Precios
Precios de los alimentos en Colombia: ¿se acabará la racha bajista? El Dane revelará lo que pasó en abril con la inflación
Las señales que hay en el Informe de Política Monetaria del Banco de la República indican que el índice de precios al consumidor está bajo una fuerte presión.

Este jueves 8 de mayo se correrá el velo que dejará ver el comportamiento de la inflación en abril, alrededor de la cual hay una amplia expectativa teniendo en cuenta que el Banco de la República destapó el Informe de Política Monetaria y allí revisó al alza el pronóstico con el precio de los alimentos (de 3,3 % pasó a 4,6 %), y de los regulados, entre los que están los servicios públicos (de 4,9 a 5,9 %).
El Dane revelará el comportamiento de los precios al consumidor (IPC) en el cuarto mes del año, y aunque al productor que elabora los bienes y ofrece los servicios no le subió tanto el costo, hay señales que estarían indicando que a las familias sí les estaría costando más adquirir la canasta básica.
En el país, después del pico al que llegó por efecto de la pandemia (marzo de 2023: 13,3 %), la inflación duró 23 meses recorriendo una senda bajista, pero luego, en los últimos cinco meses, el indicador cambió. Cuatro meses permaneció relativamente quieto y solo hasta marzo de 2025 volvió a bajar, aunque muy levemente: a 5,09 % desde 5,2 %.

Las presiones inflacionarias en el mundo estarían a la vista, provocadas por la política arancelaria del gobierno de Donald Trump, lo que genera incertidumbre en los mercados.
Parte del golpe recae sobre el precio de los alimentos debido a los aumentos en las cotizaciones internacionales de algunos insumos y productos agrícolas, señala el informe del Emisor.
En el caso de los regulados, el coletazo proviene del aumento observado, más allá de lo esperado, en las tarifas del gas y del transporte urbano.

Para revisar las proyecciones al alza, el Banco de la República contempla, por ejemplo, el alza en el ACMP que tiene pendiente Colombia, luego de haber quitado los subsidios al precio de la gasolina, los cuales llevaron a un déficit del Fondo de Estabilización de Precios de Combustiles (FPEC).
Pero aunque el Banco Central estima que la inflación de los alimentos será mayor, la total continuará descendiendo y cerraría el año en un 4,4 % (antes 4,1 %) y 2026 en 3 %. Es decir, el Emisor sigue apostando a que llevará el indicador de precios al consumidor a la meta prevista, en 2026, lo que se estaría logrando a finales del próximo año.
Por su parte, los analistas de mercado, si bien tienen la expectativa de que la inflación total siga en su senda reduccionista durante el primer semestre, para agosto se revertiría la tendencia, por lo que, al igual que algunos bancos internacionales, temen que no se llegue a tener el indicador de precios en los niveles que tiene en mente el Banco de la República.
Choques a la vista
Y es que hay varios choques a la vista que pueden causar presiones inflacionarias.
Los alimentos y los regulados continuarían impactando el índice de precios al consumidor porque se avecina un menor crecimiento en el entorno internacional, según las proyecciones, debido a la caída en precios de los commodities, la depreciación del dólar contra las principales monedas y un encarecimiento en los costos de la producción y transporte de bienes a nivel global, según señala el equipo técnico del Banco de la República en el Informe de Política Monetaria.
Se divisa en el horizonte una disminución de la demanda externa y posibles reducciones en el crecimiento de las remesas de trabajadores, lo que ha sido fundamental en Colombia para impulsar el PIB, pues la plata que envían los habitantes en el extranjero a sus parientes en el país contribuye a dinamizar la economía local.
Dentro de lo que los expertos del Banco de la República que elaboran el Informe de Política Monetaria visualizan para el mediano plazo, hay que mencionar los posibles choques inflacionarios de oferta en alimentos procesados (a estos productos les pegan muy fuerte los precios internacionales).

En la lista de efectos negativos que se tendrían en la lupa, como amenazas para llegar a la meta de inflación, figuran también las condiciones financieras internacionales, que se han encarecido, y así, o frenan la toma de créditos para inversión, o encarecen la producción.
Lo cierto es que bancos internacionales como el J. P. Morgan, el más grande de Estados Unidos, se ha mostrado menos optimista con la idea de que el Banco de la República en Colombia logre poner la inflación en el puesto que quiere (hacia el 3 %), lo que ayudaría más a la economía por la vía de aumento del consumo, y a la par, le quitaría a la junta del Emisor el peso que implica tener que ser cauteloso para bajar las tasas de interés de referencia, que son las que le quitan velocidad al crecimiento económico.
Así las cosas, en medio de las proyecciones y cábalas alrededor de los precios al consumidor, el Dane tendrá la última palabra al destapar el dato oficial de inflación.