Opinión
Drill, baby, drill
Al parecer, en EE. UU. tienen bien perfilado a Petro y, por ende, sabían que en cualquier momento iba a meter las de caminar hasta el fondo.
Hace menos de 20 días que Donald Trump asumió el poder y Petro logró ponerlo a prueba. De no ser por Uribe, su contradictor político, que ayudó a calmar los ánimos en Washington, estaríamos en la inmunda.
Trump demostró el mismo día de su posesión que venía a hacer las cosas distintas, a cumplir con sus promesas de campaña, donde la más importante y relevante era la deportación de todos los ilegales. La inmigración ilegal se ha vuelto un problema no solo en Estados Unidos, en Europa está creando el caos. Es más, estar en contra de la inmigración ilegal se ha convertido en un lema de campaña; así ganó Meloni en Italia.
Los colombianos estamos desesperados por los arrebatos de Petro y su egolatría de pensar que es un líder mundial y sideral. Y, por cuenta de eso, y al parecer de ayudas externas, mete la pata por X continuamente. La diferencia es meterla con Trump y otra con cualquier otro personaje.
Al parecer, en EE. UU. tienen bien perfilado a Petro y, por ende, sabían que en cualquier momento iba a meter las de caminar hasta el fondo. Entonces, las sanciones y respuestas no se hicieron esperar; fueron contundentes e iban a ser tan sumamente perjudiciales para la economía y el comercio internacional como nunca lo hubiéramos imaginado. Estoy convencido de que les aburre infinitamente la cercanía de Petro con Maduro, el crecimiento del narcotráfico, los cultivos ilícitos y todo lo que está pasando en el Catatumbo.
Lo más leído
Aunque las aguas están aparentemente calmadas, el riesgo continúa. No solo porque los estadounidenses nos tienen en stand-by, sino porque en cualquier momento Petro puede volver a hacer una embarrada igual o peor.
Colombia era, hasta hace poco, el mayor aliado de Estados Unidos en Suramérica; ya no. Recuperar eso será bastante difícil. De hecho, nuestros compatriotas están viviendo las duras y las maduras en las entradas a EE. UU. Si no es el cuartico, es en la fila por donde entran haitianos y cubanos.
Por lo que queda del Gobierno Petro, las relaciones serán un camino de espinas. Trump ha demostrado que es amigo de los que piensan parecido y enemigo de los que ayudan y cohonestan con sus enemigos o contradictores. Esperemos que prime en el Palacio de Nariño la cordura.
Nunca el Gobierno de EE. UU. había tenido una persona tan cercana a Colombia como lo es Marco Rubio, el secretario de Estado, no solo por el idioma y el hecho de que su esposa sea colombiana, sino por el conocimiento del país y de la geopolítica regional. Esto, sin duda, con un Gobierno en Colombia diferente, habría sido de gran ayuda; hoy en día es un riesgo.
Estos hubieran sido algunos de los graves problemas que habríamos tenido en términos económicos si no se hubiera llegado a un acuerdo:
- Dólar por encima de $ 5.000, a eso alcanzó a estar el premarket.
- Cero operaciones de las franquicias Visa y MasterCard.
- Cambio en el manejo de las reservas internacionales.
- Comercio exterior restringido no solo por aranceles, sino por incapacidad de hacer pagos, no sistema Swift.
- Congelamiento de las cuentas de empresas y personas naturales colombianas en EE. UU., incluyendo las cuentas de los bancos locales.
Entre otras, afortunadamente, se pudo parar este desastre.