Televisión

Carla Giraldo, fuerte y sin filtros: se sincera sobre la eutanasia de su madre, su separación y su adopción, “prefiero avanzar que llorar”

La actriz y ahora presentadora habla sobre su paso por La casa de los famosos, la muerte de su madre, su adopción y las críticas en su contra.

Lorena Mahecha S.

Lorena Mahecha S.

Productora periodística

17 de mayo de 2025, 7:26 a. m.
La actriz, de 38 años, forma parte del reality La casa de los famosos desde hace dos temporadas.
La actriz, de 38 años, forma parte del reality La casa de los famosos desde hace dos temporadas. | Foto: Laura Gómez @oko.lg

Con solo 9 años, Carla Giraldo debutó en la televisión colombiana. Su protagónico en Me llaman Lolita la catapultó a la fama sin ni siquiera ser una adolescente. Casi 30 años después, su nombre sigue resonando en la industria del entretenimiento nacional, no solo por su versatilidad actoral, sino también por su tenacidad. Carla conversó con SEMANA acerca de su carrera actoral, los retos que ha tenido que afrontar y sobre detalles de su vida personal.

Carla Giraldo
Carla Giraldo, actriz y presentadora colombiana | Foto: Instagram @carlagiraldo

SEMANA: ¿Cómo se define a sí misma?

Carla Giraldo: Soy una mujer muy solitaria, con sus luchas, sus peleas, sus angustias. Yo lucho, lloro, hago, deshago, reconstruyo, construyo, deconstruyo y todo lo hago sola. Ahora tengo la compañía de mis hijos, pero igual me volvió a tocar reconstruir sola y volver a empezar, y eso no es fácil. Siempre he sido una mujer muy sola, porque no tengo familia, ni por el lado materno ni por el lado paterno. Mi familia son mis amigos que siempre han estado ahí y que nunca me han abandonado. Siempre he estado rodeada de mucha gente que me quiere mucho y eso siempre lo he agradecido.

SEMANA: ¿Cómo se ha sentido en el rol de presentadora en La casa de los famosos?

C.G.: La primera temporada fue horrible por el hecho de empezar a hacer algo nuevo y tomar una carrera que no te corresponde, hacerla tuya y hacer lo mejor posible. Ahí empezaron las críticas de “ella no es presentadora” o “ella no sirve”. Pero en esa búsqueda de querer hacerlo bien, empecé a hacerme preguntas como: ¿qué vine a aprender? Entonces, me senté con el director y con los productores, y ellos me dieron esa luz de poder ser yo misma, de no pretender ser una presentadora, sino ser genuinamente yo.

Ahí empecé a crecer, y además al lado de una gran maestra como Cristina Hurtado, que es una excelente presentadora. Si algo hice fue aprender mientras todo el mundo generaba controversia y expectativas de lo que era nuestra relación. Yo solo aprendía. Esa primera temporada me dejó muchos aprendizajes, raspaduras, heridas, pero todo era curable, nada era para siempre. Cuando llegó la segunda temporada, yo estaba más empoderada que nunca, porque ya sabía cuál era mi papel.

SEMANA: ¿Cómo recibe las críticas en su contra?

C.G.: Sobre La casa de los famosos debo decir que siento más amor que cualquier otra cosa. Obviamente, los fandoms están pendientes de sus famosos y, por lo tanto, también están pendientes de uno todo el tiempo. La gente tiene tantas pasiones que terminan involucrándolo a uno. Esto es de amores y odios, yo los comentarios malos los tomo como constructivos siempre. Lo mejor que puedes hacer es burlarte de ti mismo y seguir adelante. Si me pongo a llorar, no avanzo y prefiero avanzar que llorar.

Carla Giraldo le envió ‘pulla’ a Cristina Hurtado en ‘La Casa de los Famosos’
Carla Giraldo le envió ‘pulla’ a Cristina Hurtado en ‘La Casa de los Famosos’ | Foto: Instagram @canalrcn

SEMANA: Mucho se ha dicho de su relación con Cristina Hurtado. ¿Cómo se lleva con ella?

C.G.: Lo que sucedió es que las personas dijeron: “Acá hay show, pues que nos den show”. Pero lo que realmente sucedía era que ninguna de las dos le daba importancia a esas cosas, sino que cada una iba a hacer sus labores. Yo sí debo decir algo y es que Cristina tiene mucha disciplina en la vida. Tú la puedes poner a presentar durante dos horas a hablar sola y ella te lo hace perfecto, seguramente yo me pongo a llorar un poquito. Siento que la gente generó una rivalidad, pero yo siento que no la hubo. Siento que al final hubo complicidad para poder terminar el formato, y ella fue una gran maestra en mi vida, como lo han sido otras personas en mi vida.

SEMANA: Recientemente, se conoció la noticia sobre el fallecimiento de su madre. ¿Cómo ha sobrellevado ese duelo?

