Razas de gatos

El lado oscuro de estos gatos enanos

A simple vista, por un lado encontramos que es una de las razas de gatos más lindas y exclusivas, por otro, se evidencian años de cruces selectivos que han desviado por completo su naturaleza.

Diego Alejandro Mora
24 de marzo de 2017
123 RF

Aunque para algunos estos pequeños les pueda parecer una de las razas de gatos más tiernas, en este caso es más por la vanidad  y el gusto del humano, que se realizan este tipo de cambios en la genética de los gatos para “mejorar” o hacer lucir mejor un felino doméstico.

A pesar de que muchas de las personas que son dueñas de perros o gatos se declaran amantes de los animales, suele ser de su total desconocimiento el tipo de transformaciones a las que han sido expuestas sus adoradas mascotas años previos en un laboratorio.

Lo común es que escuches hablar de las enfermedades que padecen muchos caninos que con el pasar de los años han sufrido transformaciones en contra de su naturaleza. Un ejemplo de ello se encuentra en las razas Pastor Alemán, Bulldog y Pug.

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Tristemente se cae en el cliché de gozar al ver a un perro braquicéfalo dando respiros forzosos que suenan como ronquidos. Suene cómico o no, este sonido no se produce gratuitamente: es el resultado de cruces indebidos que, durante años, se han realizado para crear una “raza ideal”.

En los últimos años ha llamado la atención internacionalmente la aparición y proliferación de una raza de gatos apodada Munchkin, que se caracteriza básicamente por ser la representación de lo que para algunas personas consideran sinónimo de “tierno” y “bonito”.

Es un gato con torso y cabeza de proporciones normales, creadas por la naturaleza para su especie con el fin de brindar las cualidades ágiles y motrices de los felinos. El problema empieza tan rápido como terminan sus extremidades inferiores, es decir sus 4 patas.

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Los Munchkin son gatos con patas muy cortas sosteniendo el peso que deberían soportar las extremidades de un gato normal. ¿Cómo es esto posible? Gracias a que hace algunos años los criadores buscaran, entre posibles cruces irresponsables, una nueva raza con apariencia más dulce.

Efectivamente, lo lograron. Son los gatitos más tiernos que se puedan encontrar, ya que representan la suavidad y ternura que cualquier amante de los gatos puede buscar en su mascota. Lo que no parece correcto, según algunos críticos, es que se está negando el natural desarrollo del gato, mutando al animal para satisfacer al hombre.

*Gifs: Giphy

Daniela Peñaranda, médico veterinario y homeópata, opinó al respecto:

“El cruce para obtener esos resultados es selectivo. Entre razas de gatos, por lo general, las diferencias son más en el pelo y en la forma de la cara, pero en el esqueleto y anatómicamente son muy parecidos (...) con este gato hacen cruces y buscan que todos sean parecidos.”

Ella hizo la comparación con las razas de perros Corgis y los Dachshund, que se caracterizan por padecer de problemas de columna, debido a sus cortas patas y su desplazamiento particular. Contó que algunos autores afirman que los Munchkin no presentan este problema, ya que su columna, a pesar de ser igual a la de cualquier gato, está muy bien formada.

A mi me parece que sí afecta mucho la agilidad, porque no tiene ni la mitad del tamaño de las patas de un gato normal, entonces siempre que el humano intervenga para sacar provecho de una mutación, me parece que está mal. Es lo mismo que los Persas, pues esos gatos no pueden respirar bien”, dijo Daniela.

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The International Cat Asociation (La Asociación Internacional del Gato) asume a los Munchkin como una raza certificada, de la que se rastrean inicios desde 1944, pero que hasta 1994 fue incluida dentro de su lista oficial de linajes.

La misma asociación define a estos gatitos como juguetones, con una gran energía y bastante domésticos, lo que no se asemeja a un gato tradicional, los cuales usualmente se aprecian de tejado en tejado y brincando ágilmente.

Por último, nuestra homeópata concluyó:

“Ya está por encima lo que el humano quiere y no el bienestar animal. No importa si van a reproducir animales , entre comillas, “deformes”, sino que sean novedosos y llamen la atención para que la gente los compre. (...) No lo considero maltrato animal, pero me parece que no es ético.”

*Fotografía: Imgur