TECNOLOGÍA

Esto es lo que deben hacer las pymes en transformación digital

Las pequeñas y medianas empresas son las más afectadas en la actual coyuntura. Estas son las principales recomendaciones de la firma Neoris.

16 de mayo de 2020
| Foto: Neoris

Esta es una oportunidad única para que las empresas pequeñas y medianas, incluso las famiempresas, entren en la onda de la transformación digital.

Fernando Silvestre, country manager Colombia, Ecuador y Centroamérica de la firma Neoris, cuenta detalles de lo que deben hacer estas compañías. Más que grandes presupuestos se trata de cambios en los hábitos de negocio y cultura empresarial con una nueva visión. 

¿Qué deben hacer las pymes para iniciar la transformación digital?

Para iniciar la transformación digital, los pequeños y medianos negocios deben primero identificar cuáles son las variables del negocio más representativas, es decir, aquellas que contribuyan a dar valor a su negocio.

Aquellas que sean capaces de mejorar los procesos o de crear nuevos escenarios de negocio capaces de optimizar y eficientar las operaciones. 

¡Ojo! No se trata de un tema tecnológico. Recordemos que –antes de ser un fin-, la tecnología es meramente una herramienta. 

Una herramienta que permite conectarnos, agregar y eficiencia velocidad a los procesos y –en últimas-, tener mejores negocios. Es por esto que la transformación digital implica altas dosis de culturización y un liderazgo capaz de desafiar la manera tradicional de hacer las cosas en las pymes. 

El hecho de que las pymes emprendan un proceso de cambio radical para abrir nuevos canales digitales, encontrar nuevos mercados y sobrepasar a la competencia implica un gran desafío.

Debido a que la palabra ‘digital’ se ha vuelto tan trillada, la supervivencia de la pyme ya no depende de la tecnología por sí misma, ni del músculo financiero, ni de la cantidad de empleados… es –ni más ni menos-, un acto de renovación continua para adaptarse fácil y rápidos a las continuas jornadas digitales.

¿Qué ajustes son necesarios hacer en procesos de producción antes de iniciar una digitalización?

Por ejemplo, para organizaciones que se dedican a transformar materias primas en producto terminado, se sugiere que –antes de emprender una renovación tecnológica o digitalizar un proceso o un puesto de trabajo, se entienda a la cadena de valor completa, desde las compras y el transporte hasta las operaciones y el mantenimiento, pasando por marketing y finanzas.

Recordemos que una cadena de valor como esta incorpora además a proveedores, fabricantes, distribuidores, retailers y finalmente, consumidores. ¿Qué significado tienen tales componentes para la transformación digital? Pues que unidos contribuyen a llevar un producto o servicio desde su diseño conceptual hasta su aplicación por el usuario final. Es el proceso central de cualquier empresa, y hay que entenderlo como tal.

Entonces, antes de invertir en tecnología, es imperioso buscar cuáles son los puntos de la cadena de valor donde se pueden lograr mayores eficiencias y contribuciones significativas para producir más y gastar menos, para comprar menos y producir más…

¿Qué tipo de compañías o de qué sectores son las más atrasadas en Colombia en temas de transformación digital?

En Neoris hemos visualizado que, en Colombia, los proveedores de servicios de salud no cuentan con los suficientes canales de atención. Esto ha impactado negativamente no solo los tiempos, sino la calidad de la atención sanitaria tanto en salas de emergencias como en centros ambulatorios.

La telemedicina es otra área con falencias. Resulta de lo más absurdo hacer ir a un paciente hasta el centro médico para algunas especialidades clínicas, siendo que existen numerosos adelantos tecnológicos para atención remota, vía streaming, pero los médicos ni las instituciones lo usaban, hasta ahora.

¡Claro! Es que la pandemia reveló el atraso digital en que se encuentran los centros médicos. 

Para la muestra un botón, cuando en Neoris Colombia obtuvimos alertas tempranas sobre el rápido avance de la covid-19, de inmediato propusimos un desarrollo ágil en ese sentido: en sol 4 días desarrollamos la aplicación Patient Track, una plataforma de telemedicina para la atención pre-hospitalaria de pacientes de la covid-19 que reduce la congestión en salas de urgencia y evita traslados innecesarios que pueden poner en riesgo a la población.

Patient Track opera en dos frentes: desde el hogar, mediante una aplicación móvil,  y desde el centro médico u hospital, con una aplicación web. 

