
Opinión
¿Se va a agrandar el hueco fiscal?
Estos son varios de los factores que pueden incidir en que los recaudos tributarios para 2025 sean menores que los proyectados por el Ministerio de Hacienda y la Dian.
Según la Dian, en enero del 2025 se recaudaron 32,83 billones de pesos. Si bien esta cifra es 1,9 billones de pesos mayor que la del mismo periodo de hace 12 meses, lo esperado por el Ministerio de Hacienda eran 34,5 billones de pesos. Por lo tanto, el faltante es de 1,67 billones de pesos. Extrapolar este déficit en enero para todo el 2025 arrojaría un faltante de por encima de 20 billones de pesos. Pero esta proyección es arriesgada dada la dificultad, para mejor o peor, en estimar el comportamiento de la economía en el resto del año.
Los modelos econométricos que usan el Ministerio de Hacienda y la Dian para estimar los recaudos tributarios dependen de múltiples variables macroeconómicas (PIB, inflación, tasa de cambio, consumo, entre otras). Como es absolutamente obvio, si alguna de estas variables se comporta de manera diferente a lo proyectado, la estimación se verá afectada. A continuación, se enumeran varios de los factores que pueden incidir en que los recaudos tributarios para 2025 sean menores que los proyectados por el Ministerio de Hacienda y la Dian:
- Al país le ingresan aproximadamente 15.000 millones de dólares anuales por concepto de exportaciones de petróleo. El precio estimado por las autoridades es de 75 dólares el barril. De finiquitarse la guerra en Ucrania, un posible arreglo con Rusia puede conllevar a que haya una relativa sobreoferta de hidrocarburos en los mercados internacionales, llevando el precio del crudo a los 60 dólares el barril. Los ingresos por este rubro, en regalías y dividendos de Ecopetrol, pueden derrumbarse en un 20 %. La negativa del gobierno a explorar nuevas fuentes de gas y petróleo, igualmente, pueden conllevar a un deterioro en la producción más acelerada de lo esperado.
- La tasa de desempleo en enero fue del 11,6 %, un aumento del 2,5 % respecto a la de diciembre del año pasado. Si bien hay factores estacionales que inciden en este aumento, queda por ver si se materializa la recuperación de sectores clave como el comercio, manufactura, servicios financieros y transporte. Una menor tasa de empleo, por supuesto, afecta el consumo.
- En enero de 2025, la Inversión Extranjera Directa (IED) cayó un 31,8 % en comparación con el mismo mes del año anterior. Durante 2024, la IED acumulada hasta noviembre fue de 9.979 millones de dólares, lo que representa una disminución del 18,32 % en comparación con los 12.217 millones de dólares registrados en el mismo periodo de 2023. Menores flujos de inversión extranjera implican menos generación de empleo e ingresos corporativos.
- La incertidumbre geopolítica mundial puede conllevar a que los principales socios comerciales de Colombia (Estados Unidos, China, la Unión Europea) enfrenten importantes retos en el campo del comercio internacional. De darse esta eventualidad, tanto las importaciones como las exportaciones caerán, reduciendo los ingresos por aranceles e impuestos relacionados.
- La insistencia del gobierno en adelantar en 2025 una nueva reforma tributaria y sacar adelante una muy poco razonada reforma laboral, seguramente, va a conducir a un menor recaudo fiscal. Una reforma tributaria mal diseñada (como la de 2022) lo que hace es incentivar la evasión fiscal, la subfacturación y el contrabando. Una reforma laboral que solo busca aumentar los privilegios de los sindicatos y sus afiliados, lo que hace es aumentar el desempleo y la informalidad.
- Una nueva refriega entre los presidentes de Estados Unidos y de Colombia, muy seguramente, pondría a nuestras exportaciones, principalmente las agrícolas, en riesgo de extinción. Muy seguramente el 75 % de las remesas, que en 2024 llegaron a la astronómica cifra de 12.000 millones de dólares, podrían verse seriamente afectadas, y aún desaparecer.
El 2025 es un año preelectoral y la tentación del gobierno central a gastar más, indiferente a las consecuencias, puede conllevar a un asfixiamiento del sector privado. Al no estar generando recursos tributarios para aumentar el gasto, la única alternativa que le queda al gobierno es aumentar el endeudamiento interno y externo. Las consecuencias de este aumento de la deuda soberana, en un país que ya de hecho está altamente endeudado, es que en los ojos de los acreedores aumenta el riesgo y, por lo tanto, el costo de los nuevos créditos se encarece. Desde cualquier ángulo que se le mire, el hueco fiscal, muy seguramente, se va a agrandar.