Música
Catalina García de Monsieur Periné habla de su más reciente sencillo, “la gente que no acepta la guaracha tiene un problema de clasismo”
Catalina García y Santiago Prieto conversan sobre la inclusión de nuevos ritmos en su música, su más reciente sencillo, el álbum que se aproxima, así como la violencia en Colombia.


Monsieur Periné, la emblemática banda colombiana dos veces ganadora del Latin Grammy, vuelve a sorprender con el lanzamiento de su más reciente sencillo, Aguaráchate, una invitación sonora a dejarse llevar por la alegría y el gozo.
Reconocidos por su fusión original de pop alternativo con ritmos latinoamericanos como la salsa, la cumbia y el bolero, Catalina García y Santiago Prieto han construido un puente único entre tradición y vanguardia, conquistando escenarios internacionales desde Carnegie Hall en Nueva York hasta Lollapalooza en Chile.
Su nuevo sencillo reafirma el espíritu innovador y transgresor de Monsieur Periné y su rol como referente indispensable dentro de la música latina contemporánea, anunciando además un nuevo álbum para 2026 que promete continuar explorando las fronteras sonoras con su inconfundible sello de autenticidad y color. SEMANA conversó con sus integrantes.

SEMANA: El nuevo sencillo representa un cambio en los ritmos que ha desarrollado la agrupación, ¿cómo nació la idea de integrar la guaracha?
Catalina García: Hace mucho tiempo venía pensando hacia dónde movernos. Para mí, hacer música tiene que ver con transformar y gozarme el proceso. Este cambio es un comienzo de un camino lleno de gozo y de introspección, como de buscar dentro de mí qué me gusta escuchar, bailar, sentir. Hacer música es un privilegio, un regalo de juego y felicidad. La canción Aguaráchate nació de eso, quería hacer algo divertido, inventarme una palabra, un juego, como cuando uno es niño, y a pesar de estar triste, entra al juego y se le pasa. Yo venía de una sesión muy triste, llorando, y después decidí que no, que quería divertirme. La música para mí es diversión, quería reírme y eso fue lo que pasó. Queríamos hacer algo absurdo para pasarla bien y transmitir felicidad.

SEMANA: Santiago, usted que es multiinstrumentalista, ¿qué retos tuvo al integrar la guaracha en el desarrollo de esta nueva canción?
Santiago Prieto: La guaracha es un género que nos encanta, aunque no es para todos. La idea no fue fortuita, porque hace un tiempo nos llegó un remix de Bailar contigo, hecho por un productor colombiano, Leeb, de Pasto, que fue muy exitoso y nos empezó a abrir la puerta a la guaracha. Nosotros integramos ese arreglo más rápido y fiestero a nuestro show en vivo, mezclándolo al final de la canción. La banda, que toca sus propios instrumentos, se apropió de eso y resultó algo muy bacano. La guaracha viene del tribal beat y está asociada a la fiesta electrónica, pero también tiene un estigma, que se relaciona con la narcocultura.
Sin embargo, esta canción es todo lo contrario: alegre, con sonidos propios de nuestro ADN y como un mundo imaginario de diversión. Nos encanta. Nos hacen felices cosas simples, como levantarse tarde, tomar café de la finca cafetera familiar, meternos a la ducha y convertirnos en pez, porque la fantasía es lo que nos mueve.

C.G.: La guaracha tiene una melodía repetitiva, un baile particular y es parte de una comunidad que está en resistencia, no encajando en estereotipos sociales. La gente que no acepta la guaracha tiene un problema de clasismo, porque si la música hace que la gente se divierta, ¿por qué disgustarse? La música debe ser abierta y es bacano atreverse a explorar géneros no tan obvios. Además, la guaracha electrónica nació en Colombia, lo que es brutal, y ha crecido mucho aquí y en países como México y España. Varios DJ y canciones de guaracha son muy famosas en el mundo. Es importante que músicos de otros géneros empiecen a beber de ahí, como pasó con el reguetón.
SEMANA: Hablando de esa alegría y disfrute, y pensando en el álbum que planean sacar el próximo año, ¿qué significa para ustedes la felicidad, tanto como músicos, como personas y como colombianos?
C.G.: La felicidad es algo más que un estado emocional pasajero. Es la capacidad de cambiar de perspectiva, de salir de frustraciones, tristezas o rabias y transformarlas. La felicidad es poder crecer, soltar, entender y volver a compartir amor, generar bienestar a nuestro entorno. No significa estar bien todo el tiempo, porque eso es imposible; es un camino de autoconocimiento, atravesar oscuridades y volver a florecer. Ser feliz es más que estar feliz, que es un momento, es un proceso.
S.P.: Para mí, ser feliz tiene que ver con encontrar paz, vivir en el presente, no estar pendiente del pasado o de lo que falta. Tener un propósito real y conectado con lo que uno es, que a veces no es fácil de encontrar. Para mí, ayudar a los demás es parte esencial de ello, y la música, siendo un arte colectivo que conecta tantas almas, es un propósito bacano. Mover con la música puede traer alegría en momentos difíciles. También es clave no tener apego a opiniones, dejar atrás programaciones mentales y estar en paz con uno mismo.

SEMANA: ¿Cómo reciben toda la acogida que están teniendo a nivel internacional?
C.G.: Para nosotros es el regalo más grande. Hacer música es un oficio duro y demandante, física, mental y emocionalmente. Pero estar en un escenario y que alguien se acerque a decir “Gracias”, es impresionante. La música tiene un poder único de amar a personas que no conoces, y hacer esta conexión es hermoso y significativo.
SEMANA: Catalina, usted como caleña, ¿cómo se siente hoy con respecto al recrudecimiento de la violencia en la capital del Valle del Cauca?
C.G.: Es muy extraño lo que siento. Nacimos en una época muy violenta y desgraciadamente eso no ha cambiado. Hemos llegado a normalizar la violencia y la muerte, y eso es triste. Soy una soñadora que quiere vivir diferente, pero la realidad es que nuestra sociedad está herida y acostumbrada a la violencia. Estamos frustrados y desmoralizados, como si ese fuera el estado normal, pero no debería serlo.
He hablado con amigos que viven allá, y es triste cómo la ciudad está militarizada, como si la seguridad implicara presencia de armas constante. Es doloroso. El narcotráfico es el gran problema, con estructuras profundas que llegan a todas las capas de la sociedad, con mucha plata fácil que genera violencia. Hay desigualdades estructurales, problemas de gobernanza y falta de presencia del Estado en muchas zonas. La historia de Colombia está llena de violencia y hoy las heridas son muy grandes. No hemos podido sanar.

SEMANA: ¿Quiénes son Catalina y Santiago cuando no están en modo Monsieur Periné?
C.G.: Cuando no estoy en Monsieur Periné, me gusta estar en modo contemplativo. Tengo a mi familia, mi novio y mis perros; tengo una finca cafetera familiar que quiero cuidar y que tiene un legado generacional. Me gusta regar plantas, echarme en el pasto, mirar las nubes, meterme a un río si puedo, hacerme masajes y simplemente respirar y tomar pausas. Para mí eso es un gran lujo y privilegio. Además, como buena caleña, me encanta la salsa y bailar.
S.P.: A mí me encanta el ají, soy obsesivo con él, siempre traigo y tengo ají de varios tipos. Me gusta estar en la naturaleza, descalzo en sitios rurales, metido en un río, viviendo de modo “cavernícola”. Me apasionan la historia y la política, y disfruto escuchando noticias en la radio, a la antigua, al estilo old school. También me gusta bailar salsa y hacer música con otros artistas.