Sin Filtro
Así fue el arriesgado desnudo de Juliana Galvis, ¿qué le dijo su mamá y su papá?
La reconocida actriz fue la primera mujer en Colombia que posó en topless para la revista Soho en 2003.
Juliana Galvis es una de las actrices más queridas por los colombianos y lleva casi tres décadas apareciendo en los televisores del país. Sin embargo, lo que muchos no saben es que tuvo que hacer muchos esfuerzos para poder entrar al mundo de la pantalla chica y, sobre todo, convencer a su mamá.
La bumanguesa se abrió camino en los medios y plasmó su versatilidad ante cámaras con diferentes proyectos en los que participó. La celebridad integró grandes elencos, consolidando su carrera con títulos significativos y especiales para los espectadores.
Sus inicios fueron en el canal TRO aproximadamente en 1995, donde participó en diferentes programas como presentadora de noticias; también cantaba, bailaba y se adaptaba a cualquier formato. Ese canal regional es de gran impacto y por eso se fue ganando de esa época el cariño de los santandereanos.
Cuando estaba terminando el colegio empezó a participar en diferentes programas del canal regional y allí empezó el reconocimiento, pero su mamá quería que estudiara una carrera y que dejara de lado la idea de ser actriz.
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“Salí muy pequeña del colegio y le dije a mi mamá que quería ser actriz, pero me dijo que yo estaba loca y que debía buscar una carrera seria porque me iba a morir de hambre. Para ella era terrible todo esto y se negó”, dijo en Sin Filtro.
Agregó: “Como ella quería que yo estudiara, me metí a la carrera de administración de empresas, pero, al mismo tiempo, seguía buscando mi sueño de ser actriz. Fui buena estudiante, pero no me mataba”.
Cuenta que con el paso del tiempo esa carrera le sirvió para “administrar el salario” y que justamente durante todos los semestres ahorró, con lo que le pagaban en TRO, para viajar a Bogotá después de recibir el título universitario.
Pero su llegada a la capital cambiaría su vida para siempre. Aunque estaba dedicada a varios asuntos relacionados con el mundo de las modelos, comerciales de televisión y buscando la manera de cumplir su sueño como actriz, apareció una oferta de la revista Soho que posteriormente la convertiría en la primera mujer en salir en topless en el país. Todo ocurrió en 2003.
“Yo salgo de Noticias Uno y a los tres meses me dice mi novio Nicolás Achury que había hablado con Daniel Samper y que tenía una propuesta muy interesante y era hacer la primera portada en topless en Colombia”.
Agregó: “Le dije que me interesaba porque era algo muy importante, pero que era un riesgo. Yo le dije a Daniel que hiciéramos un negocio porque si me iba bien estaría agradecida toda la vida, pero que si me iba mal debía contratarme en Soho como administradora”.
El trato fue aceptado, se hicieron las fotos y la portada fue un éxito. “Pobrecita mi mamá, el primer golpe fuerte para ella, cuando llegué a Bogotá me fui a vivir con mi novio y eso era grave porque mi familia es católica y eso era pecado. Le conté que haría esas fotos para Soho, me dijo que si estaba segura y me dijo que eso podía dañar mi vida y reputación, pero le dije con seguridad que no pasaría nada”.
Dos décadas después, Juliana dice que fue un golpe de suerte y que esa portada de Soho le abrió las puertas para ingresar a la televisión colombiana.
A lo largo del tiempo, la actriz dejó una huella en la memoria de los colombianos con papeles en producciones como El cartel de los sapos, La venganza de Analía, Pa’ quererte, El general Naranjo, La pola, entre otros. Aunque su formación le permitió encarnar todo tipo de personajes, su inclinación siempre fue hacia los antagónicos y los matices villanos.
Esa rebeldía para ser actriz la convirtió en una de las mujeres más reconocidas del país y contó que le parece un poco “aburridor” hacer escenas de cama, aunque señaló que todo hace parte del proceso de interpretar a un personaje que no existe.
“Es aburridor porque tú le estás prestando tu cuerpo a ese personaje. Evidentemente, no hay una relación con quien actúas, pero como no eres tú y estás dándole vida a un personaje, pues sencillamente no soy yo. Es raro de explicar, pero es la realidad”.
Agregó: “Es un poco raro, pero simplemente es sentir distinto. Es meterse en un libreto e interpretar. Mi cerebro entiende lo que se debe hacer y ya está. Pena sí hay porque mucha gente está mirando, pero todos los seres humanos sentimos pena”.
No obstante, más allá de lo que se ve en pantalla, Juliana Galvis lleva una realidad llena de fe, creencias, energías bonitas y maternidad, la cual disfruta al máximo con su hija, Agatha. De hecho, esta faceta es muy importante en su día a día, pues la menor complementa todas las cosas que hace.