C.G.: Ni siquiera he tenido tiempo de vivir el duelo. Porque en el momento en que eso pasó, en mi vida también estaban pasando muchas cosas. Ha sido todo un proceso. Vivir el duelo de la muerte de mi mamá, pero sin tener una gran relación con ella, también teniendo una gran relación con mis hijos, y mis hijos preguntándome por su abuela que estaba falleciendo, fue muy duro.

Se trata de un dolor, una tristeza con la que te toca convivir todos los días. Yo siento que todo depende de como uno lo tome, como uno entienda la muerte. Siento que podemos aprender de todo y saber que igual nadie muere si siempre es recordado. Para mí, mi mamá siempre será mi mamá, y ahí está viva en mis pensamientos y en los de mis hijos, porque no solo yo la recuerdo, lo recuerdan también mis hijos y las personas que la quisieron, que trabajaron junto a ella. Mi mamá sigue ahí latente, a pesar de todo, logramos igual resarcir al final muchos errores.

Cuando murió mi mamá, fui muy juzgada porque empecé a trabajar a la semana y media. Me criticaban y me decían: ¿qué pasó con su luto? Y siempre le pregunto a la gente, ¿cuánto dura un luto? ¿Cuánto tiempo tiene que durar? ¿Dónde está escrito? Para mí el luto lo puedes llevar por siempre o lo puedes llevar muy poquito. Yo todavía llevo mi luto y todavía me duele mi mamá, pero no me tengo que arrastrar en la calle y que todo el mundo me tome fotos o me vean grabándome llorando en mi casa. Yo trabajo porque eso fue lo que me enseñó mi mamá y ese es el legado que me dejó. Entonces, ¿por qué voy a dejar de hacerlo?

SEMANA: ¿Cómo fue el proceso para tomar la decisión de practicarle la eutanasia a su madre?

C.G.: Fue una decisión familiar, pero fue una decisión que creo que ella también hubiera tomado y que médicamente era lo mejor. Mi mamá ya estaba en las últimas, tenía muerte cerebral, no había vuelta atrás. Fue una decisión de vida, una decisión que además tomó ella. Ella no quiso más, ella ya había luchado mucho contra todo pronóstico.

Carla Giraldo mostró las secuelas que sufre tras una afectación de salud que tuvo en medio de su labor en 'La casa de los famosos'
Carla Giraldo | Foto: Instagram @carlagiraldo

SEMANA: ¿Cómo se siente hablando del tema de su adopción?

C.G.: No tengo ningún trauma con ese tema. Yo estaba recién nacida, a mí me entregaron a la hora de nacida. Sobre mi adopción, pues siempre supe. Un día me sentaron y me contaron, ese tema siempre estuvo ahí, fue algo que se supo abiertamente. Recuerdo que cuando mis primitas iban a hacerme bullying por ese tema terminaban jodidas porque nunca me importó. Para mí siempre fue normal, nunca fue un trauma.

SEMANA: ¿Se arrepiente de algo en su trayectoria actoral?

C.G.: Arrepentirme, no. Obviamente, he hecho algunas novelas en las que uno dice “qué necesidad”, pero al mismo tiempo digo “qué rico fracasar” porque siempre hay algo que aprender. Siento que esos fracasos vienen con muchos éxitos, siento que después de tanto señalamiento viene el renacer y siento que cuando te señalan aprendes tantas cosas que logras mejorar. A todos los proyectos les agradezco algo.

SEMANA: ¿Cómo define su maternidad?

C.G.: Mi maternidad es maravillosa. Soy mamá de dos niños superdiferentes, dos polos opuestos. Cuanto más crecen, más aprendo a conocerlos y a conocer su verdadera esencia, especialmente ahora en mi ruptura matrimonial. Ha sido maravilloso porque me encontré con dos parceros, con dos niños superindependientes, elocuentes, amorosos, tan maduros en su forma de pensar. Lo más difícil ha sido, yo creo, que el no estar 24/7 con ellos. Creo que eso es lo más difícil, y más tras una separación. El aprender a desprenderte no solo de ellos, sino de toda una familia, porque se rompen vínculos, se rompe todo. Pero mis hijos son amor puro, lealtad pura y muchas sonrisas.

SEMANA: ¿Por qué cree que la juzgan tanto y la tildan de arrogante?

C.G.: A veces doy mi punto de vista y seguramente no lo digo de la mejor forma, y paso por grosera, pero no soy arrogante; al contrario, soy amorosísima. Me llevo bien con todo el mundo y, sobre todo, con los equipos de trabajo. A veces la gente saca de contexto las cosas y una cosa es lo que se dice, otra lo que interpretas y otra cómo lo lees. Yo dejo que la gente hable, pero soy cero arrogante. Lo que sí soy es psicorrígida y disciplinada.