La plataforma recoge toda la información del teléfono celular a partir de reportes recibidos de pacientes; luego, la organiza, deriva y analiza para una correcta toma de decisiones. Si un usuario cree que tiene los síntomas de la  covid-19, simplemente llena una encuesta desde su dispositivo móvil; la aplicación le pregunta: ¿qué países ha visitado recientemente?, ¿si ha tenido contacto con personas que hayan viajado al exterior?, ¿si presenta fiebre, tos o decaimiento? La encuesta también indaga por enfermedades pre-existentes tales como hipertensión arterial (HTA), diabetes y enfermedad coronaria, entre otras.

Del otro lado, en el centro asistencial, la información es desplegada en un tablero de control que ofrece un panorama de la población que ha estado interactuando desde sus hogares y el nivel de priorización al que puede acceder cada paciente según sea su condición de salud.

 Por ejemplo, si un paciente dice tener todas las comorbilidades y síntomas de Covid-19, una enfermera se comunica a través de videollamada. En ella, puede ampliar aún más la encuesta para definir el cuadro clínico. Es una interacción equivalente a un triage a distancia, algo conocido en el mundo de la telemedicina como ‘autotriage’.

Acto seguido, se deriva al médico, quien luego de observar el análisis y conducta del paciente, emite un diagnóstico y toma una de dos decisiones: que continúe en su casa o que asista a consulta.

La idea es sencilla pero poderosa: gestionar de manera inteligente la priorización del servicio médico mediante la valoración, consulta, orientación y manejo de cada paciente, todo a distancia, valiéndose de plataformas digitales.

¿Y con la educación?

Aunque la educación ha tenido notorios avances en virtualización, aún subsisten numerosos cuellos de botella análogos que impiden la correcta rentabilidad de esta industria. 

Eso incluye automatizar numerosos procesos, incluyendo el back office administrativo, que ahora se ofrece como servicio, mejorar la experiencia de los estudiantes, personalizar los servicios y gestionar correctamente los datos.

Aquí es conveniente resaltar el gran papel que cumple la digitalización ‘as-a-service’. Con ella, las Pymes se evitan adquirir equipos, infraestructura y licenciamientos. Todo eso se alquila como un servicio con una tarifa anual, lo cual traslada los costos de capital (capex) a costos de operaciones (opex).

Los bancos también están en la edad de piedra en procesos de cara al consumidor. Es común ver montones de personas haciendo cola frente a un cajero humano. Eso se tiene que acabar con la digitalización de los puntos de contacto, con la digitalización de cada proceso, con la apertura de nuevos canales de atención. Es ilógico tener que ir a un banco a pedir un crédito o abrir una cuenta de ahorros; esos son procesos ociosos de la pre-pandemia que –estoy seguro- no existirán más en la post-pandemia.

Otro sector

El comercio minorista o las populares tiendas de barrio. Por su naturaleza, han estado orientadas al comercio cara a cara, al contacto físico. Pero, hoy, por cuenta de la pandemia, requieren con urgencia volverse establecimientos orientados al ecommerce, al pago digital. 

En 5 ideas, ayúdenos a definir la transformación digital….

  • La transformación digital obliga a replantear el negocio en una secuencia de tres factores: primero, las personas; segundo, los procesos y, por último, la tecnología, justo en ese orden.

  • Antes de emprender cualquier transformación, las empresas deben entender que deben cambiar su mentalidad. No se trata de comprar tecnología, sino de apropiar conocimientos profundos de cómo funcionan realmente los negocios.

  • La transformación digital es el camino correcto para generar decisiones inteligentes basadas en datos.

  • Hay que borrar de la mente del empresario que la transformación digital es un asunto de tecnología. ¡No señor! es un cambio de mentalidad.

  • Aunque no lo parezca, la redefinición de los procesos comerciales, el mapeo de la jornada digital del cliente, la inteligencia de datos y la medición continua del progreso también hacen parte de la transformación digital. 


¿Una famiempresa se puede transformar digitalmente?

¡Por supuesto! Las tiendas de barrio, como expliqué anteriormente, así como las mipymes dedicadas al turismo, los agricultores independientes e incluso los artesanos, carpinteros y muchos otros emprendedores pueden apalancarse en la digitalización para ser más ágiles y eficientes que sus contrapartes.

La idea es ser más ágiles al lanzar un producto o servicio al mercado (mejorar el time to market) y al brindar experiencias superiores a sus clientes. Las famiempresas pueden incursionar fácilmente abriendo nuevos canales comerciales incluyendo plataformas, apps, sistemas de autoservicio y haciendo presencia en marketplace digitales que cuestan muy poco dinero y son sencillas de implementar.