EDUCACIÓN
¿En qué departamentos ya se reabrieron los colegios?
A pesar del temor de muchos padres de familias y la oposición del gremio de los educadores, Fecode, el 59 por ciento de las Secretarías de Educación del país ya retomaron actividades académicas presenciales a través de la alternancia.
Por cuenta de la pandemia las aulas de clase han permanecido vacías por varios meses. Tan pronto comenzó la reapertura gradual de algunas actividades, el Gobierno comenzó a planificar cómo se podría retornar a clases presenciales de manera segura. En medio de esta coyuntura desafiante que ha impuesto el coronavirus, se tomó la decisión de adoptar el modelo de alternancia para volver a clases. Pero este retorno no ha sido tarea fácil.
En los últimos meses de 2020, más de 20 secretarías de Educación del país en las distintas regiones del país iniciaron sus planes piloto para reabrir las aulas. Sin embargo, el segundo pico de la pandemia sumado al fin del año escolar hizo que este regreso de estudiantes a las aulas no fuera masivo. No obstante, estos planes piloto y las primeras experiencias resultaron fundamentales para el regreso escolar de este año.
Para esta tercera semana de calendario académico de este año, el 59 por ciento de las Secretarías de Educación han reportado el inicio de actividad académica con alternancia. De esta forma, se avanza en el proceso de retorno gradual, progresivo y seguro de los estudiantes a los salones de clase en todos los niveles educativos.
Desde el pasado 18 de enero comenzaron las clases bajo el modelo de alternancia en colegios públicos y privados en departamentos como Antioquia, Atlántico, Bolívar, Boyacá, Caldas, Córdoba, Cundinamarca, Chocó, Guaviare, Huila, La Guajira, Magdalena, Norte de Santander, Putumayo, Quindío, Risaralda, San Andrés y Providencia, Santander, Valle del Cauca y Vichada.
Tendencias
A estos territorios se suman los procesos de reactivación en municipios como Armenia, Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Buga, Cali, Cartagena, Cartago, Chía, Dosquebradas, Envigado, Facatativá, Floridablanca, Funza, Girón, Itagüí, Maicao, Malambo, Manizales, Medellín, Montería, Palmira, Pereira, Piedecuesta, Pitalito, Quibdó, Riohacha, Rionegro, Sabaneta, Santa Marta, Sincelejo, Soledad, Tumaco, Tunja, Uribia, Valledupar y Yopal.
Es importante recordar que desde el mes de junio del 2020 se emitieron los Lineamientos por parte de los Ministerios de Educación y de Salud con el fin de preparar al sector para la alternancia educativa. Este modelo consiste en establecer grupos pequeños que puedan cumplir las medidas de bioseguridad y alternar las clases presenciales con las virtuales a fin de evitar las grandes aglomeraciones en los colegios.
Entre los protocolos de bioseguridad los colegios deben garantizar la disposición de espacios con circulación de aire, puntos para el lavado o desinfección periódico de manos, uso de mascarillas, organizar los espacios para garantizar distanciamiento físico de un metro en aulas y dos metros en espacios comunes, fortalecer el aseo y desinfección de los espacios. Cada institución ajustaría esta alternancia a sus necesidades y a su cantidad de estudiantes.
Además, debe haber un protocolo para generar alertas oportunas y aislamiento de cualquier miembro de la comunidad educativa que presente un eventual contagio.
Para dotar a los colegios con los elementos necesarios en materia de bioseguridad para el retorno, el Ministerio destinó 400 mil millones de pesos a través del Fondo de Mitigación de Emergencias - FOME. Sin embargo aún falta avanzar en la ejecución de esos recursos, dado que se ha ejecutado menos del 20 por ciento de ellos.
“Invitamos a las Entidades Territoriales a que dinamicen el proceso de verificación y aprobación de protocolos de los colegios públicos y privados y así continuar avanzando en el retorno gradual, progresivo y seguro en alternancia”, indicó la ministra María Victoria Angulo.
Cabe recordar que para avalar la asistencia de los estudiantes a los encuentros educativos presenciales, los padres y madres de familia o cuidadores deben manifestar su consentimiento. Asimismo, a quienes no deseen enviar a sus hijos, se les debe garantizar la continuidad del proceso educativo.
“Es necesario reiterar la importancia del proceso de alternancia para que los niños y jóvenes interactúen con sus maestros y con compañeros lo cual cobra gran importancia en el desarrollo integral de los estudiantes para evitar el aumento de las brechas de aprendizaje y mitigar los efectos emocionales producidos por el aislamiento tales como ansiedad, estrés, depresión, dificultad para la resolución de conflictos y dificultades para manejar sus emociones”, concluyó Angulo.