OPINIÓN
Es hora de renunciar
Por naturaleza tratamos de trabajar de una manera organizada, sistemática, acorde a la lógica y es precisamente la raíz que nos mantiene actuando de la misma manera ante cada nuevo proceso, desencadenando lastimosamente el mismo resultado.
Una de las cosas que normalmente vemos a la hora hablar del éxito es muchas veces la imposibilidad de tomar decisiones que nos lleven a desistir de un proceso o un proyecto al que en algún momento lo dimos poder, atención y en donde mentalmente nos involucramos completamente.
La sociedad nos ha enseñado a tener iniciativa, empezar grandes proyectos con grandes ideas, invertir todos los recursos tanto financieros como energéticos, hablo puntualmente del tiempo, el dinero y nuestra energía en hacer realidad un sueño que muchas veces nace desde adentro de cada uno de nosotros y que nos impulsa a actuar. Por naturaleza tratamos de trabajar de una manera organizada, sistemática, acorde a la lógica y es precisamente la raíz que nos mantiene actuando de la misma manera ante cada nuevo proceso, desencadenando lastimosamente el mismo resultado.
Siempre nos inculcaron, por lo menos a mi que los ganadores nunca se rinden, renunciar es para los débiles, pero en un artículo de Business Insider leí que el 95% de los trabajadores piensan en renunciar y por estadística sabemos que la tasa de fracaso de un emprendimiento promedio es de 85%, en donde el 20% fracasa el primer año, ante estás estadísticas tan complejas de absorber a la hora de tomar decisiones acorde a nuestra capacidad de buscar horizontes más prósperos, tenemos en contraparte que el 90% de los norteamericanos ricos son nuevos ricos, nuevos empresarios o nuevos emprendedores, en donde 62% de los adultos según Babson creen que es una buena carrera emprender, sin embargo los resultados no están dando buenos resultados y al final siguen amarrados a la zona de confort y a los resultados mediocres.
Una de las cosas más interesantes al final del camino es creer que se puede. La mente humana me ha enseñado que no hay poder más fuerte que la fe y que ante cualquier adversidad que debemos afrontar, siempre tendemos a tener la capacidad de reponernos y salir ventajosos de situaciones del día a día pero nunca vemos más allá de las acciones predecibles, nos volvemos simplemente esclavos de las tareas y funciones triviales del día a día y nos conformamos con esos resultados mediocres que nos obligan a crear barreras mentales, nuestra propia cárcel en nuestros propios pensamientos, gobernados por una incomprensión de nuestra capacidad que nos impide renunciar a esa vida que queremos cambiar.
La pregunta más sencilla es ¿por qué es tan difícil renunciar a una vida básica y lejana a nuestras expectativas? La propia mente siempre busca expansión, crecimiento pero obedecemos a comandos mentales y una programación sin ningún tipo de impacto hacia la realidad que queremos, en donde podemos ser conscientes que los resultados que estamos obteniendo están lejos de la vida que quisiéramos tener.
Así que es hora de renunciar, cambiar los patrones mentales, la programación pesimista y conformista con la que nos criaron y que fortalecimos a lo largo de nuestra vida y ser auténticos, dominantes con nuestra vida y tener intenciones claras ante expectativas altas con una mente altamente capaz de cumplir tus propias metas. Recuerda que siempre hay una luz al final de cada túnel y puedes estar por el camino correcto o no, eso lo defines solamente tú.
Es por eso que te dejo 4 aspectos fundamentales con los que puedes organizar un poco el panorama y establecer una nueva realidad.
1. Mira la calle que no sea sin salida. Seguir el común denominador ha sido la norma, lo usual y normalmente no termina muy bien. Ten muy claro tu norte, tu propio mapa del tesoro y ten el valor suficiente para entender quien eres en realidad y que quieres de verdad. La sociedad nos enseño a tener una vida programada en la que todos terminan básicamente igual, está vez tu tienes la capacidad de definirla.
2. Determina tus estándares y el impacto. Sé auténtico, comprometido contigo y tu misión. Nada ni nadie entienden lo que eres hasta que tú no eres capaz de vivirlo plenamente. Toma el riesgo de conocerte tanto que no tengas que explicar nada porque, tus acciones hablan por sí solas.
3. Defiende a muerte tu filosofía personal. Piensa y actúa en torno a tus capacidades, sueña y pretende con tu mejor versión o como la llamo yo mi filosofía 11/10 en donde tu muestras la excelencia, el compromiso personal y el inconformismo constante por ser el conquistador de tus propias batallas.
4. Toma una sola acción hoy. Aunque está se define sola, no hay mejor mensaje que el proverbio chino “un viaje de mil millas inicia con un solo paso”, así que manos a la obra.
Paul Raminfar
Entrenador de mentalidad