PERFIL

Nuevo director de Colciencias es un apasionado por la ciencia

Diego Fernando Hernández quiere convencer a los empresarios del país de que invertir en ciencia es rentable.

30 de agosto de 2018
Diego Fernando Hernández, nuevo director de Colciencias.

Así como en el sector académico ha convencido por años a sus estudiantes de que hay que apostarles a la ciencia, tecnología e innovación como elementos fundamentales en el progreso de un país y su gente, Diego Fernando Hernández, nuevo director del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias), quiere convencer ahora a los empresarios colombianos de lo mismo.

Según dice, este es su principal desafío en el cargo que le encomendó el presidente Iván Duque. La idea –sostiene– es motivar al sector empresarial y hacer una labor de pedagogía sobre la importancia de invertir en este rubro.

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“Quiero demostrarles que invertir en ciencia, tecnología e innovación es rentable y que se convierte en una excelente posibilidad para generar más empleo y productividad en el país”, expresa este valluno de 57 años.

Es consciente de que la tarea no es fácil, pero se la va a jugar con pedagogía, enseñanza y a través de ejemplos y resultados, porque considera que el país tiene una “oportunidad de oro” en los próximos cuatro años, gracias a que la entidad ha financiado más de 3.000 doctores (70% en Colombia y 30% en el exterior).

Se trata de becarios de Colciencias que en los próximos años podrán contribuir al desarrollo del país, gracias a todo su conocimiento.

Por esto, afirma que la idea se centra en motivar a los empresarios a que creen doctores en sus cargos o los reciban como pasantes doctorales. “Yo creo que es a través de este tipo de capital humano altamente calificado que podemos promover la inversión de los empresarios en este rubro”.

Explica que la inversión en ciencia, tecnología e innovación tiene tres fuentes: capital privado, regalías y presupuesto general de la Nación y de los Ministerios.

La primera corresponde a las empresas y es en donde está la mayor parte de los recursos: $4 billones. Sin embargo, una de las apuestas es que ese dinero se duplique.

La segunda fuente, la de las regalías, cuenta con un presupuesto para los próximos dos años de $1,8 billones. Esto corresponde a 10% de la totalidad de las regalías, que se destina al Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación.

La tercera fuente, por su parte, contempla actualmente recursos por $330.000 millones, pero Hernández propondrá en el Plan Nacional de Desarrollo un capítulo aparte de tecnología e innovación que determine las metas y la posibilidad de tener un mayor presupuesto.

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Por ahora, este ingeniero industrial que estudió en la sede de la Universidad Nacional, en Manizales (Caldas), combinará su aprendizaje tanto en el sector privado como en el público, para responder a los retos que tiene la entidad.

Y es que Hernández laboró durante 10 años en el sector privado en renglones como el financiero, y durante los últimos 20 años ha trabajado en el sector público como docente. Precisamente, la docencia es una de sus grandes pasiones, gusto que descubrió cuando se graduó de la universidad. Entre sus cargos más representativos se destaca el de decano de la facultad de ingeniería de la Universidad Nacional y vicerrector del mismo claustro educativo en Bogotá.

“En ambos sectores, el público y el privado, hay aprendizajes, retos y desafíos y en este sentido, la formación y experiencia que se adquieren en ambas, es una buena mezcla. Eso es lo que quiero capitalizar como nuevo director de Colciencias”.

En sus tiempos libres, a Hernández, quien también cuenta con una maestría de administración de empresas de la Universidad del Valle, otra en economía de la Universidad Javeriana y otra en finanzas de la Universidad de Kansas, así como un doctorado en ciencias económicas, le gusta caminar y montar en bicicleta, aunque no lo hace con mucha disciplina.

También lee, para estar actualizado –como él mismo lo dice– y sale con su familia a cine y a comer, uno de sus hobbies preferidos.

Comparte además con su hijo, quien sigue sus pasos y siempre está ávido de conocimiento: tiene 23 años y está terminando su carrera de ingeniería química y, como su padre, piensa irse al exterior a cursar su especialización, específicamente planea viajar a Alemania.