El mercado laboral está cambiando. Más allá del salario y la estabilidad, las personas buscan cada vez más flexibilidad horaria, la posibilidad de trabajar uno o varios días en modalidad remota y beneficios para su bienestar y el de su familia. Por el lado de las empresas, las necesidades se orientan hacia la vinculación de personas idóneas tanto por sus capacidades como habilidades y valores.

El reto es grande para trabajadores y empleadores. En Colombia hay más de 2 millones de personas buscando empleo formal, pero también existen cientos de vacantes libres porque las empresas no encuentran los candidatos adecuados. La buena noticia es que las proyecciones indican que habrá incrementos en la planta de personal en varias empresas del país, debido a planes de expansión regional y el desarrollo de nuevas líneas de negocio, según los resultados de la encuesta Flash de Gestión Humana, realizada por la firma LHH del Grupo Adecco, con 300 empresas de diferentes sectores.

Estas nuevas plazas serán en Colombia y países de América Latina como República Dominicana, Costa Rica, Panamá y Centroamérica, precisó Andrés Alvarado, director de LHH. No obstante, también se prevé que desaparezcan cargos tradicionales, como sucedió hace muchos años con los ascensoristas, y surjan otros asociados, principalmente, a la tecnología.

Según el informe de Tendencias Laborales 2025 de ManpowerGroup, más de dos tercios (68 por ciento) de los empleos que se publican en LinkedIn no existían hace 20 años. En este contexto, es fundamental prepararse para los cambios y convertirse en un candidato visible para acceder a nuevas oportunidades.

Un primer aspecto a tener en cuenta es que la aceleración del progreso tecnológico pondrá aún más a prueba la adecuación del mercado laboral. Innovaciones como la Inteligencia Artificial generativa permitirán a las empresas automatizar actividades técnicas y operativas para que el personal pueda enfocarse en temas estratégicos.

Se estima que para el año 2030 las habilidades requeridas cambiarán en más de un 50 por ciento con la adopción de esa tecnología. El liderazgo, la flexibilidad y la capacidad de adaptarse a los cambios primarán sobre los estudios académicos.

En cuanto a la forma de trabajar, gran parte de los trabajadores en todo el mundo se inclina por el teletrabajo. Sin embargo, muchas industrias están retornando a la presencialidad e, incluso, han adoptado políticas rígidas como la de Amazon, con la asistencia obligatoria a la oficina.

Estas medidas van en contravía de las expectativas de las nuevas generaciones de trabajadores y en algunos casos dificultan la búsqueda de candidatos y la retención del talento. De hecho, el 74 por ciento de los empleadores a nivel global y el 59 por ciento en Colombia enfrenta dificultades para encontrar talento calificado.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en los países que viven un proceso de envejecimiento demográfico, los empleadores tendrán cada vez más dificultades para cubrir sus vacantes, debido a que habrá menos recambio generacional. Es el caso de Colombia, que en 2020 tenía una media de edad de 31,3 años y para 2050 se espera que alcance los 43,9 años, con un crecimiento del 40,3 por ciento, el porcentaje más alto de todos los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), según un estudio realizado entre este organismo y Naciones Unidas.

Esta realidad ha hecho que crezca la tendencia de privilegiar la experiencia y el conocimiento de los mayores de 50 años. Según Estefanía Grajales, de la Fundación Aurora, “estas personas son más estables, leales y están dispuestos a jugársela por las empresas”.

A nivel global, el envejecimiento se concibe de una manera muy diferente a como se veía hace un par de décadas. Los de 50 se sienten como de 30, y los de 60 tienen el dinamismo de alguien de 40. Por eso, no es extraño que crezca la vinculación de este segmento de la población al mundo empresarial. “Tenemos que luchar contra el fenómeno del edadismo, un término asociado a la discriminación, sesgos y estereotipos a partir de la edad”, señaló Grajales. Y recordó que en Colombia existe la Ley 2040 de 2020, que ofrece incentivos para las empresas que contraten personas mayores. No obstante, son pocas las compañías que los conocen y aprovechan.

La Generación Z, quienes nacieron entre 1995 y 2010, y los millennials, entre 1981 y 1996, ocupan un lugar importante en las nóminas de las organizaciones. La Generación Z se ha incorporado, o está a punto de hacerlo, a un mercado laboral en constante cambio, pero carece de un referente sobre el funcionamiento de las organizaciones en el pasado.

Lina María Correa, directora de Talent Solutions de ManpowerGroup, señaló que el 47 por ciento de los trabajadores de esta generación son los más propensos a abandonar su trabajo en los próximos seis meses. Además, enfrentan mayores dificultades en términos de salud mental y habilidades de comunicación en comparación con las generaciones previas. Por su parte, el 60 por ciento de los millennials ocupan posiciones gerenciales con al menos un subordinado a cargo. Estos líderes suelen verse atrapados entre las responsabilidades de cuidar a sus hijos, familiares mayores e intentar priorizar su bienestar personal.

El evidente cambio en los intereses y modalidades de trabajo también es tenido en cuenta por los gobiernos. En Colombia, por ejemplo, con la Ley 2101 de 2021 se ordenó la reducción progresiva de la jornada de trabajo semanal de 48 a 42 horas, que comenzó a aplicarse a partir del 15 de julio de 2023.

El entorno laboral en el país dista mucho de lo que fue hace unos años y se alinea aún más con las tendencias globales. Cómo se deben transformar las empresas para responder a los diferentes fenómenos y cuál debería ser el camino para que las personas sean más visibles y puedan acceder a nuevas oportunidades, son los principales desafíos de este año. Una visión progresista permitirá avanzar y generar posibilidades para todos.