Regla fiscal en Colombia: ¿Por qué es clave para el país y cómo funciona?

La regla fiscal en Colombia es un instrumento de política económica diseñado para asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas a lo largo del tiempo.

Por medio del portal web del Departamento de Planeación Nacional se pueden encontrar los conceptos principales de la herramienta.

Esta medida se trata de una serie de normas que limitan el déficit fiscal del gobierno, es decir, cuánto más puede gastar el Estado frente a sus ingresos.

Su importancia radica en su papel como ancla de credibilidad para los mercados, los inversionistas y los ciudadanos, al garantizar que el país no caerá en un endeudamiento excesivo que ponga en riesgo su estabilidad económica.

La implementación de esta regla en Colombia comenzó formalmente con la Ley 1473 de 2011. Esta norma estableció un marco para que el Gobierno Nacional Central mantuviera un déficit fiscal compatible con la reducción de la deuda pública como proporción del Producto Interno Bruto (PIB).

Desde su adopción, la regla fiscal ha evolucionado. En 2021, tras el impacto fiscal de la pandemia de covid-19, el Congreso aprobó una reforma que fortaleció el marco fiscal al establecer un “comité independiente de la regla fiscal”.

Este comité, compuesto por expertos, tiene la tarea de evaluar el cumplimiento de la norma y emitir conceptos técnicos que permitan tomar decisiones con base en evidencia, y no solo en conveniencia política.

Uno de los mecanismos centrales de la regla fiscal es la fijación de metas anuales de déficit estructural. A diferencia del déficit fiscal corriente, que varía con el ciclo económico.

¿Por qué es clave para el país?

1. Estabilidad macroeconómica: La regla fiscal ayuda a mantener controlado el nivel de endeudamiento, lo cual es crucial para evitar crisis fiscales que puedan afectar la economía en su conjunto.
2. Confianza de inversionistas y calificadoras: Un marco fiscal creíble y predecible genera confianza en los mercados financieros. Colombia ha enfrentado rebajas en su calificación crediticia en el pasado debido a preocupaciones fiscales, lo que encarece el costo del endeudamiento externo e interno.
3. Protección frente a choques externos: Al limitar el gasto en épocas de bonanza, la regla fiscal permite que el país acumule ahorros que pueden utilizarse en momentos de crisis, como caídas en el precio del petróleo o emergencias sanitarias.
4. Sostenibilidad del gasto social: El cumplimiento de la regla fiscal permite mantener programas sociales clave a lo largo del tiempo, evitando que las futuras generaciones tengan que cargar con deudas insostenibles por decisiones de gasto actuales.