Guillermo Valencia Columna Semana

Economía

La revolución eléctrica: apostando por el futuro más brillante de la humanidad

Con las elecciones de 2024 reforzando políticas a favor de la desregulación, los combustibles fósiles y la inversión en infraestructura, la tesis de este portafolio cobra una nueva urgencia.

Guillermo Valencia
11 de febrero de 2025

En 1831, Michael Faraday demostró la inducción electromagnética, provocando una revolución que iluminaría el mundo. Hoy, nos encontramos en un punto de inflexión similar. La moneda del siglo XXI no es el oro ni el petróleo, sino la electricidad. Este portafolio no trata solo de vatios y voltios, es una apuesta por el insaciable apetito de la humanidad por el progreso y nuestra crónica subestimación del cambio exponencial. Con las elecciones de 2024 reforzando políticas a favor de la desregulación, los combustibles fósiles y la inversión en infraestructura, la tesis de este portafolio cobra una nueva urgencia.

La tesis, destilada

La revolución eléctrica: apostando por el futuro más brillante de la humanidad
La revolución eléctrica: apostando por el futuro más brillante de la humanidad | Foto: Semana

Los pilares del poder

Renacimiento nuclear

  • Cameco (CCJ) prospera en una paradoja: las sociedades dicen temer los residuos nucleares, pero en secreto anhelan su certeza. Después de las elecciones, la flexibilización de las restricciones a las importaciones de uranio ruso estabiliza las cadenas de suministro, mientras que la demanda de energía 24/7 impulsada por la IA (por ejemplo, el acuerdo nuclear de Microsoft) valida su papel.
  • Constellation (CEG) asegura miles de millones en créditos fiscales federales, aprovechando el apoyo del Partido Republicano a la energía atómica como contrapeso a las energías renovables.
  • Apuesta: NexGen (NXE) y Centrus (LEU) confían en la ventaja del arbitraje de grado de uranio y la escasez de HALEU, críticos para los reactores de próxima generación.

Gas natural: el mal necesario

  • Cheniere (LNG) se beneficia de la esquizofrenia energética de Europa: condenan los combustibles fósiles mientras pagan primas por el gas natural licuado (GNL). Después de las elecciones, la FERC agiliza la expansión de la fase 3 de Corpus Christi, alineándose con la doctrina de “dominancia energética” de Trump.

Guardianes de la red

  • Quanta (PWR) y Vistra (VST) son los héroes anónimos de la electrificación. PWR se beneficia del impulso de billones de dólares en infraestructura, mientras que VST domina Ercot, donde los combustibles fósiles respaldan el 90 % de los centros de datos de Texas durante las pausas en la generación renovable. La desregulación bajo Trump prioriza la velocidad sobre los ideales ecológicos, favoreciendo la estrategia de arbitraje de baterías de VST.

Chispas especulativas

  • Nano Nuclear (NNE) representa las apuestas asimétricas de este portafolio: sus microreactores de 10 MW evitan las colas de la red, atrayendo al Pentágono desesperado por energía portátil. El aumento del presupuesto de defensa tras las elecciones podría acelerar los contratos, siempre que la NRC actúe más rápido que su ritmo glacial habitual.
La revolución eléctrica: apostando por el futuro más brillante de la humanidad
La revolución eléctrica: apostando por el futuro más brillante de la humanidad | Foto: Semana

La conclusión: este portafolio no es solo una inversión en electricidad, es una apuesta por la tensión entre la ambición humana y la inercia institucional. Para 2050, la demanda mundial de electricidad se triplicará, pero las redes eléctricas, los reactores y los oleoductos no escalarán mágicamente. Las empresas aquí presentes prosperan en esa fricción:

  • Cameco y Constellation se benefician de nuestro regreso forzado al pragmatismo nuclear.
  • Cheniere y Vistra explotan la brecha entre las aspiraciones ecológicas y la realidad fósil.
  • Nano Nuclear y NexGen son opciones sobre un futuro donde la densidad energética supera la ideología.

Recuerde: en 1912, los automóviles superaron en número a los caballos en Manhattan, no porque los caballos desaparecieran, sino porque el progreso se concentró donde más importaba. Las redes eléctricas obsoletas y los reactores indecisos de hoy son los caballos urbanos de nuestra era. Este portafolio respalda las fábricas del Modelo T de la era eléctrica: empresas que controlan las arterias del poder en un mundo donde cada innovación, desde la IA hasta la computación cuántica, comienza con una chispa.

Controla la electricidad, controla el futuro.