
Opinión
Necesitamos una buena receta
El 7 de agosto debe estar todo listo para empezar a trabajar, no hay tiempo.
El gobierno del cambio, el de Gustavo Petro, está dejando a Colombia en ruinas, no solo en lo económico, también en lo moral. Es por eso que el próximo presidente debe llegar a recoger de las cenizas y a reconstruir el país. El 7 de agosto debe estar todo listo para empezar a trabajar, no hay tiempo.
Mirando un poco de todo, estos serían a mi modo de ver los puntos más relevantes que debería trabajar el nuevo Gobierno para recomponer a Colombia:
1. Ecopetrol debería empezar de lleno la exploración petrolera y de gas, abrir nuevas áreas de exploración y empezar a utilizar el fracking para ser mucho más eficientes. Con esto se podrá aumentar las reservas y mejorar el flujo de caja de la nación, llegar mínimo a un millón de barriles de producción diaria.
2. Reactivar la fumigación aérea de cultivos ilícitos como un mecanismo adicional a la erradicación manual y a la voluntaria, mientras Colombia tenga 300.000 hectáreas de cultivos será muy complicado acabar con los grupos ilegales y la violencia en los territorios que estos traen.
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3. Acabar con la paz total de Petro: cero conversaciones con grupos ilegales hasta que estos tengan verdaderamente disposición de dejar las armas y entregar sus negocios ilícitos. Mientras tanto, se debe utilizar toda la fuerza del Estado para combatir a los bandidos. Respaldar a las Fuerzas Militares.
4. Activar todos los proyectos de concesión y APPs de infraestructura que quedaron en el olvido. Estas vías son fundamentales para el desarrollo del país. Y dejar de pensar que estas carreteras solo sirven para que paseen los ricos y vayan a sus casas de recreo.
5. Aprovechar que está en boga y negociar con Estados Unidos y la Unión Europea los tratados de libre comercio y que estos vayan encaminados a menos aranceles y a un comercio totalmente libre.
6. Facilitar la llegada de inversión extranjera, quitando trabas y dando seguridad jurídica a los inversionistas. Esto generará nuevos empleos de calidad y seguramente también exportaciones.
7. Acabar con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que después de siete años no tiene la primera condena. Esta justicia debería estar dentro de la justicia ordinaria. Así esto bajará costos que hoy en día son altísimos. Hay mucho para compartir y ser eficientes.
8. Reducir el tamaño del Congreso. Volver a que el Senado sea de elección departamental y que la Cámara de Representantes sea elegida provincialmente. Esto bajará los costos de las campañas políticas y ayudará a que no salga elegido el que más plata tenga. Las listas de los partidos deben ser cerradas para fortalecer la ideología y la democracia.
9. Hacer una verdadera revisión de la tributación y volverla universal con impuestos para todos pero coherentes. Acabar con las exenciones que solo generan arbitrajes regulatorios que terminan siendo perversos para la economía.
10. Quitarle los dientes de sobra que tienen hoy en día las entidades rectoras del medio ambiente, que terminan regulando y parando más de la cuenta obras necesarias. Soy un convencido de que el medio ambiente y el desarrollo pueden convivir perfectamente.
11. Reactivar y fomentar la minería legal en detrimento de la ilegal que es la que hoy en día próspera. Atacar la minería ilegal es proteger el medio ambiente. Además, hay que combatir los grupos ilegales y fomentar el empleo digno.
12. Disminuir el tamaño del Estado: acabar con los contratos de prestación de servicios que solo son corbatas de clientelismo.
Estoy seguro de que muchísimos colombianos están de acuerdo con estos puntos. Lo que tenemos que buscar es un candidato que sea capaz de implementarlos a costa de su popularidad. Busquemos a ese personaje entre todos.