Claudia Varela, columnista

OPINIÓN

No logro conseguir trabajo

Y es que más allá de los números, el desempleo representa incertidumbre, pérdida de bienestar y, en muchos casos, desesperanza para millones de familias.

Claudia Varela
6 de julio de 2025

He recibido tantas llamadas de amigos, conocidos y tantas hojas de vida que hoy quisiera hablar de las dificultades que hay para conseguir empleo. Varios amigos que se quedaron sin trabajo por diferentes causas han estado casi un año o más buscando opciones sin resultados. Las cifras pareciera que no están peor pero lo que sientes en el ambiente dice otra cosa.

El desempleo en Colombia no es solo una cifra publicada mes a mes, es una expresión de las profundas desigualdades económicas, sociales y territoriales que ha enfrentado el país a lo largo del tiempo. Analizar su evolución histórica y sus tendencias actuales no solo permite entender el estado del mercado laboral, sino que ayuda a reflexionar sobre los desafíos estructurales que impiden una inclusión efectiva de todos en la vida productiva, en un proyecto de empleabilidad que no haga crecer el desasosiego o desmotive a continuar en el país a profesionales excelentes.

Después de recibir llamadas y comentarios, le eche un ojo a algo de información para escribir esta columna. Durante las últimas tres décadas, Colombia ha experimentado tasas de desempleo persistentemente altas. En los años 2000, la tasa superó el 17 % en momentos de crisis económica, reflejando la vulnerabilidad del mercado laboral.

A lo largo de la década siguiente, se registraron avances importantes, y para 2019 el desempleo se había reducido a niveles cercanos al 9%. Sin embargo, la llegada de la pandemia de covid-19 en 2020 revirtió estos logros, alcanzando un preocupante 15,9 %, esta tendencia, no ocurrió solo en Colombia, por supuesto teniendo en cuenta el impacto que genero en la economía mundial la pandemia,

Y encontré de manera sorprendente información positiva también. Según los datos más recientes del Dane, la tasa de desempleo en mayo de 2025 fue del 9 %, la más baja para ese mes desde 2001. Esta mejora se produjo por la creación de cerca de 597.000 empleos en el último año, principalmente en los sectores de transporte, comercio y servicios.

Sin embargo, cerca de 2,3 millones de personas siguen buscando trabajo, y la informalidad continúa siendo una válvula de escape frente a las limitaciones del empleo formal. Viendo estas cifras en frío me genera duda la estadística total, pero el dato importante son los 2,3 millones sin empleo.

De otro lado, es importante seguir observando que el desempleo en Colombia mantiene una marcada dimensión de género: la tasa femenina (11,6 %) es significativamente mayor que la masculina (7,1 %).

Existen además diferencias regionales profundas, con ciudades como Quibdó, Riohacha e Ibagué que muestran tasas considerablemente más altas que la media nacional. Estos datos evidencian la necesidad de políticas públicas diferenciadas que atiendan los contextos locales y combatan la exclusión en los territorios que necesitan más apoyo. Y por supuesto, un compromiso del sector privado de no buscar siempre en los mismos sitios con los mismos perfiles.

Y es que más allá de los números, el desempleo representa incertidumbre, pérdida de bienestar y, en muchos casos, desesperanza para millones de familias. Combatirlo exige mucho más que crecimiento económico: se requiere una apuesta decidida por la educación, la equidad de género, la descentralización y la formalización del trabajo, entre otras cosas.

Por esto hoy quiero hacer un llamado importante para que seamos red de apoyo. Para que no pensemos que esto es con otros y que no tengo nada que ver en la película. ¿Qué puedes hacer? Te doy algunas ideas.

Si recibes anuncios de vacantes o búsquedas compártelas, si recibes hojas de vida pásala a otros que puedan interesarse, ten en tu cabeza a quienes puedes conectar en tu networking, escucha a quienes están buscando empleo por que no es un proceso fácil y si eres empresario o tienes un cargo de decisión contrata por méritos y participa en proyectos de empleabilidad en fundaciones y/o gremios.

No te quedes mirando cómo otros están en líos, trata de generar soluciones o al menos dar ideas para que muchos más tengan acceso a un trabajo digno.

Lo que das se convierte en una inversión que se te devolverá multiplicada en algún momento en el futuro”. Jim Rohn.

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