Macroeconomía

“Permacrisis”: así le fue a la economía en 2022, ¿cómo estará el próximo año?

La mayoría de los pronósticos económicos para el próximo año indican que no habrán grandes cambios respecto a 2022. Los escenarios de inflación, recesión y crisis seguirán haciendo parte de las agendas financieras para 2023.

26 de diciembre de 2022
Invertir / Inflación
Este año fue uno de los más complicados para las finanzas y la economía del mundo desde la crisis del 2008. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Los últimos tres años han sido retadores para la humanidad, no solo en términos de salud pública, sino en el crecimiento económico, las escaladas de las tensiones internacionales e incluso cambios geopolíticos. De hecho, el paso de la pandemia del covid-19 en 2020 y 2021, la invasión a Ucrania en 2022, junto con la alta inflación en la mayoría de países y la devaluación de las monedas emergentes han puesto a prueba la estabilidad y solidez de la economía en el mundo.

Además, expertos coinciden en que el escenario actual podría empeorar en 2023, pues de acuerdo con los pronósticos de entidades financieras, el panorama económico para el próximo año es de desaceleración y hasta recesión en algunos países, así lo evidencia el último análisis de la revista The Economist “The World Ahead 2023″.

Al ser un año de profundas inestabilidades e inseguridades financieras, los editores del diccionario de inglés Collins han llamado al 2022 como “permacrisis”, haciendo referencia a las turbulencias económicas que atravesaron el curso del año en todo el mundo. Por ejemplo, la invasión a Ucrania disparó el precio de los cereales y fertilizantes que se producen en dicha nación, Rusia amenaza con cerrar el grifo del gas a Europa, China sigue sin controlar completamente los brotes de covid-19 y en América Latina los cambios de gobierno han generado tensiones y crisis políticas en países como Perú y Brasil.

Es por esta razón que la revista económica afirma que para 2023 situaciones como el impacto del conflicto geopolítico, la lucha por controlar la inflación, el caos en los mercados energéticos y el camino de China tras la pandemia marcarán la agenda global. “La restricción monetaria ha dado lugar a un dólar fuerte que está exportando inflación a los mercados emergentes y dificultando el servicio de su deuda en divisas fuertes”, señala el informe.

Y es que, de acuerdo con los analistas de la revista, se prevé que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial se sitúe entre 1,5% y 3%. Sin embargo, en el caso de Colombia, el ministro de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Ocampo, manifestó que se “revisó al alza el crecimiento esperado de 2022″, pasando ahora a 8,2 %. Mientras que para el próximo año, indicó que se prevé “una desaceleración del ritmo de crecimiento”, por lo que las proyecciones del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se ubican en el 1,3 %, por debajo del crecimiento esperado en el mundo.

La alta inflación que se ha presentado este año generó que la mayoría de bancos centrales del mundo endurecieran sus políticas monetarias por medio del aumento de las tasas de interés, lo que ha provocado que la economía se empiece a ralentizar, hasta el punto que se prevé un estancamiento y recesión en países como Estados Unidos y Reino Unido. De hecho, 39% de los directores financieros entrevistados por Deloitte estiman que la potencia americana estará en estanflación y 46%, en recesión.

El cambio climático es otra de las situaciones que podría impactar a la economía mundial, pues como se vio este año, las sequías pueden afectar la producción de energía hidroeléctrica así como la de alimentos, lo que agravaría la pobreza y los conflictos. Además, las inundaciones, huracanes e incendios forestales generan grandes costos.

De la mano del clima, el turismo y las comidas en restaurantes de lujo que impulsaron la economía global este año, podrán verse seriamente afectadas por el encarecimiento de las facturas de energía y del pago de las hipotecas debido a la subida de las tasas de interés generarán un retroceso en 2023. De hecho, en Colombia se espera un incremento del 30 al 40 por ciento en las tarifas finales de los tiquetes de avión y una serie de imposiciones fiscales que cargaran a una industria que, según la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco), no ha terminado ni siquiera de reponerse del golpe de la pandemia.

Tanto el ambiente de desaceleración, como los conflictos y tensiones internacionales jugarán un papel fundamental en el desarrollo y cumplimiento, o no, de las proyecciones económicas para el próximo año, que en todo caso no son muy alentadoras.