Claudia Varela, columnista

Opinión

Tu upskilling está en tus manos

Upskilling hace referencia al proceso de adquirir nuevas habilidades o mejorar las existentes para mantenerse relevante en el mercado laboral.

Claudia Varela
14 de septiembre de 2025

Sobre informados, sobre exigidos y cansados. Eso parece que normalizamos todos los días en un universo de tanta competencia. Parece que no podemos parar y aunque tengo una visión sobre el tema que me invita más a recuperar la magia de aprender y de recuperar la esencia con una buena discusión, el mundo te pide cosas diferentes para crecer profesionalmente.

En un mundo laboral que cambia a una velocidad vertiginosa, el concepto de upskilling ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad estratégica. Ya no basta con tener un título universitario o años de experiencia: el verdadero valor profesional está en la capacidad de aprender, adaptarse y evolucionar constantemente.

Upskilling hace referencia al proceso de adquirir nuevas habilidades o mejorar las existentes para mantenerse relevante en el mercado laboral. A diferencia del reskilling, que implica aprender algo completamente nuevo para cambiar de rol o industria, el upskilling se enfoca en profundizar y ampliar el conocimiento dentro del área actual de desempeño.

Según el Foro Económico Mundial, para 2025 el 50 % de los trabajadores necesita adquirir o mejorar habilidades para mantenerse vigente. Además, el 39% de las habilidades actuales quedarán obsoletas para 2030. Esta transformación está impulsada por la automatización, la inteligencia artificial, la transición verde y los cambios demográficos.

Un estudio de Gallup revela que el 60 % de los empleados busca mejorar sus habilidades para ser más efectivos en su trabajo, mientras que el 51% lo hace por crecimiento personal. Estas cifras reflejan una tendencia clara, el aprendizaje continuo ya no es un lujo, sino una herramienta esencial para la empleabilidad y la productividad.

Las empresas que invierten en programas de upskilling pueden aumentar su productividad hasta en un 25 % y reducir la rotación de talento en un 17 %. Además, fortalecen su capacidad de innovación, retienen mejor a sus colaboradores y se adaptan con mayor agilidad a los cambios del mercado.

Sin embargo, algo que suena tan positivo y de sentido común genera retos grandes. Incorporar el aprendizaje continuo en la rutina laboral requiere planeación, intencionalidad y estrategia. Hay algunas variables que hay que tener presentes para realmente lograr ese crecimiento y reforzamiento en habilidades.

A mi juicio el primer paso es creer que siempre se puede aprender. Esta mentalidad permite ver los desafíos como oportunidades y los errores como parte del proceso. De otro lado, es importante que entendamos que el upskilling no se trata de hacer una maestría cada año. Hoy existen plataformas que ofrecen cursos cortos, pódcast, artículos y videos que se pueden consumir en minutos. Lo importante es la constancia y la conciencia en lo que estamos aprendiendo, no es por competir o poder hablar de más.

Hay que tener en cuenta que muchas habilidades se desarrollan en el día a día. Participar en proyectos transversales, asumir nuevos retos o colaborar con otros equipos puede ser tan valioso como un curso formal, se trata también de experiencia porque si nos quedamos sentados viendo tutoriales sin interactuar con otros humanos no vamos a llegar a nada inteligente.

Creo firmemente que aprender de otros es una forma poderosa de crecer. Buscar mentores, compartir conocimientos y formar parte de redes profesionales enriquece la experiencia y acelera el aprendizaje. Tener un buen coach también es una excelente manera de hacer tu plan estratégico para seguir creciendo.

Tu carrera está en tus manos. Si eres líder está bien que asumas tu rol en el proceso de upskilling de tu equipo. No se trata solo de ofrecer capacitaciones, sino de inspirar, modelar el comportamiento y reconocer el esfuerzo de quienes se comprometen con su desarrollo. Un equipo que aprende es un equipo que innova, se adapta y supera los desafíos con mayor agilidad.

Más allá de una estrategia, el upskilling puede convertirse en una filosofía de vida. Implica curiosidad, humildad y compromiso con el crecimiento. Es entender que el conocimiento no es estático y que cada etapa profesional trae consigo nuevas preguntas, nuevas herramientas y posibilidades.

En un entorno donde el cambio es la única constante, quienes aprenden son quienes lideran. Y no se trata de saberlo todo, sino de estar siempre dispuestos a saber más. Humildad vs. ego, de nuevo en la mesa para seguir creciendo. Y tu ¿qué tanto guardas el ego para seguir aprendiendo?

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