
Opinión
Entre el delirio y la ineptitud
Y pensar que todavía hay congresistas de partidos diferentes al Pacto Histórico que le comen y le siguen apoyando las barbaridades.
Todavía recuerdo al director de Colpensiones decir que con el ingreso de recursos a la entidad por cuenta de la reforma pensional iba a poder invertir en proyectos como el tren de Barranquilla a Buenaventura.
Esto es un buen resumen de lo que es el Gobierno Petro. Primero, un presidente delirante proponiendo cosas imposibles, sin ningún sustento técnico ni económico y segundo, un lacayo pensando que si es viable, pero no tiene cómo llevarlo a cabo. Al final afortunadamente no pasa nada.
A hoy, ninguna de las propuestas de Petro ha empezado ni siquiera los estudios técnicos: ni el aeropuerto de Ayapel, ni el de la Guajira, ni el tren del Llano a la Costa, etc. Todos proyectos delirantes, pensados por una persona que claramente necesita alguna clase de ayuda profesional.
Es que ni siquiera la reforma pensional ha empezado. Son tan sumamente ineptos que las dos veces que han logrado que por fin sea aprobada en el Congreso a punta de dádivas, lo han hecho con vicios de forma y trámite. La Corte Constitucional tendrá que sopesar y seguramente echar para atrás.
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Pero, si llegase a pasar y entrar en vigor, sucederá lo que siempre advertí. Que los supuestos recursos con los cuales se constituirá un portafolio que administrará el Banco de la República nunca llegarán. Estos simplemente llegaran a cubrir parte del déficit existente de más de $ 40 billones anuales que ya se tiene en pensiones.
Guardadas las proporciones con otras alocuciones, la del 15 de julio puede ser la más delirante. Tocó tantos temas que hace imposible hacer un buen resumen, aunque dejo frases y temas para la posteridad tales como:
El celo de una perra cocker spaniel cuando la sacan a la calle y que otras razas se le acercan, eso comprueba que las razas de perros son creadas por el hombre y no por la evolución.
Que en el Magdalena Medio cambiaron la estatua de Bolívar por la de un hipopótamo y que por cuenta de eso tocaba acelerar la reforma agraria en ese territorio, donde habían matado miles de campesinos para despojarlos de sus tierras.
Tambien habló de algo que tenía que ver con el Hospital San Juan de Dios y las mujeres bogotanas, pero en medio de unos ruidos y gesticulaciones advierte que se le olvidó lo que iba a decir.
Sobre el caos de la salud y su reforma dice que la culpa del endeudamiento de las EPS es culpa de la prensa y de sus socios, como si opinar endeudara.
Obviamente, también habla de Hitler y de la persecución de la que han sido objeto los colombianos en Nueva York. Que dice que son encadenados por su raza porque los hombres de raza blanca se creen superiores; que tan es así, que la estatua de la libertad deberían traerla a Cartagena que es donde existe la verdadera libertad.
No dejó por fuera su descendencia negra y romana y dijo que en Haití había un festival con su apellido. Que por algo sería.
Lo grave es que mientras oímos, nos reímos y escandalizamos de tanta pendejada, el país está a la deriva. La deuda pública sigue creciendo a tasas impagables; los gastos y el derroche no paran; y su estrategia para quedarse en el poder continúa, ahora desacreditando las elecciones y la Registraduría.
Y pensar que todavía hay congresistas de partidos diferentes al Pacto Histórico que le comen y le siguen apoyando las barbaridades. Por esos no se puede volver a votar.