Sostenibilidad
Plásticos biodegradables y compostables para cuidar el planeta. Este es el novedoso portafolio de una compañía colombiana
Grupo Almatia le apuesta a la sostenibilidad con materias primas compostables para sustituir los plásticos de un solo uso. Además, planea su expansión a nuevos mercados.
El Grupo Almatia, anteriormente Quimicoplásticos, decidió dar un paso adelante en un mercado del que hace parte desde hace más de 40 años, con el cambio de su identidad corporativa. Fundada en Antioquia en 1982, la empresa ha sido un referente en la comercialización y distribución de materias primas para diversas industrias, representando a 45 marcas de 20 países. “Buscamos que nuestra nueva identidad no solo represente el negocio de plásticos, sino que abarque todas las divisiones en las que operamos”, aseguró su director comercial, Santiago Angel Gallego.
De acuerdo con Angel, este cambio significa “una renovación profunda en nuestra forma de operar y la visión a futuro”. Los motivos detrás de esta evolución reflejan su crecimiento en nuevas industrias más allá de los plásticos, bajo un enfoque de sostenibilidad e innovación que definen el futuro de la compañía. Todo esto, apalancado con un portafolio verde que refuerza su compromiso con productos ecosostenibles y el interés de expandir su operación internacionalmente.
Además, de la transformación de su imagen, Almatia se ha enfocado en diversificar su portafolio de materias primas, participando en cuatro sectores principales: plásticos, pinturas y recubrimientos, alimentos y construcción. “Nosotros como industria tenemos la responsabilidad de movilizarnos hacia la sostenibilidad. Los plásticos fósiles han generado problemas ambientales, y nuestro compromiso es encontrar soluciones,” señaló su director Comercial.
El portafolio verde incluye soluciones para reducir la huella de carbono y optimizar el uso de materiales reciclados postconsumo (PCR) en plásticos como polietileno, polipropileno y PET. Así mismo, para la industria de pinturas, también se ofrecen soluciones que reducen las emisiones de VOC (compuestos orgánicos volátiles) a la atmósfera, sustituyendo en la producción de pinturas, algunos solventes por agua.
Tendencias
Además, el Grupo Almatia ha apostado desde hace más de 15 años, por la comercialización de resinas plásticas biodegradables y compostables, como el ácido poliláctico (PLA) y las mezclas de almidones derivadas de fuentes naturales como el maíz y la caña de azúcar, los cuales se desintegran sin dejar residuos tóxicos o microplásticos. Para esto, trabaja con líderes globales en la producción de bioplásticos como Nurel de España y sus resinas marca INZEA® y NatureWorks de Estados Unidos, el principal productor mundial de PLA con su cartera de biopolímeros Ingeo™. Según Angel, estas acciones han permitido ahorrar más de 5 mil toneladas de residuos plásticos al planeta en los últimos tres años.
Las resinas compostables que comercializa, son una alternativa para la sustitución de los plásticos de un solo uso prohibidos en Colombia, según la Ley 2232 de 2022 y cuentan con sellos de compostabilidad. Esto significa que cumplen a cabalidad con los cuatro criterios que exigen las normas internacionales en esta materia: biodegradabilidad, contenido mínimo de metales pesados, desintegración y toxicidad nula.
Actualmente, señalan que el país debe trabajar en la implementación de más plantas de compostaje industrial para sus materiales”, y enfrentan desafíos en la producción de materiales biodegradables, que incluyen la accesibilidad y las economías de escala. “Nos abastecemos principalmente de Europa, donde estos materiales son ampliamente utilizados”, explicó el director Comercial del Grupo.
En este contexto, Angel Gallego se refirió a la importancia de no incurrir en la confusión común entre materiales biodegradable y compostable. “La biodegradación es un proceso de descomposición por bacterias presentes en el ambiente, mientras que los materiales compostables certificados deben cumplir con criterios específicos que aseguran su descomposición completa en un tiempo máximo de 12 meses sin generar residuos dañinos. La compostabilidad hace que los materiales al biodegradarse se convierten en compost que es un fertilizante orgánico, bajo condiciones controladas, en procesos de compostaje casero (biodegradación en máximo 12 meses) o industrial (biodegradación en máximo 6 meses).”, precisó.
Crecer de forma sostenible
Para Angel Gallego, la diversificación ha sido fundamental en el proceso de evolución de Almatia, que lleva más de cuatro décadas en la industria. “Nos hemos enfocado en crear sinergias entre nuestras líneas de negocio, lo que hoy representa casi el 90 por ciento de nuestro portafolio”.
Asimismo, la respuesta ante la creciente demanda global por sostenibilidad se manifiesta en su continuo desarrollo de soluciones innovadoras que abordan tanto la reducción de residuos como el uso responsable de recursos. “Estamos explorando nuevas tecnologías y procesos que nos permitan mejorar nuestra eficiencia energética y la recuperación de materiales” concluyó.
Este proceso evolutivo de la compañía contempla ampliar la estrategia de internacionalización. Hoy su canal de ventas Almatia Trading, es un punto clave para expandir sus fronteras y atender nuevos clientes en los países centroamericanos y de la costa del Pacífico de América. Con operaciones en Ecuador, planea expandirse a otros países de la región. Con su visión ecosostenible y enfoque en soluciones verdes, la empresa busca seguir posicionándose como un actor clave en la distribución de insumos responsables con el medio ambiente.
*Contenido elaborado con apoyo de Grupo Almatia.