó tiempo, ya que hubo pérdidas que la marcaron de una manera dolorosa.
“Bueno, es que hoy en día veo la vida desde tantas ópticas de manera distinta. Yo quedé en embarazo de Emilia como a los ocho meses de estarla buscando, fácil. Como te digo, fue un embarazo muy complicado porque cuando supe que estaba en embarazo, que fue en diciembre, yo me fui el 26 a pasar Año Nuevo con mi familia y el 27 mi mamá se desmayó, perdió la conciencia, estuvo en la clínica mucho tiempo... desde ahí empezó a pagarse la velita de la vida de ella. Fueron cinco meses donde mi mamá se iba apagando y el embarazo iba creciendo”, relató.
“Hoy en día creo que era la parte emocional, pero vomité mucho, desde el primer día hasta el último del hospital. La maluquera terrible, no era capaz, todo fue durísimo. Yo ahí decía que no sabía si sería capaz de tener más hijos. Sin embargo, el día que Emilia nació y la cargué, yo dije que quería cinco hijos. Fue algo que soñé y siempre quise”, agregó.
No obstante, Catalina Gómez, que mostró su otra faceta lejos de la televisión, se centró en los bebés que perdió con el paso del tiempo, recibiendo golpes muy fuertes que le causaron dolor. Ahí fue cuando explicó los sentimientos que la inundaban, pues estos sucesos la afectaban mucho.
“Cuando le dije a Juan que sí quería tener más hijos, me dijo: ‘Pero solo uno más, pero esperemos que Emilia esté más grande’. Ella ya tenía dos años y comenzamos a buscar, pero muy difícil, no quedaba embarazada y me hice exámenes, tenía un tema de ovario poliquístico (...) Empecé un tratamiento, quedé embarazada, perdí ese primer bebé, sentí que se me iba la vida, es muy duro, soy muy provida y creo que desde el momento en que óvulo es fecundado, hay vida”, afirmó.
Sin embargo, su vida dio un giro total cuando quedó embarazada de Cristobal, su segundo hijo, quien venía en camino y, supuestamente, tenía bajas probabilidades de nacer bien de salud. A pesar de que esto la preocupó, la celebridad optó por confiar en Dios y dejar que todo fluyera correctamente.
“Pasó el tiempo, volví a quedar embarazada y perdí ese bebé, otra vez. No deja de ser muy duro. Hasta que ya Cristobal venía en camino y, como al tercer mes, me dijeron que venía con problemas. Que en un 99% de probabilidad él no iba a nacer bien, es un milagro del 1%”, contó.
“Entré en un estado de ‘mude’, no lloré ni nada. Le dije a Dios que lo que él quisiera estaba bien (...) lo dejé en sus manos, me tocó esperar varias semanas por los estudios genéticos, unos días de mucha angustia y zozobra. Llegaron los exámenes y me llama la doctora, y estaba perfecto, me dijeron que era niño, que estaba perfecto”, concluyó, asegurando que el niño está sano y se mantiene muy bien.