ESTADOS UNIDOS

¿Se abre paso el socialismo en Estados Unidos?

Las ideas de izquierda ganan terreno en Estados Unidos, donde brilla una congresista socialdemócrata. Al mismo tiempo, Trump usa el fantasma del chavismo para asustar a los electores.

17 de abril de 2019
Con tan solo 29 años y proveniente del Bronx, Alexandria Ocasio- Cortez es una de las congresistas más populares en Estados Unidos. | Foto: Afp

El ascenso meteórico de la congresista más joven de Estados Unidos, de origen boricua y nacida en el Bronx, Alexandria Ocasio-Cortez, así como la popularidad del candidato presidencial Bernie Sanders, han puesto sobre el tapete ideas socialistas en la economía símbolo del capitalismo.

Las palabras socialista o comunista, que hasta hace poco eran consideradas como un insulto y un calificativo que seguro hacía perder a cualquier candidato de elección popular en Estados Unidos, están dejando de ser tabú y ahora se ven cada vez más en la prensa y en los discursos de los aspirantes a ser elegidos.

Walter Molano, analista del banco de inversión BCP, en una nota para inversionistas, señala que el problema con el socialismo en Estados Unidos es que la mayoría de las personas ni siquiera sabe qué significa y por eso le temen o lo consideran malo.

“Esta nueva ola de socialismo no busca seguir las propuestas de Marx, sino que ha sido una respuesta ante algunos de los aspectos más oscuros del capitalismo. Grandes franjas de la sociedad están siendo marginadas, creando tensiones sociales y políticas. Es natural que las personas busquen formas de enfrentar esa situación”, sostiene Molano.

Precisamente, una de las propuestas que encendió las alarmas antisocialistas es el llamado Green New Deal (Nuevo pacto verde) una propuesta de Ocasio-Cortez que busca combatir el cambio climático al tiempo que promueve medidas para reducir la desigualdad económica.

La idea de este nuevo pacto –que hace alusión al New Deal, que fue un conjunto de programas y proyectos puestos en marcha en los años 30 por Franklin D. Roosevelt para superar los estragos económicos causados por la Gran Depresión– es ‘descarbonizar’ la economía estadounidense en 10 años; es decir, producir cero emisiones contaminantes en ese lapso.

Esto también implicaría una transformación del sistema económico para lograr mayor justicia social, económica y racial en Estados Unidos, explica un informe de la BBC.

Tema generacional

Aunque el pacto fue rotundamente rechazado en el Congreso, sigue generando ruido, pues hay un creciente grupo de votantes que lo apoya, en particular los más jóvenes.

Justamente son los milenials los que más temen por el cambio climático, al tiempo que son los principales promotores de las ideas socialistas.

Una reciente edición de la revista The Economist estuvo dedicada a explicar las inclinaciones socialistas de los jóvenes. Señala que, según encuestas de Gallup, 51% de los estadounidenses de 18 a 29 años tiene una visión positiva del socialismo. La prueba de esta estadística es que en las primarias de 2016, más jóvenes votaron por el autoproclamado socialdemócrata Bernie Sanders que por Hillary Clinton y Donald Trump juntos.

“Los milenials socialistas piensan que la desigualdad se ha salido de control y que la economía está manipulada a favor de intereses creados. Creen que el Estado debe redistribuir ingresos para equilibrar los estratos sociales. Piensan que la miopía y el cabildeo han llevado a los gobiernos a ignorar la creciente probabilidad de una catástrofe climática”, sostienen en The Economist.

Otra idea que se considera socialista y que hoy está en boga es la de aumentar los impuestos a los más ricos. Ocasio-Cortez ha propuesto una tasa impositiva de 70% para este grupo. Algunos expertos han hecho cuentas y dicen que eso implicaría un ingreso extra de US$$12.000 millones, lo que equivale a 0,3% de la recaudación total de impuestos en Estados Unidos. Los críticos consideran que eso desestimularía la generación de riqueza, con una ganancia tributaria muy baja.

En campaña

El presidente Donald Trump ha aprovechado la coyuntura para atacar a los candidatos demócratas, con los que se enfrentará en las elecciones presidenciales de 2020, tachándolos de socialistas.

Está buscando venderles la idea a los votantes de que los demócratas buscan imponer el socialismo en su país –en especial tras el anuncio de Sanders de lanzarse a la carrera presidencial– y que la única manera de salvarse es votando por él. Incluso usa la crisis de Venezuela y el fantasma del chavismo como estrategia de disuasión antisocialista.

José Alemán, profesor de ciencias políticas de la Universidad Fordham, considera que cada vez más votantes están dispuestos a contemplar propuestas como las de Sanders a favor de extender el programa de salud Medicare a todos los estadounidenses, y de que el gobierno se comprometa a costear la educación en colleges y universidades estatales. Lo que si no apoyarían sería la nacionalización de industrias claves, como la banca.

Si bien el triunfo de Trump es una prueba de lo conservadora que es la sociedad estadounidense, las nuevas generaciones poco a poco podrían quitarle el título de capitalista al Tío Sam.