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Epoc, la tercera causa de muerte por enfermedades no transmisibles en el mundo. ¿Cómo prevenirla?
Víctor Saravia, gerente médico de GSK, habla sobre las causas de esta afección que aqueja a más de un millón y medio de colombianos, casi la población de Barranquilla. Señala que el país debe profundizar en la vacunación contra la influenza, la tosferina y el neumococo, como una medida para minimizar las complicaciones en los pacientes.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc) es la tercera causa de muerte por enfermedades no transmisibles en Colombia y, según la prevalencia de la enfermedad obtenida del estudio Prepocol, cerca de 1′600.000 personas viven con ella. La inhalación de sustancias tóxicas como el humo del cigarrillo o de la leña y la contaminación ambiental son las principales responsables de esta afección que impide que el aire que ingresa a los pulmones salga completamente del organismo, generando inflamación de las vías respiratorias, problemas de oxigenación y mayor susceptibilidad a infecciones.
Víctor Saravia, gerente médico de GSK, habla sobre las medidas más efectivas para prevenir esta afección, que no tiene cura, y detalla algunos de los síntomas más comunes que podrían indicar su aparición.
¿Cuáles son las señales de alerta que indican la aparición de esta enfermedad?
Víctor Saravia: A veces inicia con dificultad para respirar, la persona va perdiendo la funcionalidad y empieza a notar un cansancio al realizar cierto tipo de actividades que hacían parte de su rutina diaria. El cansancio no es muscular, sino de falta de aire. Otro síntoma es la tos matutina. Cuando los pacientes se despiertan viene un episodio de tos en el cual tienen que expulsar las secreciones y las flemas. Esto es producto del cambio de estructura del pulmón.
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¿Su aparición se debe sólo a factores externos?
V.S.: Es el común denominador. Aunque existe un tipo diferente de epoc causado por una deficiencia de alfa-1 antitripsina (AAT), una enzima que hace que el pulmón sea elástico. Esto es genético y se presenta desde edades tempranas, a los 20 o 30 años. Sin embargo, no es frecuente comparado con la cantidad de personas que están sufriendo de epoc en el mundo.
Vacunarse es una alternativa para evitar complicaciones por la enfermedad. ¿Qué tan efectiva ha sido esta medida?
V.S.: No hay cómo tener un registro de cobertura en adultos ni en una población especial como los pacientes con epoc y asma. Cuando revisamos los registros oficiales, el único registro que tenemos es del Programa Ampliado de Inmunizaciones, y la única vacuna que registra cobertura es la de la influenza. De otras vacunas como el neumococo y la tosferina, que sirven para prevenir enfermedades respiratorias, no se encuentran registros. Hay estudios –realizados en el marco del proyecto +Aire- que muestran que la cobertura para los pacientes con epoc es del 1 por ciento, y para hablar de una cobertura exitosa de vacunación tiene que estar por encima del 95 por ciento. Sin embargo, hay que decir que esto también sucede en otros países.
Muchas personas sienten temor por la seguridad de las vacunas…
V.S.: Las vacunas sí son seguras. Son una de las formas de intervenir al paciente para que no tenga complicaciones. Al igual que todas las medicinas, puede haber eventos adversos, pero son efectivas. Por ejemplo, si vacunamos 100 millones de personas, los eventos adversos son del 1 por ciento o incluso menos, pero son percibidos como muchos porque es una intervención poblacional y no solo individual. Los controles de calidad son muy exigentes. Para que una vacuna sea aprobada y comercializada pueden pasar 10 a 14 años. Es un proceso muy elaborado de evaluación de calidad.
¿Qué otras alternativas existen para prevenir la enfermedad o evitar complicaciones?
V.S.: Hay algo que se llama prevención secundaria, que consiste en que una vez se hace el diagnóstico se mantiene el tratamiento y esto ayuda a que la enfermedad no siga progresando, sino que se estacione. También existe la rehabilitación pulmonar, que son ejercicios para que los pacientes logren mejorar su capacidad pulmonar. Además, se deben eliminar hábitos como el consumo de cigarrillo o la exposición a sustancias aéreas que sean tóxicas.
Contenido elaborado con apoyo de GSK