Pronósticos

Esta consultora internacional no cree que el Banco de la República pueda bajar sus tasas de interés en 2023, ¿por qué?

Su estimación va en contra de la mayoría de los analistas, quienes creen que la inflación y las tasas de interés deberían bajar el año entrante. Dice que el problema viene desde el gobierno Duque y empeoró en el actual.

23 de diciembre de 2022
    Esta semana la Junta Directiva del Banco de la República definirá el aumento de sus tasas. Los analistas creen que podría pasar de 9 a 10,5 por ciento.
El Banco de la República hizo su primera subida de tasas de interés hasta el cuarto trimestre de 2021, siete meses después de Brasil, el primero en actuar en la región. | Foto: Guillermo Torres

La economía colombiana no tiene buena pinta en estos momentos para la prestigiosa consultora Oxford Economics, según la cual la fuerte devaluación del peso frente al dólar y el aumento del riesgo para el país están muy por encima del vecindario. Esto es consecuencia de un problema que comenzó el año pasado, cuando el expresidente Iván Duque no logró aprobar una reforma tributaria en medio de violentas protestas, lo que dejó un agujero en las finanzas públicas, que finalmente condujo a la pérdida de la calificación de grado de inversión de Colombia en mayo de 2021.

En lugar de reparar el daño, la administración entrante de Gustavo Petro, temerosa de nuevos disturbios, pateó el problema para adelante retrasando el necesario ajuste de las finanzas públicas”, sostiene un informe que acaban de publicar los expertos de Oxford Economics y que titularon Colombia: Walking a policy tightrope over an economic chasm (Colombia: caminando en la cuerda floja política sobre un abismo económico).

Desempeño de las monedas emergentes en 2022
Desempeño de las monedas emergentes en 2022 | Foto: Oxford Economics

En su concepto, la toma de medidas “tardías y tímidas” ha dejado a la economía nacional sobrecalentada. Prueba de ello es que el gasto del consumidor en Colombia se recuperó tres veces más rápido que en el resto del mundo, colocándolo 18 % por encima de los niveles previos a la pandemia en términos reales en el tercer trimestre.

El problema es que un crecimiento tan rápido de la demanda puede tener efectos secundarios desagradables. En el caso de Colombia, eso se ha reflejado en una alta inflación, con más del 90 % de los artículos de la canasta familiar con aumentos de precios superiores a la meta de inflación, que es de 3 %. Al mismo tiempo, el aumento de las importaciones, necesario para satisfacer una demanda aumentada, está haciendo más difícil financiar el déficit de cuenta corriente, en un mundo con altas tasas de interés.

Rezagados

Según el informe, la administración actual “permanece en negación” y aunque ha anunciado una consolidación fiscal gradual en el futuro, Colombia está rezagada con respecto a sus pares de América Latina y aún no ha retirado todo el gasto relacionado con la pandemia.

Eso genera más presiones sobre el déficit fiscal, a lo que se suma el creciente costo del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), que se estima alcanzará el 2,5 % del PIB. Y aunque las transferencias de dividendos de Ecopetrol al fisco aumentarán el próximo año, a un estimado de 1 % del PIB, no cubren todo el costo del programa, dejando al Gobierno sin otra opción que subir los precios de la gasolina. El lío está en que mientras en la mayor parte de América Latina están viendo una disminución bienvenida en los costos del combustible (dados los precios más bajos del petróleo), Colombia enfrenta lo contrario. El Gobierno planea aumentar gradualmente los precios de la gasolina hasta mediados del próximo año, lo que puede provocar que la inflación se atornille más que en el resto del vecindario.

En Colombia el costo de vida no subió tan abruptamente como en Chile o Brasil por el subsidio a la gasolina, lo que hizo que el Banco de la República se demorara en reaccionar y hacer su primera subida de tasas hasta el cuarto trimestre de 2021, siete meses después de Brasil, el primero en actuar en la región. “Debido a esa demora, el peso ha tenido un desempeño inferior a sus pares y ha impulsado más la inflación, a medida que las importaciones se hicieron más caras”, dicen en Oxford Economics.

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La inflación en Colombia empezó a subir más lento que en otros países del vecindario, por el subsidio a la gasolina. Ahora se cree que se demorará más en corregir. | Foto: Getty Images

Más demorado

Su pronóstico es que la inflación en Colombia tardará más en volver a la meta de 3 % y, por ende, creen poco probable que el Banco de la República pueda dejar de subir las tasas, junto con la mayoría de sus pares, y mucho menos reducirlas en 2023. El promedio del mercado apuesta, por el contrario, que las tasas bajarían o al menos no subirían más el año entrante.

“El peso colombiano este año probablemente será la moneda latinoamericana con peor desempeño, pues el advenimiento de un presidente de izquierda, como Gustavo Petro, ha agravado los riesgos de una mala gestión de las políticas en un momento de deterioro de los fundamentos económicos del país”, sostiene el reporte de la consultora y agrega que a medida que los inversionistas valoren la probabilidad de que Colombia no endurezca sus políticas rápidamente, las medidas de prima de riesgo, como los CDS y el EMBI, podrían seguir subiendo.